Ciclo de cine La Red

Dir. Lutz Dammbeck, Farbe, 114 min., 2004

Documental en el que se pregunta a antiguos activistas de la contracultura de los años jipis y también a científicos actuales sobre el desarrollo de los ordenadores y de Internet. ¿Qué aporta a la sociedad humana el desarrollo ilimitado de la tecnología de la información?

Durante un viaje por Norteamérica conocemos a los gurús de lo que fue la contracultura de California, en la actualidad científicos de los semilleros intelectuales de Harvard, MIT, Yale y otras, y contemplamos en un bosque de Montana los vestigios de la cabaña en la que vivió el "tirabombas UNA", Ted Kaczynski, durante años. Este hombre constituye la auténtica figura central de la película. Sobre él hablan técnicos especialistas informáticos que en los años setenta comenzaron a edificar la red Internet, sobre él habla un especialista en software de Yale, por cierto sin ninguna pasión ya que para él las opiniones de un asesino no son interesantes. Con sus atentados con bomba Kaczynski causó la muerte de 3 hombres y heridas a otros 23 antes de que pudieran atraparle. El director del filme reproduce extractos de cartas que Kaczynski le había escrito desde la cárcel y en las que condenaba la tecnología por ser un riesgo para la humanidad.

La película aporta finalmente una imagen general de un país en el que ya durante la II Guerra Mundial y seguidamente trató de efectuar una colaboración entre los científicos y el Estado para analizar el comportamiento psicológico del hombre de cara a una educación democrática, país que, sin embargo, también desarrolló en los años sesenta y setenta una contracultura según la cual la experimentación con drogas, la vida alternativa y teoremas anarquistas conformarían un hombre distinto. Al mismo tiempo se desarrollaban el ordenador e Internet llegando a ser cada vez más los medios más importantes de nuestro tiempo.

Lutz Dammbeck nació en 1948 y estudió primero en Leipzig en la Escuela Superior de Artes Gráficas e Ilustración y, a partir de mediados de los setenta, empezó a realizar filmes experimentales que acabarían chocando abiertamente contra el canon estético de la burocracia cultural socialista, teniendo que abandonar en 1986 la RDA. En la actualidad es catedrático de Nuevos Medios en Dresde y trabaja también en Hamburgo.

Su última película "Das Meisterspiel" (El juego maestro, 1999), rodado con el mismo equipo (cámara, montaje, banda sonora) que "Das Netz" (La red) fue un filme documental sobre una acción de vandalismo iconoclasta que fue una "emocionante excursión sobre la modernidad y sobre sus euforias, sus crisis y sus contradicciones" (Enciclopedia del Cine Internacional) y cuya calidad radicaba más en plantear preguntas que en dar respuestas.

"Das Netz" cumple en realidad la misma función. En su viaje por América del Norte Dammbeck se plantea más preguntas que respuestas obtiene. La figura central de "Das Netz" es también una figura que se considera como una única pregunta a la humanidad y que pone radicalmente en cuestión nuestra civilización tecnológica: el tirabombas UNA (UN de university, A de airplane) Ted Kaczynski carga con tres vidas humanas en su conciencia y con 23 personas heridas en sus atentados. Al final de la película nos enteramos de que - gracias a un acuerdo entre la defensa - la fiscalía y el tribunal le condenan a cadena perpetua. Está claro que el director no comparte la opinión de un científico de Yale, que rechaza de plano toda discusión sobre las tesis antitecnológicas de Kaczynski por ser las tesis de un asesino. Sin este interés de Dammbecks no se podría comprender la búsqueda de una identidad espiritual de este hombre ni de su entorno.

El entorno es la Norteamérica de los años sesenta y setenta en los que se formaba una contracultura y en la que se daba una amalgama entre el hippie, el artista y el científico. Stewart Brand era uno de los gurús de entonces y autor del - en su momento - famoso libro "Whole Earth Catalogue" y sigue viviendo en la hermosa localidad de Sausalito, en la bahía de Oakland; en su entrevista considera que la herencia más importante de aquellas décadas es el sistema informático abierto simbolizado en la World Wide Web, en el cual el mercado de programas, el software, es libre. En las conversaciones con los activistas de entonces, pero también en las viejas y en las nuevas imágenes de la Ashbury Street de San Francisco, se evocan los tiempos "salvajes". Pero también vemos lo que ha quedado: librerías en las que se cultiva un anarquismo intelectual totalmente marginal.

La América auténtica piensa de una manera completamente distinta, como sabíamos ya desde antes de las últimas elecciones. Dammbeck también rescata del olvido un grupo Macy en el que en los años cuarenta y cincuenta científicos y funcionarios gubernamentales reflexionaban sobre los modelos autoritarios de la humanidad y sobre la manera en que podrían desmontarse dichos modelos. También había encuentros entre este grupo y algunos artistas, pero sobre todo con científicos de Harvard. Finalmente, en Cambridge se hicieron ensayos de prueba sobre una investigación psicológica total del hombre.

El viaje de Dammbeck por el pasado incluye también la cibernética en la que, a decir de una enciclopedia, se estudian las regularidades de la regulación, de la transmisión y del procesamiento de información en máquinas, órganos y comunidades. Todo esto creó las condiciones para el desarrollo de la era informática actual que no sólo - lo vemos por ejemplo en los puestos de trabajo de las universidades americanas - ha modificado por completo la investigación, sino que ha transformado nuestra civilización por entero.

Hay que esforzarse un poco para penetrar en el mundo de esta película, que abarca al mismo tiempo el pasado, el presente y el futuro. Las frecuentes incursiones de la cámara hacia fórmulas matemáticas, textos científicos y cuestionarios que como es natural siguen siendo un enigma y sólo transmiten una apariencia de cientificidad, pueden llegar a irritar y son más bien un recurso cinematográfico. Pero esta película enseña algo acerca del origen de nuestra era informática, sobre Internet y sobre la ubicuidad de una información ilimitada sin fijación geográfica. El futuro decidirá si el pesimismo del tirabombas UNA está o no justificado.

Ulrich von Thüna
 

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