Entrevista con Sascha Lobe
“El diseño gráfico se libera de nuevo”

El diseñador gráfico Sascha Lobe asesora en todo el mundo a famosas marcas e instituciones culturales, y tanto puede ser Adidas como la Bauhaus. En esta entrevista cuenta cómo se ha transformado el diseño visual o en comunicación y qué proyectos le parecen particularmente interesantes.

De Romy König

Usted trabaja de diseñador gráfico desde hace más de veinte años. Con su agencia de comunicación ha asesorado a grandes marcas como Daimler, Adidas y Hugo Boss, y también ha realizado proyectos para instituciones del arte y museos. Desde su perspectiva, ¿que transformaciones ha sufrido el diseño gráfico en los últimos años? 
 
Hoy el diseño gráfico tiene muchas menos restricciones. Por un lado, los medios de producción se han transformado. Muchas cosas para las que antes se necesitaba una tecnología muy profesional o un especialista formado, por ejemplo, un tipógrafo, ahora las puede hacer el diseñador gráfico por sí mismo. Programas de fácil manejo le permiten editar videos, incorporar música y desarrollar sus textos. El diseño gráfico es tremendamente multifacético. Se ve mucho minimalismo, blanco y negro, sobre todo en la tipografía. Por otro lado, se trabaja con imágenes imponentes, hoy se ven unos collages opulentos y llenos de color. Pasa un poco como en la moda, los grandes modelos y corrientes se han disuelto, predomina la expresión individual.

El diseñador Sascha Lobe trabaja con su estudio L2m3, en Stuttgart, para marcas internacionales e instituciones culturales. Desde hace poco, además, es socio del estudio de diseño londinense Pentagram. Es docente de Tipografía en la Escuela de Diseño de Offenbach. | Foto: © Sascha Lobe Usted ha realizado trabajos para clientes e instituciones internacionales muy diferentes. ¿Qué proyecto le pareció el mayor desafío?
 
Especialmente interesante fue –y sigue siendo– nuestro trabajo con el Archivo Bauhaus de Berlín. Estamos desarrollando una nueva identidad visual, es decir, una nueva imagen. Un proyecto difícil del cual era muy fácil salir mal parado. 
 
¿Por qué? 
 
Porque la Bauhaus es un verdadero mito. Y con los mitos siempre pasa lo mismo, todo el mundo tiene su opinión al respecto y cree saber hacerlo mejor. Nosotros nos lo tomamos como un gran desafío, ¿cómo podíamos resumir la imagen de la Bauhaus y transmitirla sin resultar históricos? ¿Cómo trasladar al año 2018 lo que representa la Bauhaus, incluidas sus ideas de diseño de 1919? 
 
¿Cómo inició el encargo? 
 
Analizamos al detalle la tipografía y el diseño gráfico de la Bauhaus, deconstruyéndolos y volviéndolos a articular. Un ejemplo: partiendo de una fuente tipográfica del diseñador de la Bauhaus Herbert Bayer, en tanto que la suavizamos, conseguimos configurarla de un modo más funcional. Después, estudiamos qué reglas seguían otras fuentes desarrolladas por la Bauhaus. Las reelaboramos y las adecuamos, de forma que conseguimos agregar más de quinientos “glifos alternativos” a la fuente original. Se trataba de desarrollar un lenguaje gráfico que pudiese reconocerse inequívocamente como de la Bauhaus, pero con una forma contemporánea.

La Bauhaus simboliza una concepción del diseño muy alemana. ¿Qué se está haciendo ahora en otros países en diseño gráfico? 
 
Es interesante echar un vistazo a lo que se hace en Asia. En los últimos años, Corea del Sur ha estado muy activa. Se detectan fuertes referencias al llamado “estilo suizo”, que tuvo su momento en los años cincuenta y sesenta. En esa época, el aspecto y el método eran de corte estricto y sistemático, el orden y la funcionalidad regían el diseño. Los coreanos se inspiran en este diseño y crean una base artesanal que luego tiñen de su optimismo asiático y le dan un toque del “todo vale”. Así surge una interesante mixtura estilística que, a su vez, vuelve a tener influencia sobre el diseño europeo. 
 
¿Se cristalizan nuevos estilos también en países europeos? Quizá Italia sea un buen ejemplo, ¿no estuvo usted este año en el festival Torino Graphic Days como ponente invitado?
 
No, no identifico tendencias locales. De hecho, no creo que ni siquiera exista un estilo europeo. Lo que se diseña en los Estados Unidos no se diferencia de lo que se hace en Europa. Desde hace décadas no existen las fronteras.
 
¿Hay algún proyecto, un encargo ideal que le gustaría realizar? 
 
Me gustaría renovar la imagen del Premio Nobel, pero de forma meditada, habría que encontrar una imagen inequívoca y bien lograda. Podría ser un buen desafío. Pero prefiero no andarme por las nubes, de hecho nos ocupa un encargo apasionante para la Biblioteca Nacional de Luxemburgo, la concepción y el diseño del sistema de señalización y rotulación del nuevo edificio, un encargo estupendo de verdad. Para ser sinceros, el proyecto ideal siempre es el que está por venir.