Bernhard Wicki. Fotografías
Vuelve el
Festival Internacional de Fotografía - Latitudes 21 en su 10ª edición y al igual que en los últimos años, Latitudes 21 presenta trabajos de prestigio internacional del ámbito fotográfico.
En esta edición se presentarán por parte alemana en una exposición 40 trabajos fotográficos del extraordinario director y actor
Bernhard Wicki.
En la
Exposición mundial de fotografía en Lucerna, Wicki descubrió en 1952 las fotografías de la agencia Magnum, que había sido fundada unos años antes por Robert Capa, Henri Cartier-Bresson y otros. A Wicki le cautivó la fotografía de un soldado moribundo de Capa tomada en el año 1936 durante la Guerra Civil española: „Es la visión inmediata y sin adornos de la realidad [...] Esa es la esencia de las fotografías, que puedes ver algo en ellas. Y que, si son fotografías razonablemente buenas, no sólo son una imagen de la realidad, sino que también dejan espacio para la imaginación del individuo".
Wicki reconoció las posibilidades de la fotografía: "Siempre había considerado el cine y la fotografía como formas secundarias del arte y hasta entonces había vivido para el teatro y la pintura. En esta exposición, cayó como escamas de mis ojos, y lo supe desde el momento en que vi estas tomas: esto es lo que tengo que hacer en la vida. Salí de la exposición, fui a la tienda de fotografía más cercana, compré una Rolleiflex y telegrafié a Lippel, el entonces director del Teatro Estatal de Múnich, que necesitaba medio año de vacaciones y que, o bien me las concedía o bien rompía mi contrato. Me dio libre, fui a París y empecé a fotografiar como un hombre poseído".
Bernhard Wicki (1919-2000) no sólo fue un director y actor extraordinario: en la década de 1950 también creó una obra fotográfica, que fue preparando su trabajo como director de cine pero que a la vez llevaba una firma artística muy individual. Para Wicki, la fotografía fue el instrumento decisivo para expresarse visualmente. Sus fotografías fueron tomadas durante viajes por Alemania, Francia, Italia, Bosnia, Marruecos, África, Rusia, Austria, Norteamérica y su ciudad natal de Múnich. Wicki no estaba fijado temáticamente, fotografió todo lo que visualmente lo cautivó: gente en su aislamiento existencial, retratos sin adornos, ciudades desiertas y alienadas, pero también paisajes poéticamente distantes. Las fotografías dan una imagen vívida de la época posterior a los catastróficos acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial.
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