En un entorno tan pintoresco como el Palacio Blutenburg de Múnich tiene su residencia la mayor biblioteca del mundo en materia de literatura infantil y juvenil. Y es todo lo contrario de un palacio que dormite lleno de libros.
Si recorremos hoy las salas de cuento de hadas que albergan la Biblioteca Juvenil Internacional (IJB) en el Palacio Blutenburg, en las afueras de Múnich, o si nos informamos sobre la gran diversidad de actividades de esta admirable biblioteca especializada, podremos experimentar una simbiosis de cultura, ciencia y política como es muy raro encontrarla para bien de niños y adolescentes. Fomentar, coleccionar, habilitar para su uso y transmitir literatura infantil de todos los países del mundo por tratarse de un legado cultural y un soporte de gran calidad técnica apto para el futuro: tal es la misión de la entidad.
Los múltiples cometidos de la Biblioteca Juvenil Internacional
La fundación de la Biblioteca Juvenil Internacional 1949, al término de la Segunda Guerra Mundial se enmarcó en los programas de reeducación de los Aliados, y pudo hacerse gracias a la energía de Jella Lepman (1891-1970), una periodista, habiendo regresado al país tras su exilio, asesoraba al Ejército de los EE. UU. A la par que la situación del poder político, también la titularidad y las responsabilidades de la institución fueron cambiando con el paso de las décadas.
Desde 1996, la IJB es una fundación alemana sujeta al Derecho privado. Se financia primordialmente con asignaciones periódicas de ministerios federales, el Estado Libre de Baviera y la ciudad de Múnich. A este dinero se añaden donativos en especie y subvenciones monetarias destinadas a proyectos concretos, aportadas por fundaciones, empresas o particulares. Dicha complejidad refleja, dentro de la política cultural estatal conjunta de la República Federal de Alemania, la diversidad de tareas encomendada a la Biblioteca Juvenil Internacional. Libros, archivos, eventos organizados, exposiciones y publicaciones se organizan al hilo de tres programas: colección y fomento de literatura internacional para niños y jóvenes, proyectos extraescolares de educación literaria dirigidos a niños y adolescentes, apoyo a proyectos de investigación.
Un archivo de identidad cultural
La entidad ha ido formando a lo largo de casi 70 años unos fondos con 600.000 libros infantiles en más de 130 idiomas; el núcleo esencial, como manda la tradición, lo constituyen aquí los títulos recién publicados que donan constantemente editoriales de todo el mundo. Para no pocas regiones del mundo que carecen de infraestructura fiable en cuanto a creación, difusión y registro de datos de su literatura infantil y juvenil, los fondos de la IJB son también un archivo de su identidad cultural. En el mercado literario mundial, la colección de la IJB –más el programa de recomendaciones White Ravens– sirve como ayuda orientativa en torno a tendencias, temas y calidad de la literatura para niños y jóvenes.
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Foto (Ausschnitt): © IJB
Malerisch – die Internationale Jugendbibliothek in Schloss Blutenburg
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Foto (Ausschnitt): © IJB
Reges Kommen und Gehen im Schlosshof
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Foto (Ausschnitt): © IJB
Dauerausstellung im James-Krüss-Turm
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Foto (Ausschnitt): © IJB
Kurzfilme machen in der Reihe „Buch auf - Film ab“
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Foto (Ausschnitt): © IJB
Lesesaal
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Foto (Ausschnitt): © IJB
Ausstellung in der „Schatzkammer“
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Foto (Ausschnitt): © IJB
Bücherkoffer für kleine Leser
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Foto (Ausschnitt): © IJB
ABC-Workshop
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Foto (Ausschnitt): © IJB
Das Bilderbuchzimmer
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Foto (Ausschnitt): © IJB
Lyrikmatinee
Transmitir el atractivo de la literatura y los libros
Los históricos edificios del Palacio Blutenburg, en el distrito muniqués de Obermenzing, albergan una biblioteca para niños y jóvenes con cerca de 30.000 volúmenes de origen internacional. En sus salas, y a través de seminarios, talleres y proyectos artísticos, los jóvenes ponen a prueba la capacidad de la diversidad literaria para enriquecer nuestra experiencia y sentimientos, tarea en la que cuentan con la colaboración de escritores y artistas deseosos de experimentar, pedagogos y otros expertos. Los niños y adolescentes son también el destinatario para el que están pensadas las exposiciones permanentes dedicadas a escritores alemanes, presentadas con criterio museológico pedagógico: el Museo Michael Ende, la Torre James Krüss-Turm y el Cuarto Erich Kästner. La colaboración con jardines de infancia y centros escolares aseguran aquí las visitas y el éxito.
Al mismo tiempo, la Biblioteca Juvenil Internacional asume tareas en el campo de la investigación, centradas en promover la internacionalización del bien cultural “libro infantil” y atender las necesidades de los representantes alemanes de dicha internacionalización. Entre las tareas de esta área de trabajo se cuentan una biblioteca especializada de 30.000 títulos de literatura científica internacional, más de 100 revistas especializadas, la labor de archivar legados de escritores y un programa de becas. La IJB basa su trabajo también aquí en donativos en especie entregados por editores y autores.
Un organismo vivo y democrático
En organismos tanto nacionales como internacionales, la IJB, en su calidad de entidad neutral sin vinculaciones mercantiles ni políticas, representa los diversos intereses comunes de la literatura infantil y juvenil internacional: el respeto de los derechos del niño, la libertad artística para la infancia y con la infancia, la promoción de condiciones marco beneficiosas para la literatura en los ámbitos político, económico y educativo. Es una ardua misión que siempre hace falta repensar y poner de nuevo en práctica. La Biblioteca Juvenil Internacional no es un palacio lleno de libros sumido en un sueño apolítico, ni tampoco un depósito administrado según algoritmos, sino un organismo viviente, con acceso regulado democráticamente a una parte importante del arte y la ciencia.
Desafíos del futuro
Para que prosiga el desarrollo de la entidad y sus áreas de trabajo, la IJB necesita seguridad en la planificación y una definición clara de su lugar en el panorama cultural de la República Federal de Alemania. En cuanto a los soportes, los hábitos se transforman: pensemos en la evolución inabarcable que presenta la literatura infantil y juvenil en formato multimedia, a cuyas ofertas y su recepción en la IJB habrá que dedicar más atención en el futuro. Otro problema lo forman aquellas partes del mundo en las cuales no se vislumbra, en un futuro cercano, el libre acceso a libros infantiles y juveniles que acompañen a las personas de corta edad en su camino a una existencia autodeterminada. Las transformaciones geopolíticas y sus consecuencias para la orientación internacional con que la IJB enfoca su fomento de la literatura exigen nuevas formas de colaboración.
“Childhood is local”: la infancia es un proceso que acontece allí donde haya niños, también si son refugiados afectados de desarraigo. Y esa es otra más de las razones por las que la IJB tiene la intención de ampliar más a las claras sus actividades, para que abarquen desde ofertas locales como el cine con libros ilustrados para preescolares, hasta la representación de intereses concretos en la red global en favor de la literatura infantil y juvenil. Entre las tareas se encuentra también el acceso digital a datos y documentos. La transparencia y un mayor acceso a colecciones y archivos contribuirá a la democratización del soporte “libro infantil”. La labor de la IJB hace de la entidad un sismógrafo de la importancia que se concede a la infancia y la juventud.