La Berlinale 2020
Aires de renovación en la Potsdamer Platz

Red Carpet in front of the Berlinale Palace
Photo (detail): © dpa/Jens Kalaene

El mayor y más prestigioso festival cinematográfico de Alemania afronta un tiempo de profundos cambios. Principales novedades de la Berlinale 2020.

De Ula Brunner

Carlo Chatrian, Mariette Rissenbeek, dirección de la Berlinale 2020
Carlo Chatrian, Mariette Rissenbeek, dirección de la Berlinale 2020 | Foto (detalle): © Alexander Janetzko/Berlinale 2019

Tras 18 años en que la batuta, como suele decirse, no abandonó nunca las manos de Dieter Kosslick, director del Festival, la Berlinale se presenta en 2020 por primera vez encabezada por dos personas. Carlo Chatrian, que había dirigido el Festival de Cine de Locarno, asume hoy la dirección artística del Festival. Mariette Rissenbeek, por su parte, se encarga de la gerencia. El predecesor de ambos desempeñaba simultáneamente las dos funciones, en detrimento –solía criticarse– del nivel cinematográfico. Ahora, se espera que, sobre todo Chatrian, acierte a dar al Festival un perfil más marcado. Y, vista la programación de este año, parece haberlo conseguido. Con directores como Christian Petzold, Hong Sang-soo, Sally Potter, Eliza Hittman y los hermanos D'Innocenzo, las 18 películas en competición ofrecen una interesantísima mezcla de talento reconocido y descubrimientos recientes. En Locarno, este crítico y periodista cinematográfico apasionado ya había llevado a la pantalla obras artísticamente avanzadas. Desde este momento, sin embargo, tanto Chatrian como Rissenbeek tendrán que resolver el difícil dilema de traer a Berlín películas innovadoras, pero sin dejar de vender entradas al tratarse de un festival para el gran público. 

La competición: en busca de lo esencial

Un cambio importante ha logrado ya Carlo Chatrian, comisario de la sección principal: dentro de la competición se exhibirán en el futuro solamente películas con aspiraciones reales a los Osos de Plata y Oro. Se extingue, pues, la subcategoría “fuera de competición”. Siempre le había parecido, explica Chatrian, “como una contradicción en sí misma”. Dichas películas, sin embargo, estaban sirviendo para congregar en la alfombra roja de la Berlinale a estrellas de fama mundial, tales como Catherine Deneuve, Tom Hanks, Diane Kruger y otras figuras favoritas del público. Está claro que en el futuro no se quiere renunciar a estas personalidades. Se espera la asistencia de, entre otros, Javier Bardem, Sigourney Weaver, Johnny Depp y Cate Blanchett. Pero la idea es que la atención y la prioridad se centren sin discusión en las películas: “El objetivo de la Berlinale no es producir glamour.”

Una innovación: Encounters

La Berlinale va a presentar en 2020 otra sección de concurso: Encounters, que pretende dar a conocer “trabajos de cineastas independientes con criterios estéticos y formales desacostumbrados”. La película inaugural será Malmkrog de Cristi Puiu. El rumano, que realiza cine de autor, narra en ella las fiestas navideñas en la casa señorial de una familia aristocrática. La programación incluye un total de 15 películas narrativas y documentales, entre ellas Nackte Tiere (“Animales desnudos”), debut en Alemania de Melanie Waelde, Shirley de la estadounidense Josephine Decker y la película argentina Isabella, de Matías Piñeiro.

Con esta competición paralela dedicada al cine insólito, la Berlinale adopta en su programación una estructura consolidada ya desde hace tiempo en Cannes (Un Certain Regard) y Venecia (Orrizonti). Con la lógica intriga, esperamos ver cómo se perfila esta sección nueva frente al Forum, orientado también a la innovación, y frente a la competición tradicional, en la que tampoco falta el cine “de arte y ensayo”.

El comité de selección se internacionaliza

Para seleccionar las 18 obras presentadas a la competición de este año se ha empleado por vez primera un nuevo método. En vez de “ojeadores” que tienen a su cargo determinado país o región, la selección la ha realizado un comité internacional. Chatrian ha designado a sus siete integrantes. La presidencia la detenta Mark Peranson, a quien hasta ahora Chatrian había encomendado su dirección de programación. Desde Locarno el italiano se ha traído también consigo a Berlín a Sergio Fant, Lorenzo Esposito y Aurélie Godet. El órgano se completa con Verena von Stackelberg y Barbara Wurm. La primera, entre otras tareas, fundó y dirige el cine berlinés Wolf, inaugurado en 2017; la segunda ejerce tanto la crítica como la teoría cinematográficas y ha contribuido decisivamente a configurar la programación de numerosos festivales. En el nuevo comité se mantiene Paz Lázaro, antigua directora de la sección Panorama. En adelante, la dirección de las secciones Forum y Panorama no estará ya en manos del órgano de selección.

La dirección de secciones: CARAS NUEVAS

Anna Henckel-Donnersmarck (Berlinale Shorts), Michael Stütz (Panorama), Cristina Nord (Forum), Julia Fidel (Berlinale Series)
Anna Henckel-Donnersmarck (Berlinale Shorts), Michael Stütz (Panorama), Cristina Nord (Forum), Julia Fidel (Berlinale Series) | Foto (detalle): © Berlinale, Anjula Schaub, Ali Ghandtschi, Kathrin Windhorst

En las secciones también ha habido ciertos movimientos de personal. Christoph Terhechte, durante largos años jefe de Forum, se trasladó en enero de 2020 al Festival de Cine Documental DOK de Leipzig. Ocupa ahora su puesto Cristina Nord. Julia Fidel es la nueva cara de Berlinale Series. Anna Henckel-Donnersmarck sucede a Maike Mia Höhne en la sección Berlinale Shorts. Para sorpresa general no encontramos ya a Paz Lázaro, que dirigió la sección Panorama en 2018 y 2019. El nuevo director de Panorama es Michael Stütz.

La despedida del Cine Culinario

Desaparece el Cine Culinario, aquel proyecto favorito de Dieter Kosslick en el que se presentaba una película que tratase de nutrición y comida, tras de lo cual se ofrecía un menú gourmet. También ha pasado a la historia la serie NATIVe, iniciada en 2013. Las obras de creadores cinematográficos indígenas seguirán teniendo su hueco en el Festival, pero ahora ya no en una serie fija. De este modo, Chatrian y Rissenbeek prosiguen en busca de una Berlinale más acendrada, pero sin causarle por ello ninguna merma considerable. El nuevo equipo directivo ha eliminado dos secciones y añadido una (Encounters). Con sus 13 –antes 14– secciones, el Festival alemán ostenta aun así el doble que Cannes y Venecia. La programación, en todo caso, es, por lo menos este año, más abarcable: van a exhibirse 340 películas, o sea 60 menos que en la pasada edición. 

La “sensación Potsdamer Platz”: en obras

El palacio de la Berlinale en la Potsdamer Platz desde arriba
El palacio de la Berlinale en la Potsdamer Platz desde arriba | Foto (detalle): © Jan Windszus/Berlinale 2013

A diferencia de Cannes y Venecia, Berlín carece de sede oficial para sus festivales. El mundillo de la Berlinale se concentra en las inmediaciones de la Potsdamer Platz, cuyas salas ofrecen una densidad de grandes pantallas única en la ciudad. De cara al ambiente y también la identidad de un festival para el gran público, es importante contar con un escenario central, una avenida donde pasearse, y ello también porque permite a los aficionados echar un vistazo a personas famosas y estrellas. Pero a partir de 2020 está cerrado el Multiplex del Sony Center, que era una de las salas de cine más notorias y más grandes de la Potsdamer Platz. En ella se proyectaban sobre todo películas de las secciones Forum y Panorama, que pasan a exhibirse en el Cubix de la Alexanderplatz, a varios kilómetros de distancia. A ello se añade las obras que se están realizando en la Potsdamer Platz y afectan también a comercios y locales del centro comercial Arkaden. Ahora, para reponer fuerzas en las pausas los asistentes al festival tendrán que buscarse otros establecimientos. Es verdad que las taquillas y la tienda de la Berlinale permanecen en el mismo lugar de siempre. Pero la sensación propia de estar en la Potsdamer, esa atmósfera que se respira al verse en pleno centro del vibrante acontecer del Festival, podría perder intensidad este año.

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