Al rescate de las raíces chilenas
Dos iniciativas chilenas se aprovechan del turismo de lujo para promocionar mini empresarios en regiones rurales y para conservar la herencia cultural indígena.

Fernanda Gutiérrez, de 29 años, es un buen ejemplo de lo anterior. Vive en Isla de Yáquil –pueblo rural de la ciudad de Santa Cruz, en la Provincia de Colchagua, Región de O’Higgins. Desde los 17 años se dedica a confeccionar cinturones de cuero. Una técnica que aprendió de forma autodidacta y que ha logrado perfeccionar. Hoy en día es una verdadera talabartera del carpincho, nombre que recibe el cuero típico de su región.

SOLUCIONAR PROBLEMAS SOCIALES A TRAVÉS DEL MERCADO
Su artesanía le asegura a Fernanda un buen ingreso. Esto también se lo debe a un programa de emprendimiento e innovación, organizado por las organizaciones Balloon Chile y Smartrip. Ambos poseen un certificado B para empresas que tratan de solucionar problemas sociales a través del mercado. Balloon Chile y Smartrip quieren que el turismo también contribuya al desarrollo de las comunidades y que ayude a preservar su cultura e identidad.
Smartrip es una agencia de viajes y fundación que ofrece en temporada baja descuentos de hasta 50% en hoteles de cuatro y cinco estrellas a lo largo de todo Chile. Esto aumenta la ocupación de los hoteles y les asegura al menos ese 50% de ingresos en habitaciones que de otra forma estarían vacías. El 80% de estas utilidades con lo que financian diferentes programas sociales dirigidos a comunidades aledañas a estos exclusivos alojamientos. Para ello, Smartrip –que cuenta con un equipo ejecutivo de 12 personas y por el momento funciona solo en Chile– se involucra en la gestión de los hoteles, permitiendo, conjuntamente, el acceso de los emprendedores a una amplia red de contactos, además de su integración a la cadena de valor de la red hotelera.


De los 160 micro-emprendedores que el año 2014 participaron en el programa del Valle de Colchagua, 20 llegaron a la final. Todos ellos fueron invitados al hotel Santa Cruz –cuyas habitaciones cuestan entre 330 y 700 euros por noche–, a exponer distintas alternativas de productos que buscaban transformarse en el regalo corporativo del hotel. Dentro de las cinco propuestas escogidas como finalistas se encontraba un delantal de cuero carpincho creado por Fernanda Gutiérrez especialmente para esta importante ocasión. Con ello quedó en el segundo lugar.
Un premio especial para esta joven colchagüina se convirtió en el regalo corporativo de los clientes que pasaron aquella Navidad en el hotel. Entonces le fueron encargados 50 delantales valorizados en 500 mil pesos chilenos –735 dólares–: “Nunca había tenido esa cantidad de dinero en un pago, ¡era mucha plata!”, cuenta emocionada. No menos importante fue el hecho de que muchas personas que recibieron el delantal como regalo, más tarde la contactaron para encargarle nuevas producciones. “La gente valora el trabajo artesanal. Mis productos son diferentes porque son exclusivos, 100% hechos a mano, no ocupo ningún tipo de maquinaria y están fabricados al gusto del cliente”, cuenta.


Entre el 2013 y el 2015 han participado alrededor de 530 emprendedores ya capacitados, siempre con el énfasis puesto en la región de la Araucanía, al sur de Chile. Y es que es allí donde radica mayoritariamente la población Mapuche-Pehuenche –dos de los pueblos indígenas originarios de Chile–, descendientes directos capaces de narrar mejor que nadie la cosmovisión precolombina.
Oficios como el tejido, la orfebrería o la escultura, continúan traspasándose de generación en generación. Rosita Sid, una de las ganadoras del programa realizado en Pucón y Curarrehue, aprovechó su premio para enseñar técnicas de orfebrería mapuche a mujeres del Centro penitenciario de Villarrica. Algo similar desarrolló Verónica Quintonahuel, quien por estos días ofrece excursiones turísticas alrededor del volcán Sollipulli, dando a conocer la cultura mapuche a través de sus paisajes.
La herencia cultural chilena: sigue viva – también gracias al dinero del turismo de lujo, el cual Balloon Chile y Smartrip usan de forma sensata.