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Sobre el cine de Willy Hans
Qué hacer con la incomodidad

Fotograma de “The Satanic Thicket – Three” de Willy Hans, 2017
Fotograma de “The Satanic Thicket – Three” de Willy Hans, 2017 | Foto (detalle): © Willy Hans

Repasamos la filmografía del cineasta, con cuatro cortometrajes en su haber mostrados en la edición 2021 de Filmadrid.
 

De Miguel Muñoz Garnica

Con un lento paneo, la vista pasa de una casa rural a un arbusto, que se nos muestra antes de cortar a un plano subjetivo: una toma casi cenital de un tazón con cereales y leche. Con estos dos planos se abre la primera parte de The Satanic Thicket, (Das satanische Dickicht – Eins, 2014), el primer cortometraje de Willy Hans. La aparición del arbusto llega significada por el título (en español: el arbusto satánico), que define la atmósfera entre lo funesto y lo absurdo que caracteriza al filme. Asimismo, el encabalgamiento de vistas entre esta suerte de panteísmo siniestro y un pedazo de cotidianeidad familiar van estableciendo una búsqueda de algo invisible. La cámara de Hans, siempre en mano y con la peculiar textura del 16mm, se mueve como un ente con vida propia que escruta las situaciones, y el montaje acota cuidadosamente las situaciones filmadas para enrarecerlas, sea por su prolongación –la manera en que devienen cómicos los ejercicios vocales de la madre protagonista–, sea por el corte preciso –gestos sin lectura clara que apenas quedan entrevistos en la brevedad de un plano y la mediación de puertas o ventanas.

El mal flotante

¿Qué es eso invisible que busca Hans? Si atendemos a lo satánico que invoca el título, algo parecido al mal, a una fuerza flotante que podemos nombrar para dar sentido a los pequeños actos de perversidad que observamos en los personajes. El mal, si queremos, como algo que porta el viento. Pero, y en esto Hans rompe con los rigorismos de un “cine de la crueldad”, no se trata de un concepto que aplaste las imágenes y determine los comportamientos. Sus personajes no son arquetipos al servicio de un discurso misántropo, sino seres capturados en instantes en los que la lógica de su –nuestro– mundo queda suspendida. Con ello, el cine del alemán abre las posibilidades de mirar a lo cotidiano sin preocuparse demasiado de qué hacer con ellas. Reír, pasmarse, inquietarse, o todo a la vez.
Fotograma de “The Satanic Thicket – Two” de Willy Hans, 2017 Fotograma de “The Satanic Thicket – Two” de Willy Hans, 2017 | Foto (detalle): © Willy Hans

“Unbehagen”

Las dos siguientes partes de The Satanic Thicket (2015, 2017) ensayan distintas aproximaciones a esta mirada extrañada, repitiendo algunos elementos estructurales y espaciales. Was wahrscheinlich passiert wäre, wäre ich nicht zuhause geblieben (Qué habría pasado probablemente si no me hubiera quedado en casa, 2020), por ahora el cuarto y último corto del cineasta, resulta aún más radical, hasta el punto de que en su último tercio abstrae no solo su relato sino sus imágenes a partir de la pequeña anécdota que la inicia –un grupo de amigos que se reúne en una casa, mientras en la calle se escuchan sonidos de una revuelta. En palabras del propio Hans, el término que mejor describe a su cine es unbehagen, la incomodidad, “dentro de un grupo o comunidad, la sensación de no encontrarse a gusto, los matices subliminales en esta interacción de encuentros interpersonales, a los que no es posible señalar de manera precisa, pero que son siempre perceptibles”.*

*Declaraciones recogidas en el libreto de Filmadrid 2021 dedicado a Willy Hans.
 

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