Imágenes de la memoria
La casa y el sonido

Foto: Felipe Burger Marques

En nuestra serie “Imágenes de la memoria” el productor de sonido Kiko Ferraz conversa sobre su relación con la naturaleza y la ciudad a partir de una casa de madera, ubicada en un rincón escondido de Rio Grande do Sul. Un relato de memorias sonoras.

Desde niño he sido una persona de los sonidos. Mis emociones se activan mucho más por lo que oigo que por lo que veo. La casa está en un terreno de Canela Rural, en medio de matorrales. Es un lugar muy silencioso cuando uno está fuera de la casa. Lo que se oye es el murmullo de las hojas al viento. También el sonido del embalse que recibe el agua que desciende de la montaña. Ya dentro de la casa, todo es peculiar: todo está hecho de madera, excepto los baños. Entonces cada movimiento que se hace en la casa produce un sonido. Y no siempre es un sonido localizable. Muchas veces, si uno camina por un lugar, el crujido se produce en otro lado. Si alguien está acostumbrado a orientarse por el sonido, pensará: “Mi hijo está corriendo en aquel rincón”, pero en realidad, está pasando muy cerca. La casa entera vibra como si fuera un gran instrumento de percusión.

Es preciso aprender a caminar dentro de la casa. Desde el picaporte, al abrir o cerrar la puerta, todo resuena. Para buscar un vaso de agua por la madrugada, no se puede bajar la escalera de modo normal porque todos los vasos de la cocina comenzarían a moverse. Hay que dar un paso suave para no despertar a toda la casa. Uno se vuelve más consciente de los movimientos. Y es paradójico: fuera es un lugar muy silencioso, pero si uno entra al interior, donde debería haber aún más silencio, todo es más ruidoso.

Hay otra cosa que pasa en la casa de madera: el sonido de la voz es muy diferente. Cuando alguien charla, por lo general oímos que la voz de la persona viene directamente en nuestra dirección, mezclada con el eco del ambiente. En esta casa, cuando alguien está hablando, todo resuena de modo diferente a una casa de ladrillos. Es como si la voz fuera más suave, algo que contribuye a que la casa sea más cálida. Es como si todo el mundo estuviera más cerca. Probablemente, eso crea problemas de privacidad pero, al mismo tiempo, la casa suaviza todos los sonidos.

En el mundo de hoy me siento muy ansioso. Y siento que la cantidad de cosas con las que tengo que lidiar durante el día no es compatible con mi salud. Aquí no hay Internet, ni wifi, ni 3G. Entonces la casa, al mismo tiempo que me acoge, me lleva a reflexionar sobre muchas cosas, desde la relación de respeto con la naturaleza hasta la clase de ejemplo que quiero dar a mis hijos y el ritmo de vida que quiero llevar.
 

Kiko Ferraz estudió publicidad y prensa en la PUC de Rio Grande do Sul e ingeniería de grabación en el Musicians Institute de Hollywood. Dirige los Kiko Ferraz Studios, donde realiza la posproducción sonora de películas, el doblaje de juegos y la producción de bandas sonoras. Profesor de la ESPM-Sul desde 2007, dicta clases de producción audiovisual y producción de sonido en cursos de grado, posgrado y extensión.

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