La arquitectura española que triunfa en Alemania

No es casualidad que Alemania sea uno de los países que acoge a mayor número de arquitectos españoles que salen al extranjero a trabajar. El país cuna de la Bauhaus y de la edificación racionalista tiene mucho que ofrecer a los profesionales de la arquitectura.

La XII Semana de la Arquitectura de Madrid en 2015 trata precisamente de explorar en la relación que une a España y Alemania en el campo de la arquitectura y lo hace profundizando en el eje de sus dos capitales, protagonistas de importantes transformaciones urbanas recientes.
 
El eje Madrid-Berlín es un camino transitado por un número cada vez mayor de estudios de arquitectura, y entre ellos destaca el de la pareja Nieto Sobejano. Con oficinas en ambas ciudades, Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano cuentan con varios proyectos en Alemania, como el nuevo Hotel Königshof, en el centro de Múnich, que está llamado a ser un icono de la arquitectura española de vanguardia. El edificio, de proporciones cúbicas, cuenta con una imponente fachada quebrada que deja espacio a recovecos y diferentes niveles, favoreciendo la entrada de luz natural. En un artículo del diario Süddeutsche Zeitung se calificaba la obra como una muestra de la “espectacular arquitectura española” y celebraban la idea de la azotea, que proporcionará una espectacular panorámica sobre la ciudad. En 2017 se derribará el edificio existente para levantar este nuevo hotel de nueve plantas. La pareja de arquitectos ganó además el concurso de ampliación del museo arqueológico de Múnich, que a 40 años de su construcción ha de adaptarse a los requerimientos actuales. El diseño de Nieto Sobejano propone un nuevo salón de exhibiciones temporales de 700 metros cuadrados subterráneo con un jardín público en su cubierta.
 
Con menor presencia en número de proyectos pero igualmente con gran reconocimiento, los estudios Taller de 2 y Gutiérrez-De La Fuente han desarrollado una de los trabajos más laureados de la arquitectura española en Alemania: la Haus der Tagesmutter. La idea original concibe este centro de día para niños como el primer edificio de un total de cuatro que están en proceso de construcción y que forman parte de una estrategia global urbana que tiene como fin reactivar el centro de la pequeña ciudad bávara de Selb, en lo que los autores definieron como “Acupuntura Urbana Preventiva”. Finalizada su ejecución en 2012, la Haus der Tagesmutter ganó el prestigioso premio Europan 2009 –que se concede a las mejores ideas de jóvenes arquitectos europeos en el campo de la ordenación urbana– y el premio COAM Luis Mansilla en 2013. Asimismo fue seleccionado en el proyecto architectus omnibus?, un foro organizado por el Instituto Cervantes y el Goethe-Institut que analiza la creciente responsabilidad de la arquitectura en la sociedad actual.

AmpliarLos primeros en llegarAntes de los ya mencionados, otros arquitectos españoles ya sabían lo que era construir en suelo alemán. Fernando Menis, canario con gran experiencia fuera de España, dejó su huella en Berlín con el Badeschiff, una piscina pública flotante sobre el río Spree que se ha convertido en una de las atracciones turísticas de la capital. La estructura evoca una barcaza, alrededor de la cual se dispone una serie de plataformas de madera a modo de playa. Además, una posterior ampliación hace posible convertir la piscina en sauna durante el invierno. A pesar de su pequeño tamaño y del bajo coste de la instalación, esta piscina se ha convertido en un icono ciudadano.
 
Al otro lado de la ciudad encontramos dos proyectos firmados por españoles. El estudio MBM, fundado por Josep Martorell, Oriol Bohigas y David Mackay se hizo cargo del diseño de un céntrico edificio de viviendas en la Kochstrasse. La construcción del bloque comenzó poco antes de la caída del muro. La singular torre de ladrillos y el estilo constructivista, con accesos de metal en el exterior de la fachada, son sus elementos más destacados.


Cerca de allí, en la Potsdamer Platz, encontramos otra firma ibérica. A principios de los años 90, el arquitecto Renzo Piano recibió el encargo de reconstruir la céntrica plaza, arrasada tras la II Guerra Mundial y la construcción del Muro. Para reconstruir aquel enorme espacio, envidia de cualquier arquitecto, el italiano se rodeó de los mejores del momento, entre los que se encontraba Rafael Moneo. El arquitecto navarro se encargó de diseñar el hotel Hyatt, así como el edificio Potsdamer Platz Hotel y Office Building.
 
Los años en que la arquitectura española se abría al mundo coincidieron con la época en la que Calatrava todavía hacía proyectos racionales. El arquitecto valenciano desembarcó en una Berlín recién reunificada para crear el puente del Príncipe Heredero (Kronprinzenbrücke). A diferencia de otros de sus proyectos, este puente no es una pista de patinaje en días de lluvia, pero el proyecto no le salió redondo: el coste del que fue el primer puente construido en la antigua RDA tras la Reunificación se disparó a 34 millones de marcos, 12 más de lo proyectado, y los cambios técnicos retrasaron su inauguración dos años hasta 1994. Calatrava también participó en el concurso para la reconstrucción del Reichstag, proyecto que finalmente fue a parar al estudio de Norman Foster.
 
Calatrava, Moneo o Bohigas fueron los primeros de una serie de arquitectos españoles que han firmado obras en Alemania. Los trabajos recientes en este país de Nieto Sobejano o Taller de 2, ejemplos de la creciente pujanza internacional de la arquitectura española, son la muestra de que esta lista sigue en aumento.