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Promoción de Lectura
Narración digital de historias en la sala de lectura

Medios digitales para una promoción de lectura contemporánea
Medios digitales para una promoción de lectura contemporánea | Foto (detalle): © pressmaster - Fotolia

Las bibliotecas son lugares que hacen posibles las asesorías y los encuentros personales. La oferta digital también debe promover las visitas de niños y jóvenes que por lo general no asistirían a estos lugares.

Señora Hartmann, ¿cómo pueden contribuir las bibliotecas al fomento a la lectura?

Creo que pueden hacer una contribución muy grande. Con esto me refiero no sólo al libre acceso a los libros impresos y la amplia gama de eventos que se ofrecen para visitantes de todas las edades. Las bibliotecas se definen desde hace mucho como lugares en los que es posible hallar toda la paleta de medios de la que se dispone hoy en día. Entre ellos se encuentran tanto los textos impresos en papel como los medios digitales. Y es justamente esta diversidad la que ofrece la gran oportunidad de llegar a aquéllos que tienen problemas con el medio clásico representado por los libros.

¿Qué significa eso en concreto?

Hace tiempo ya que las bibliotecas aprovechan la posibilidad de utilizar los medios digitales para un fomento a la lectura contemporáneo e innovador. Con ofertas multimedia se puede apoyar muy bien sobre todo a los niños para quienes el trato con los libros representa un desafío. En el marco de nuestro proyecto Leer te hace fuerte: La lectura y los medios digitales tratamos de concebir y llevar a la práctica precisamente este tipo de medidas.

¿De qué trata este proyecto?

Kathrin Hartmann Kathrin Hartmann | Foto (Ausschnitt): © dbv, Tristan Vankann Leer te hace fuerte es parte del amplio programa “La cultura te hace fuerte. Alianzas por la educación”, del Ministerio Federal Alemán de Educación e Investigación. Por primera vez se utilizarán fondos federales en un monto relativamente alto –230 millones de euros en un período de cinco años, de 2013 a 2017– para promover ofertas educativas y culturales extraescolares para niños y jóvenes que han tenido un acceso deficiente a la educación a nivel local. Con ese fin desarrollamos asociaciones e iniciativas para proyectos independientes que operan a nivel nacional, en las que se pueden reunir alianzas locales formadas por varios socios, que pueden solicitar apoyos.

La transmisión de competencia mediática

¿Cómo se pone en práctica este proyecto?

Pensamos cómo podríamos apoyar a aquéllos niños y jóvenes que no llegarían por sí solos a las bibliotecas y que hasta ahora no habían podido aprovechar las medidas existentes de fomento a la lectura. Para ello se desarrollaron cinco medidas para niños y jóvenes de entre 3 y 18 años de edad. Entre éstas se encuentran la proyección digital de películas sobre libros ilustrados para niños en edad preescolar, en la cual los niños usan los “lápices de audio”, con los que ellos mismos pueden descubrir los libros ilustrados. Si se tocan ciertas partes del texto con el lápiz, se escuchan informaciones complementarias.

¿Y para los niños de más edad?

Para los más grandes las medidas van ya más en la dirección de la competencia mediática y de información: ¿Qué posibilidades ofrecen los medios digitales de seguir profundizando lo leído? Y esto no se refiere únicamente a instrucciones para una investigación efectiva en internet. Por el contrario, se debe animar a niños y jóvenes a que usen su propia creatividad. Por ejemplo, al seguir contando una historia a través de diferentes medios o al crear una historia propia, ya sea escribiéndola o en forma de una foto-historia, que se puede desarrollar para una tableta.

¿Qué papel desempeñan aquí los medios digitales?

Un papel importante. Nuestras alianzas locales les ofrecen a jóvenes de entre 13 y 15 años la posibilidad de conocer un libro en el marco de una lectura local con el autor, y después tener un intercambio al respecto en internet a través de diversas plataformas de lectura social. De nuevo, aquí la idea es entrar uno mismo en acción, no sólo intercambiar por escrito las opiniones sobre un libro sino seguir urdiendo uno mismo una historia –a veces, en colaboración con otros–, es decir, en el fondo, ser un narrador digital de historias.

La lectura como una actividad social

¿No representa esto una demanda excesiva para niños quienes de por sí tienen dificultades con la lectura?

Es un desafío, sin duda. Pero a diferencia de lo que uno podría pensar, hemos observado en los niños unas ganas sorprendentes por escribir e inventar ellos mismos sus historias. Y esto es ideal para el fomento a la lectura, claro. A través de la propia escritura y del intercambio de opiniones sobre los textos, en el mejor de los casos surge un gran entusiasmo por la lectura. Los niños leen fuera del marco escolar, y se dan cuenta de que hay mucho por descubrir cosas cercanas a sus intereses. Los jóvenes además aprenden que la lectura es una actividad social. Leer no tiene que significar una actividad solitaria y ocasionalmente difícil que se hace en un rincón, sino que, gracias a los medios digitales, puede ser vivida en compañía y de diversas maneras.

La utilización de nuevos medios es muy controvertida entre los pedagogos. Junto con las posibilidades de motivación muchos ven el peligro de un agobio mediático. ¿Cuál es su posición al respecto?

Yo creo que la utilización de medios digitales sólo tiene sentido si no se convierte en un fin en sí mismo. En lugar de ello, debe representar un verdadero valor agregado. La transmisión de técnicas culturales clásicas como la lectura y la escritura sólo gana con los nuevos medios si éstos sirven para profundizar la experiencia lectora y no para favorecer la distracción y el mero consumo de contenidos adicionales.

¿Por ejemplo, enseñándoles a niños y jóvenes cómo utilizar un motor de búsqueda?

Sí, pero no sólo eso. Lo valioso en las bibliotecas como moderno lugar de transmisión de conocimientos  es también que aquí se reúnen en un solo espacio los viejos y nuevos medios de una manera sumamente armónica y efectiva. En la sociedad digital las bibliotecas son importantes espacios no comerciales que posibilitan la asesoría y los encuentros personales. Precisamente en una sociedad cada vez más digitalizada, en la que niños y jóvenes cada vez tienen que ver menos con los clásicos libros en su cotidianidad, ofrecen un entorno en el que también para los llamados “nativos digitales” puede resultar totalmente natural alzar la vista de su tableta e ir al librero más cercano para buscar un libro.

Kathrin Hartmann dirige el área de proyectos y programas en la Asociación Alemana de Bibliotecas y es coordinadora de la Red de Competencia para Bibliotecas  (KNB, por sus siglas en alemán). Es responsable de coordinar el proyecto Leer te hace fuerte: La lectura y los medios digitales.

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