Exposición Grace Schwindt

Llevar una casa, construir una ciudad, liderar una revolución. Una exposición en tres actos

Del 19 de febrero hasta el 15 de mayo 2016, el Museo de Arte Contemporáneo de Vigo presenta en colaboración con el Goethe-Institut Madrid la exposición comisariada por Agar Ledo Arias y Gillian Park de Grace Schwindt: Run a Home, Build a Town, Lead a Revolution. An Exhibition in Three Acts [Llevar una casa, construir una ciudad, liderar una revolución. Una exposición en tres actos].

No resulta fácil enmarcar el trabajo de Grace Schwindt (Alemania, 1979) en una sola categoría, pero tampoco se debe pretender hacerlo porque su obra intenta, precisamente, cuestionar la sistematización o estandarización que rige la sociedad moderna. A través de sus películas, performances, dibujos, esculturas y textos, Schwindt analiza el papel que juegan los cuerpos, el lenguaje y los objetos en la construcción de la historia y la memoria. Su trabajo supone una crítica a los sistemas establecidos, cuestionando también la supuesta libertad individual que propugna el capitalismo, así como el código moral que rige sus formas de actuar. Mediante la deconstrucción de estos sistemas de poder —el aparato familiar, la comunidad, el Estado o los sistemas de creencias—, la artista rechaza una aceptación irreflexiva de la realidad e invita a pensar en cómo se generan las estructuras sociopolíticas a las que pertenecemos. ¿Cómo conviven en un mismo sistema estas diferentes formas de representación y cómo se relacionan entre sí? ¿Quién cuenta la historia, cómo y por qué? ¿Somos conscientes de cómo se diseñan las estructuras sociales en las que convivimos?

El uso de recursos procedentes del ámbito del teatro, la danza o la música, y la utilización de una metodología de estudio próxima a la microhistoria o a la del historiador benjaminiano —que desmonta los modos establecidos de contar el pasado—, son algunas de las dinámicas presentes en el proceso creativo de Grace Schwindt, que a menudo se origina a partir de conversaciones y entrevistas con activistas, políticos o familiares, delegando en los otros la selección de los relatos: “Rechazo asumir el papel de testigo o de autoridad a la hora de decidir a quién dar voz,”, cuenta la artista. Su proceso de trabajo no se puede separar, pues, del posicionamiento crítico que ha defendido desde sus primeras películas y performances, en las que formulaba una revisión de la historia reciente alemana a partir de historias cotidianas o singulares que nos muestran cómo las narrativas personales afectan a las narraciones de lo colectivo, evidenciando cómo las relaciones sociales se conforman a través de actos de exclusión y destrucción.
 
Tal y como ocurre en sus anteriores trabajos, en los que se intuye la influencia de la tradición teatral dialéctica de Bertolt Brecht, esta exposición posee un alto componente performativo. En Run a Home, Build a Town, Lead a Revolution. An Exhibition in Three Acts [Llevar una casa, construir una ciudad, liderar una revolución. Una exposición en tres actos] Schwindt parte del impacto que la industria petrolera ha tenido en la modificación del entorno y plantea una reflexión sobre la magia, las creencias o el capitalismo como formas de organización social. La relación entre capitalismo y moral, la fantasía de la inmortalidad, la representación del cuerpo despojado de los roles de género, el mar como espacio político e idealizado y la alusión a mundos que existen más allá de la muerte son algunas de las narrativas que confluyen en la exposición, cuyo título surge de la investigación sobre la representación de la mujer en el folclore y, más concretamente, en las leyendas sobre la ‘Moura’, figura fundamental de la tradición gallega y portuguesa que, aunque posee poderes sobrenaturales que le permiten construir megalitos, será incapaz de liderar una revolución. Esto supondría alterar el orden que los mitos y leyendas se encargan de preservar.

El trabajo de Schwindt desmonta los sistemas establecidos, tanto los que forman parte de la organización social, como los sistemas de creencias o los políticos. Y con ello pretende mostrar que nada de lo que los conforma es neutral, sino que responde a ciertos esquemas dibujados desde las estructuras de poder. Una exposición, como sistema institucionalizado, tampoco es neutral. Se plantea como una coreografía en la que la relación entre los objetos —entendiendo al visitante como tal— genera en sus activaciones múltiples subjetividades.

*La exposición se completa con un ciclo retrospectivo de películas que se podrá ver en la Biblioteca-Centro de documentación del MARCO.
 
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