Frank Schätzing
El escritor del show en vivo

Frank Schätzings Roman „Breaking News“ stand sofort auf Platz eins der Bestsellerlisten.
Frank Schätzings Roman „Breaking News“ stand sofort auf Platz eins der Bestsellerlisten. | Foto (Ausschnitt): © Paul Schmitz/kiwi

Combina conocimientos científicos y acción, entretenimiento y temas serios como ningún otro autor alemán. Frank Schätzing es la estrella pop de la literatura alemana.

A Frank Schätzing nunca la falta una respuesta aguda. En la serie Ahora no diga nada de la revista Süddeutsche-Zeitung-Magazin se le confronta en 2014 con la pregunta de si ahora, cinco años después, se volvería a atrever a posar como modelo de ropa interior. Frank Schätzing, que como sea nació en 1957, mira pícaro a la cámara y, como sólo puede contestar con gestos o mímica, pone la mano en el cinturón de su pantalón, dispuesto a abrirlo. Igual que lo hizo en 2009, cuando hizo un anuncio para una marca de ropa interior... provocando bastante escándalo. Pero pues así es Frank Schätzing, en cuestiones de autopromoción siempre se ha atrevido a llegar a lugares donde el resto de su gremio no se siente realmente a gusto.

Nunca una novela de menos de mil páginas

El comunicólogo Frank Schätzing trabajó primero un largo tiempo en el ramo publicitario. Pero escribía desde siempre, cuenta Schätzing, desde que era niño. Pero no es sino hasta los treinta y tantos años que empieza a tomar en serio la escritura. Sus primeras novelas se venden bien, pero debido al corte local, sobre todo en su ciudad natal, Colonia y sus alrededores. Esto cambia en 2004, cuando aparece la primera de sus grandes novelas Der Schwarm (El quinto día, Ed. Planeta, traducción de Griselda Mársico). Se trata de un thriller marino y submarino con toques ecologistas. En lo sucesivo ya no puede escribir menos de mil páginas. “Vengo del ramo de la publicidad, ahí siempre tenía que ser breve. Probablemente esto sea una reacción”, bromea, para agregar inmediatamente en tono serio que, en realidad, es que una curiosidad francamente arqueológica lo obliga a investigar sus temas con una precisión cada vez mayor. El público recibe bien sus pesos pesados. Pues Schätzing combina hábilmente conocimientos científicos con mucha acción y emoción. En sus obras, todo sucede siempre a una velocidad vertiginosa.

La venta de sus libros indica que este concepto funciona. Además, cuando empezó como autor de thrillers científicos, una casualidad lo ayudó. Aunque hay que decir que fue una casualidad macabra. Cuando a fines de 2004 el terrorífico tsunami asoló Indonesia, la mayoría se enfrentó a un fenómeno natural que le resultaba totalmente nuevo. Pero Schätzing fue el hombre del momento, pues precisamente es un tsunami lo que describe en El quinto día. También los lectores de Schätzing estaban bien informados, y a tal grado que una pareja que por casualidad estaba de vacaciones justamente en el lugar del desastre, salvó la vida gracias al libro. “El hombre me contó que tenía consigo el libro en la playa, y que pudo interpretar de inmediato las extrañas señales del mar”, narraría Schätzing después. Y de pronto Schätzing se convierte en un socorrido interlocutor, los medios lo buscan en su calidad de experto, mucho más allá del contenido de su libro. Esto se ha mantenido así hasta el día de hoy, con la aparición en 2014 de su novela Breaking News. El libro sobre Israel y el conflicto en el Cercano Oriente se colocó desde el principio en el primer lugar de las listas alemanas de bestsellers.

Lecturas que son shows escénicos

Schätzing con frecuencia es comparado con los autores anglosajones de bestsellers como Michael Crichton, Tom Clancy, John Grisham o Dan Brown. Pero hay un punto en el que los ha dejado atrás a todos, pues ellos nunca han puesto en escena un show con sus libros. Schätzing, sí. Con su novela Limit (Límite), publicada en 2009, empezó a revolucionar el género de las lecturas de autor. El libro nos conduce al universo, un pase en profundidad para organizar lecturas de entretenimiento multimedia en grande. Con impresionantes proyecciones del cielo, con mucha música –también compuesta por él mismo–, con inserciones de comedia que se alternan con ponencias breves. Además, una y otra vez se proyectaron pequeñas películas científicas. Del libro sólo leía tres pasajes. Con esta escenificación multimedia, Schätzing logró llevar hasta a dos mil espectadores a sus “lecturas”. Esto no sólo le ganó partidarios en la industria literaria. Se habló de superficialización y de la cultura del espectáculo, de la disolución del libro. Pero sus detractores gustaban de omitir que muchos espectadores compraron el libro motivados por el show. Entretanto, sin embargo, se le concede a Schätzing que le dio nueva vida a las conferencias como forma de arte.

Performance reflexivo con breaking news

Schätzing hace mucho tiempo que aprendió a manejar la crítica. No le da importancia a quienes le reprochan reiteradamente que sus personajes no estén bien diferenciados, a quienes encuentran banal la estructura psicológica de sus héroes. Entonces reacciona con frases como: “Si lo banal fuera malo, entonces Hemingway sería un autor de folletines.” Para en seco el escepticismo frente a la mezcla de entretenimiento y literatura seria, y remite a la influencia que ejerce sobre él la cultura anglosajona, en la que no existe esa separación. En todas las entrevistas, Schätzing da una impresión abierta, amistosa, cortés, es elocuente pero nunca soberbio. Y da prueba de ser unshowman reflexivo. Cuando se fue de gira en 2014 con su novela sobre el Cercano Oriente, Breaking News, ya no proyectó un caudal de películas, sino únicamente imágenes, presentó a una cantante israelí y puso grabaciones que él mismo hizo en los territorios israelíes y palestinos en crisis. El acento estaba en la palabra hablada, sólo que envuelta en una envoltura sonora muy particular. “Para ese tema no hubiera funcionado una escenificación excesiva. Quería que la gente sintiera que estaba en Israel. Como radioteatro en vivo.”

Alguna vez Frank Schätzing deseó ser estrella del pop. Y todavía describe a la música como su mayor pasión, a la guitarra como su instrumento favorito. Ahora se ha convertido en una estrella pop de la literatura. Y en Alemania todavía hay que acostumbrarse a ello.
 
Un fragmento del “Breaking News Live Tour” de Frank Schätzing