Acceso rápido:

Ir directamente al segundo nivel de navegación (Alt 3) Ir directamente al primer nivel de navegación (Alt 2)

“Amerasia”, Wolf-Eckart Bühler
Encuentros en Tailandia

Fotograma de “Amerasia” de Wolf-Eckart Bühler, 1985
Fotograma de “Amerasia” de Wolf-Eckart Bühler, 1985 | Foto (detalle): Wolf-Eckart Bühler © Red Harvest Films

El último largometraje del cineasta alemán, un documental con trazas de ficción, rastrea la huella que dejó en el país la presencia estadounidense a causa de la guerra de Vietnam.

De Miguel Muñoz Garnica

Más prolífico como crítico que como director de cine –desde 1972 se prodigó en las páginas de Filmkritik, una revista de la RFA–, Wolf-Eckart Bühler firmó apenas tres largos y seis mediometrajes. Su trabajo más conocido gira en torno al actor Sterling Hayden, a quien persiguió por media Europa buscando adquirir los derechos de sus memorias para realizar una película. De la adaptación de estas nació Der Havarist (i.e.: El Havarista) (1984), el segundo largo de Bühler y su única obra de ficción pura, en la que tres actores diferentes interpretan a Hayden en sus comparecencias ante el Comité de Actividades Antiamericanas. Pero, sobre todo, de las entrevistas con el actor norteamericano nacieron un par de piezas documentales, siendo la más conocida el largo Leuchtturm des Chaos (i.e.: El Faro del Caos) (1983), acaso el testimonio de su vida más valioso que dejó la antigua estrella.

Una película recuperada

La carrera del Bühler cineasta, pues, fue corta y cayó pronto en el olvido más allá de los réditos proporcionados por el recuerdo de Hayden. De ahí que su tercer y último largometraje, Amerasia (1985), desapareciera de la circulación y haya llegado a nuestros días apenas visto. Ahora, tras restaurarla el Filmmuseum de Munich, el estreno español en el festival Play-Doc testimonia la segunda vida que comienza para esta pieza. En esencia, un documental que aterriza en Bangkok y recorre múltiples localizaciones de Tailandia para mostrar la huella que dejó la presencia estadounidense desde la guerra de Vietnam. Sus testimonios nos cuentan como el país, aliado de los americanos, se convirtió no solo en su base aérea, sino en patio de esparcimiento para los soldados, como evidencian las calles plagadas de burdeles y clubs de striptease con cartelería en inglés que filma Bühler. Pero, sobre todo, como evidencian los múltiples niños “amerasiáticos” fruto de estos ambientes con los que se topa su cámara, que sufren tanto el desentendimiento de sus padres exmilitares como la marginación de sus paisanos por ser “extranjeros”.

Fotograma de “Amerasia” de Wolf-Eckart Bühler, 1985 Fotograma de “Amerasia” de Wolf-Eckart Bühler, 1985 | Foto (detalle): Wolf-Eckart Bühler © Red Harvest Films

Ficción en el documental

La gran particularidad de Amerasia estriba en que incorpora trazas de ficción a su dispositivo. John Anderson, el protagonista, se interpreta a sí mismo como veterano de Vietnam, cuya errancia por Tailandia en pos de un visado para volver al país donde combatió –he aquí la excusa ficcional– sirve de hilo conductor para los múltiples testimonios de expatriados americanos, mujeres tailandesas y niños de orígenes mixtos que la vertebran. Con ello, Bühler reinventa los recursos típicos del documental –bustos parlantes, testimonios historicistas, tomas callejeras…– para estructurar una película-diálogo, una serie de encuentros sobre un protagonista que, como lienzo en blanco que es, integra en su ser todas las experiencias que le son contadas. De ahí que Amerasia, mucho más que un alegato de cualquier tipo, sea una cinta sobre la alegría del encuentro personal.

Top