THEATER DER ZEIT 05.2022 | Muestra de obras dramáticas del Centro Dramático Nacional de Madrid
Espíritu de cambio
España es este año país invitado en la Feria del Libro de Fráncfort. Por lo que hace al teatro y, en particular, a la dramaturgia española contemporánea, aquí se conoce relativamente poco. Pero ahora podría dejar de ser así.
De Thomas Irmer para Theater der Zeit
La muestra Stückemarkt de Heidelberg tiene también a España como invitado; el Centro Dramático Nacional (CDN), una especie de teatro nacional reformado, con dos escenarios en el centro de la capital, trabaja sistemáticamente en la promoción de autores/as jóvenes. La iniciativa incluye, desde 2020, estancias de residencia con desarrollos para talleres y, en la edición más reciente de la revista propia Dramática, un inventario del teatro nuevo en el que se expone a modo de un catálogo el respetable número de “75 autores/as teatrales para el siglo XXI”. Su editor, el productor del CDN Fernando Sánchez Cabezudo, estima que el momento actual es extremadamente favorable para nuevos autores teatrales, al igual que la directora adjunta del Centro, Fefa Noia, que apoya decididamente proseguir con las residencias de autores. Existen temas candentes, como las largas sombras de la dictadura franquista, que hoy, a los casi cincuenta años de terminada, siguen recibiendo atención, sobre todo en historias familiares. Otro tema lo forman las aspiraciones culturales a la autonomía de las distintas regiones del país, y, por supuesto, también se dedica una mirada a fenómenos sociales nuevos.
Que las personas discapacitadas quieran vivir su sexualidad y que quizá requieran ayuda para ello es en España casi un tabú. Esther F. Carrodeguas (nac. 1979), que estuvo entre las primeras personas becadas, escribió para el CDN la obra Supernormales. Una ágil sucesión de escenas en las que un hombre joven acude a una asistente sexual demandando, según parece, que se cumpla un derecho terapéutico. ¿O se trata más bien de un derecho fundamental a la igualdad, tal como la madre del paciente aparece alegándolo en segundo plano? Carrodeguas amplía la cuestión de partida llevándola al terreno, más amplio, del trato con las discapacidades, hasta llegar a las consecuencias para la vida privada de asistentes como esta. Una obra valiente, que tiene como extra la sorpresa de resultar también graciosa. La puesta en escena está en manos del actor del CDN Iñaki Rikarte junto con un reparto mixto de actores discapacitados y no discapacitados y personas ajenas al teatro, todos ellos en una interacción conjunta desconcertante. A las representaciones, recibidas con júbilo, asisten siempre también grupos de personas discapacitadas, que, en primera fila, se manifiestan entusiasmadas de que por una vez se mire su vida así. Supernormales es un gran éxito que aún podría ser mucho más significativo para este fenómeno todavía reciente en el teatro español como es la promoción sistemática de autores.
La segunda obra puesta en escena en esta muestra fue Lengua madre, de la argentina Lola Arias (nac. 1976), que tampoco era una desconocida en Alemania. El reparto, seleccionado junto con sus historias biográficas propias, plantea preguntas sobre los cambios que se están produciendo en la maternidad y los nuevos modelos de familia que llevan asociados. En términos sociológicos: la reproducción considerada como problema social, hasta llegar al estatuto jurídico de personas migrantes con descendencia y progenitores varones trans. Impresiona ante todo, en este teatro de carácter documental, cómo se expone cada una de las historias personales, que a continuación van entrelazándose en una imagen escénica que recuerda al bar del recibidor un hotel, donde la actuación del conjunto de personajes alterna con momentos más íntimos de las personas en cuestión. En estos momentos se encuentra en preparación una versión para Berlín, que se estrenará en el teatro Maxim Gorki en septiembre de 2022.
El ambiente de novedad en que se presentaron con declaraciones breves, casi todas autoirónicas, una serie de dramaturgos/as jóvenes en el moderno Teatro Valle-Inclán del CDN recordaba en algo a cuando, hace unos 25 años, comenzó la oleada de obras nuevas que entraron en la programación de los teatros de muchos países. En aquella época, tan solo al autor catalán Sergi Belbel le fue dispensada una oportunidad de ser descubierto para el teatro europeo. Quizá esta vez lleguen más nombres desde España.