Alex Baczyński-Jenkins es artista y coreógrafo y trabaja en torno a los afectos queer, la encarnación y la sensualidad. A través de gestos, colectividad, contacto y conexión, su práctica despliega estructuras y políticas del deseo.
Sus exposiciones anteriores incluyen, entre otras: Kunsthalle Basel, Suiza (2019); Foksal Gallery Foundation, Varsovia (2018); y Chisenhale Gallery, Londres (2017). Baczynski-Jenkins también presentó sus obras en la 58ª Exposición Internacional de Arte – La Biennale di Venezia, Venecia (2019), en el Stedelijk Museum, Ámsterdam (2019), en el Migros Museum für Gegenwartskunst, Zúrich (2018), en el Palais de Tokyo, París (2017), en el Museo de Arte Moderno, Varsovia (2017), en el Swiss Institute Contemporary Art, Nueva York (2016), en el Muzeum Sztuki, Łódź (2016) y en la Liste Basel (2014). Es cofundador del espacio de proyectos feminista y queer Kem en Varsovia. Entre 2012 y 2013 fue becario del Home Workspace Program en Beirut. En 2018 recibió el Arts Foundation Award y el Frieze Artist Award.
SOBRE LA RESIDENCIA Y EL PROYECTO
El Goethe-Institut Madrid apoya esta actuación itinerante, que se ha desarrollado, entre otros, en colaboración con el Kunstverein Düsseldorf, el Kölnischer Kunstverein y las ruinas del monasterio de Berlín, Disappearing Berlin - Schinkel Pavillon. Además, el proyecto ha sido financiado por la Red Nacional de Performance (NPN) - Fondo de Coproducción de Danza, que cuenta con el apoyo de la Comisionada del Gobierno Federal de Alemania para Cultura y Medios.
La performance está cofinanciada por el Ministerio de Cultura y Patrimonio Nacional de Polonia y el Instituto Adam Mickiewicz en el marco del programa cultural internacional durante la Presidencia polaca del Consejo de la UE 2025. El artista Alex Baczynski-Jenkins llega a Madrid gracias a Réplika Teatro.
Unending love, or love dies, on repeat like it's endless reflexiona sobre las relaciones entre el deseo, la danza, el amor (como comunidad), la pérdida y el tiempo. La coreografía transita por los estados perceptivos en el umbral entre el duelo, la esperanza y la celebración. Una escucha luminosa que surge del duelo y aborda el estado de transición de la vida a la muerte. Los significados y percepciones se intensifican, se disuelven y se fragmentan, mientras la coreografía inventa microgramáticas de las conexiones. La pieza manifiesta formas relacionales de estar con y para los demás, a pesar y en resistencia a las abrumadoras arquitecturas de la violencia.
La obra se presenta en diferentes configuraciones de uno a cuatro intérpretes. La coreografía tiene una duración de dos horas y el público puede entrar y salir libremente.