Exposición comisariada por Herman Bashiron Mendolicchio
Con:
Penelope Umbrico, Anselm Kiefer, Alejandro Cartagena, Fabrizio Contarino, Tom Carr, Clemens Wilhelm, Miguel Azuaga, Rachel Labastie, Waqas Khan, Pietro Ruffo, Simon Faithfull
Todo fluye y todo vuelve.
El debate sobre la esencia y la definición del tiempo ha fascinado a filósofos, científicos y a todo tipo de pensadores a lo largo de la historia de la humanidad. Entre los diversos principios, mediciones e interpretaciones del tiempo -concebidas por diferentes visiones religiosas, filosóficas o científicas-, las más conocidas son las lecturas lineales y cíclicas.
Esta exposición reflexiona sobre el concepto de “viaje cíclico”, sobre visiones y movimientos circulares y elípticos, y sobre aquellos fenómenos y experiencias (a veces predecibles, a veces no) que tienden a repetirse.
La constante rotación de la Tierra alrededor del Sol, el inexorable ciclo de vida y muerte, las reiteraciones de la historia, las migraciones periódicas, las civilizaciones en ascenso y caída, los ciclos económicos, los incesantes procesos de creación y destrucción, la repetitiva sucesión de guerras y paz, las cosmologías, los viajes de ida y vuelta realizados por multitud de gente a través de todas las épocas, o incluso las rutinas diarias, son algunas de las realidades que dan forma al concepto de "viaje cíclico". El proyecto quiere enfatizar la intensa, intrínseca, inevitable ciclicidad que afecta a todos los seres humanos.
Los movimientos cíclicos y lineales se entrelazan. Los ciclos -pequeños o grandes, personales o colectivos- se multiplican constante e inexorablemente. ¿Hay algún destino final del viaje cíclico?
Todo fluye y todo vuelve.
33,634,297 Suns from Sunsets from Flickr (Partial) 7/24/17
| © Penelope Umbrico
Con su cálida y brillante composición de atardeceres tomados de Flickr,
Penelope Umbrico aborda la creciente práctica de archivar y compartir en la era de Internet.
33.634.297 Suns from Sunsets from Flickr (Partial) 7/24/17 -el título de la instalación presentada aquí en Barcelona- es una serie de fotografías que la artista recopiló de la web y luego recompuso en un mosaico de soles multitudinarios.
La pieza muestra la continua repetición de puestas de sol que, día tras día, alrededor del mundo, marcan el ritmo de la vida. Esta imagen colectiva y multiplicada recuerda nuestro movimiento constante en la tierra, y la puesta del sol misma se convierte en un símbolo de este ciclo cuando el día se rinde a la noche. El tema, el sol, es definitivamente el emblema más potente de la salida y el retorno eternos.
Speck of Light III
| Courtesy Sabrina Amrani Gallery, Madrid
En el políptico de
Waqas Khan,
Speck of Light III, los elementos repetitivos en patrones lineales oscilantes establecen múltiples direcciones y crean ritmo visual. La composición eléctrica y dinámica parece seguir un camino de iluminación. Curvas delgadas pero resueltas bailan en la superficie del papel, que se convierte en el escenario desde el cual las formas giratorias generan un profundo sentido de musicalidad mística. La influencia del sufismo, las imágenes metafóricas de los derviches giratorios, y el simbolismo del ritual Sama, se condensan en la pieza. El políptico se convierte en un viaje complejo que requiere escuchar.
Courtesy Galerie Analix Forever, Geneva
Djelem Djelem, de
Rachel Labastie, presenta uno de los signos y herramientas más significativos del movimiento: la rueda. Una rueda de carro de mimbre, fijada a la pared, gira lentamente evocando el "viaje cíclico". Habla del nomadismo, del movimiento imparable del tiempo y de inmediato despierta todas las connotaciones asociadas con tal emblema. La naturaleza errante del hombre, la evolución del desarrollo mecánico, así como los símbolos espirituales -como la rueda del Dharma- vienen a la mente mientras se observa el movimiento cíclico sin fin de la obra.
© Simon Faithfull
El vídeo
Going Nowhere 1.5, el tercero de una trilogía de
Simon Faithfull, presenta un paseo en una pequeña isla de arena en el Mar del Norte. El artista, inmerso en un ambiente de ensueño e inusual, sigue las huellas en espiral del agua del mar mientras, gradualmente y sin cesar, éste empapa y cubre la arena seca de la pequeña isla. El círculo de la vida se estrecha, la dirección final y el punto final de nuestro viaje parecen estar determinados por factores externos, el cuerpo desaparece y la pequeña isla se desvanece a través de la secuencia de olas. La vídeo-performance aborda los límites del hombre en la naturaleza, así como el inevitable ciclo de aparición y desaparición de la tierra y la humanidad.
© Giorgio Benni
Las obras de
Pietro Ruffo se caracterizan principalmente por la superposición de diferentes técnicas, capas de dibujo, mapeos y recortes, así como diferentes historias y narraciones. En su serie
Migrations, el artista se inspira en el trabajo de geógrafos, cartógrafos y astrónomos, a través de viejos mapas que hablan de historia, conflictos y relaciones humanas. El fenómeno de la migración se ve desde varias perspectivas y se traslada a diferentes planisferios que fusionan el pasado, el presente y el futuro. La percepción y la distancia -en tiempo y espacio- cambian drásticamente y el espectador se ve expuesto a una narración densa que rechaza visiones simplistas. Las migraciones, los viajes y los reasentamientos siempre han sido intrínsecos a la vida de todas las especies; esta obra revela tanto su recurrencia constante como la creciente interconexión de la humanidad.
© Miguel Azuaga
A partir de las experiencias de su propia familia, la obra de
Miguel Azuaga también trata de historias de migración e identidad. En el video
Just Wait, el artista se encuentra ante un paisaje nevado de montaña. La pieza rinde un claro homenaje al
Der Wanderer über dem Nebelmeer (1818) -una pintura del artista romántico alemán Caspar David Friedrich- y, sobre todo, se refiere a la migración del abuelo del artista de España a Suiza a la búsqueda de una mejor vida. Azuaga remonta metafóricamente el viaje de su abuelo, contemplando silenciosamente el horizonte infinito de este paisaje inalterado, tal vez pensando en su circunstancia similar, ya que también emigró de España al norte de Europa.
© Fabrizio Contarino
El mar es el protagonista indiscutible de las serigrafías de
Fabrizio Contarino.
Entre Aguas y Muros se refiere a las eternas connotaciones ambiguas del mar: un pasaje líquido que unifica las tierras, pero también una frontera natural y peligrosa que puede provocar la muerte y el rechazo. El artista comienza su obra a partir de una fotografía del Estrecho de Sicilia -un pasaje de 145 km entre Sicilia y Túnez; entre Europa y África- replicando y modificando la imagen para crear un movimiento imparable de olas distantes y cercanas. La pieza es atractiva y alarmante al mismo tiempo; su movimiento y la historia del estrecho mismo representan historias interminables de migraciones, encuentros y enfrentamientos.
Carpoolers, 2014
| © Alejandro Cartagena
La cámara de
Alejandro Cartagena captura el viaje cotidiano de los trabajadores que comparten vehículos en México. El viaje hogar-trabajo-hogar es simbólico de la rutina, del ciclo diario, de una forma de vida que tiende a la repetición. En
Carpoolers, a veces los mismos hombres reaparecen en diferentes camiones, o -a la inversa- los mismos camiones reaparecen en la carretera con diferentes hombres a bordo. La secuencia de fotos retrata rítmicamente los rutinarios y cíclicos viajes diarios de una creciente clase trabajadora que viaja a través de zonas urbanas en crecimiento incontroladas.
Tom Carr, Sense títol, 1991
| Courtesy Fundació Suñol, Barcelona
El círculo es una de las formas más representativas de la creación artística de
Tom Carr. Las pinturas presentadas en esta exposición tratan del simbolismo de círculos concéntricos, quizás deduciendo que la realidad está compuesta de diferentes capas de significado, conexiones y relaciones. Los discos comparten el mismo centro, pero las diferentes líneas de colores, las distintas tonalidades y el uso de la luz, expresan una visión de multiplicidad y diversidad contenida en la perfección de la forma. Este trabajo revela ciclos dentro de ciclos; y las huellas de los colores -que no buscan la extrema pureza o perfección- sugieren que hay desviación incluso en el movimiento circular, algún vacío secreto y algunas líneas de conexiones.
Simulacra
| © Clemens Wilhelm
En el marco de esta exposición, el vídeo de
Clemens Wilhelm SIMULACRA ofrece otra perspectiva del viaje cíclico. Filmada en el parque de atracciones "Window of the World" de Shenzhen (China), la pieza aborda temas relacionados con el turismo contemporáneo: el deseo de viajar, la ilusión de viajar sin cubrir la distancia, la quimera de tener todo el mundo a poca distancia. El fenómeno del turismo se ve a través de la lente de la repetición, la reproducción y la representación. El mundo se vuelve artificial y el viaje pierde su esencia, transformándose en puro espectáculo, simulacro e imagen.
Courtesy Fundació Sorigué, Lleida
El Pabellón Kiefer, situado en medio del complejo industrial y cantera "La Plana del Corb" del grupo Sorigué (Balaguer - Lleida), contiene tres inmensas e impresionantes obras de
Anselm Kiefer.
Für Velimir Chlebnikov (2005) se refiere a una de las teorías del poeta y pensador futurista ruso, Velimir Chlebnikov, afirmando que todas las grandes batallas se repiten cíclicamente cada 317 años;
Shevirath Ha Kelim (2009), recuerda el proceso de desintegración y propagación de las embarcaciones identificadas en las interpretaciones cabalísticas de la creación del mundo; ya través de la representación de las constelaciones, un tema recurrente en la obra de Kiefer,
Die 7 Himmelspaläste (2005) habla de la ascensión a Dios. La visita al Pabellón de Kiefer será un "viaje cíclico", planeado como parte de la exposición para el 7 de octubre.
Herman Bashiron Mendolicchio
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