Se investiga la procedencia de las obras de arte
La herencia colonial

El Humboldt-Forum, proyectado en el 2020, acogerá piezas de exhibición no europeas, favoreciendo el encuentro entre culturas. Pero ¿qué actitud adoptan las instituciones culturales alemanas y europeas frente al delicado tema de la restitución de la herencia colonial? ¿Es lícito el derecho de poseer y exhibir bienes culturales de otras partes del mundo?
En breve, el Foro Humboldt de Berlín abrirá sus puertas. Hasta ahora, las colecciones no europeas de los museos estatales de Berlín se alojaban en el barrio, algo apartado, de Dahlem, lejos de las atracciones turísticas de la capital. A partir de 2020 podrán verse en el reconstruido Stadtschloss, el Palacio Real de Berlín. Con su rico acervo, la Isla de los Museos de Berlín se convertirá en escenario universal de las culturas del mundo, aunque dicho proyecto sea a su vez sumamente polémico. Sobre todo, debido a una nueva sensibilización frente al trato de las reliquias heredadas del período colonial: ¿cuál sería la mejor forma de presentar estos objetos? Y, aún más, ¿cómo es posible que llegasen a ser posesión de una institución europea?
La cuestión de cómo los museos europeos deberían tratar los objetos coloniales de otras culturas conlleva desde hace algún tiempo acalorados debates. En Alemania, la discusión estalló con ocasión de la proyección del Foro Humboldt en Berlín. En 2017, la historiadora de arte Bénédicte Savoy renunció al comité asesor de dicho foro alegando incluso algún reproche, dado que comparó el nuevo museo con el reactor de Chernóbil: tratar de tapar una sangrienta injusticia con un mero manto de plomo. Savoy cuenta entre los consejeros del presidente francés, que se dispone a realizar numerosas restituciones en los próximos años (es decir, que devolverá bienes culturales no europeos a sus países de origen).
La investigación de la procedencia: una herramienta limitada
Muy posiblemente, la investigación de la procedencia de las obras de arte ayudaría a clarificar este asunto en parte. Esta rama relativamente nueva de la historia del arte reconstruye la historia del origen de los objetos de arte. Con esta información –y esa es la esperanza– podría averiguarse si llegaron a ser una posesión de las instituciones culturales de forma legal o ilegal. En 2018 el Deutsches Museumsbund (Asociación de Museos Alemanes) publicó una guía del tratamiento de los objetos adoptados en el período colonial, a pesar de que sus mismos autores a su vez indicasen la falta de un fundamento legal para restituir dichos controvertidos objetos.
Como disciplina científica es, es imposible que la investigación de la procedencia cumpla con todas las expectativas depositadas en ella. Examinar el origen de las fuentes lleva su tiempo y no obtiene conclusiones inequívocas. Además, no todos los objetos expuestos en los museos denotan un trasfondo colonial inmediato ni de lejos. Algunos de los casos más controvertidos y famosos tienen que ver con ciertas transacciones legales acaecidas en tiempos de paz. A salvo están por tanto, el caso de Nefertiti, un busto egipcio que se expone en la Isla de los Museos, o el de los Mármoles de Elgin, una colección de estatuas de mármol de la Acrópolis de Atenas que hoy pueden verse en el Museo Británico de Londres.
Parte de un pasado común
Nuestra relación con los antiguos territorios coloniales es un problema imposible de resolver desde el ámbito museístico. Exceptuando algunos pocos casos inequívocos, el debate de la restitución requiere una decisión política entre intereses y opiniones contrapuestos, e igual de irreconciliable es la actitud que adoptan los actores implicados. Horst Bredekamp, uno de los directores fundadores del foro Humboldt, expresa su descontento de esta manera: “Lo que se debate actualmente no es la correcta valoración de las obras expuestas de otras culturas, sino la culpa hipostasiada de poseerlos”. Por su parte, Bénédicte Savoy exige la redistribución: “No se trata de si esos objetos llegaron a Europa de modo legal o ilegal. Se trata de una distribución más justa, más correcta de la herencia cultural en las regiones de las que proceden esos objetos.”