Mundos pequeños
Exposición | Exposición de Wolfgang Nocke | Inauguración: 7 de noviembre
-
Goethe-Institut Barcelona, Barcelona
- Precio Entrada libre
Para clasificar la obra de Wolfgang Nocke, casi bastarían dos términos: el juego y lo lúdico como fuente de inspiración. A pesar de los prejuicios intelectualistas, Wolfgang Nocke abraza la maravilla y el asombro y se pone gafas de color de rosa sin remordimientos de conciencia. Andrè Breton habría aplaudido sin duda esta audacia ingenua y esta seguridad en sí mismo. Lo maravilloso es siempre bello, no importa qué maravilloso sea bello. Sólo lo maravilloso en sí es bello».
La carrera de Wolfgang Nocke ha ido a contracorriente de lo habitual. Muchos mejoran su representación pictórica hasta la forma real, a-descriptiva; él partió de la abstracción geométrica para contrarrestar la tentación del arte figurativo. Nocke ve en ello una dimensión suplementaria de la música desligada de lo plástico. Por otra parte, parece que esta longitud de onda recién encontrada está destinada a acompañar una
forma de energía vital que está por encima de todo derrotismo. Una «magia blanca» actúa en la sencillez luminosa. Casi se podría decir que estos colores ligeramente atrevidos se transforman en sabor, olor, sonido... Contrariamente al contenido tradicional, «oscuro» ya no significa «malo» en la obra de Nocke. Más bien, la noche representa el tiempo de los sueños, el despliegue de la creatividad.
La forma animal aparece una y otra vez en su obra. Los gatos, elefantes y peces de Nocke no son jeroglíficos, en el sentido de que hayan tomado forma por hábito mental, sino formas habitadas por un espíritu familiar, los fosfenos, fuertemente dotados de alma; seres intangibles de luz.
La carrera de Wolfgang Nocke ha ido a contracorriente de lo habitual. Muchos mejoran su representación pictórica hasta la forma real, a-descriptiva; él partió de la abstracción geométrica para contrarrestar la tentación del arte figurativo. Nocke ve en ello una dimensión suplementaria de la música desligada de lo plástico. Por otra parte, parece que esta longitud de onda recién encontrada está destinada a acompañar una
forma de energía vital que está por encima de todo derrotismo. Una «magia blanca» actúa en la sencillez luminosa. Casi se podría decir que estos colores ligeramente atrevidos se transforman en sabor, olor, sonido... Contrariamente al contenido tradicional, «oscuro» ya no significa «malo» en la obra de Nocke. Más bien, la noche representa el tiempo de los sueños, el despliegue de la creatividad.
La forma animal aparece una y otra vez en su obra. Los gatos, elefantes y peces de Nocke no son jeroglíficos, en el sentido de que hayan tomado forma por hábito mental, sino formas habitadas por un espíritu familiar, los fosfenos, fuertemente dotados de alma; seres intangibles de luz.
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Roger de Flor, 224
08025 Barcelona
España
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