Fabián Barba
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Fabián Barba
Fabián Barba | Foto: privat

Bruselas fue la primera estación del bailarín ecuatoriano Fabián Barba en Europa. Actualizar la danza de los años 30 es una de las motivaciones de su trabajo.

Si la migración suele ser por lo general el resultado de circunstancias vitales o del entorno actuales y de fuerza mayor, el caso de Fabián Barba, nacido en 1982 en Quito/Ecuador, constituye una excepción. Barba ya era bailarín profesional en su país natal y estudiaba además literatura y teatro cuando se trasladó a Bélgica, inicialmente como alumno invitado por un semestre.

El objetivo de Barba era ampliar sus horizontes artísticos en la famosa escuela P.A.R.T.S. de Anne Teresa De Keersmaeker, concebida como un centro de investigación y entrenamiento de artes performáticas. El ecuatoriano realizó finalmente la formación completa de cuatro años y hasta la fecha vive en Europa, trabajando con su formación Busy Rocks.

Sin embargo, y yendo en contra del canon estético imperante durante sus años de estudios en Bruselas, Barba se interesó por el trabajo de íconos de la historia de la danza. A diferencia de sus compañeros, no se rió cuando les mostraron por primera vez el solo de Martha Graham Lamentation. Las imágenes despertaron más bien su interés por la danza de la época en torno a los años 30, especialmente por el estilo de Mary Wigman: ¿qué había motivado a esas artistas a encontrar y mostrar esos movimientos? ¿Por qué parecían hoy en día pasados de moda?

En 2009 Barba estrenó A Mary Wigman Dance Evening/Una noche de danza con Mary Wigman, y del día a la mañana se convirtió en una estrella de la danza contemporánea y en un referente de su entusiasta interés por cuestiones históricas. Pero no debe pensarse que Barba aborda su trabajo desde una motivación arqueológica, lo que el coreógrafo busca, partiendo de una fuente de inspiración histórica, es la creación de una estética del aquí y el ahora.

En su solo A Personal Yet Collective History, Barba aborda en 2011 el origen de su propia biografía dancística, que también estuvo influenciado de manera indirecta por bailarines y bailarinas de la gran migración de los años 30, y por los primeros textos que él leyó sobre Mary Wigman, que se referían a sus giras por EEUU en 1931 y 1932. Tras la crisis financiera de 1929, Wigman realizó diversos giras por el país para recuperarse de la debacle económica. Si la migración suele ser por lo general el resultado de circunstancias vitales o del entorno actuales y de fuerza mayor, Barba constituye una excepción, una historia de casi cien años es la brújula que guía sus pasos por el ancho mundo.


„A Mary Wigman Dance Evening“ (2012)