Ciclo de cine Barbara

Dir. Christian Petzold, 108 min., 2012

Unos nueve años antes de la caída del Muro: la doctora berlinesa Barbara solicita salir de la RDA. Es encarcelada y, tras ser puesta en libertad, la trasladan en el verano de 1980 a un hospital provincial como medida disciplinaria. Mientras su amante de occidente prepara la huída por el Mar Báltico, Barbara trabaja en la sección de cirugía infantil, a menudo bajo observación y control. Parece que su nuevo jefe, André, colabora con los miembros de la Stasi, pero, ¿hasta dónde sería capaz de llegar ante una emergencia? Al menos parece aprobar la entrega de Barbara con una joven marginada, Stella. ¿Está enamorado de su compañera? El día de su huída, Barbara toma una decisión que resulta sorprendente, pero solo hasta cierto punto. El largometraje de Christian Petzold, galardonado con el premio a la dirección en la Berlinale de 2012, es una película calmada, nada estridente y de una exactitud incondicional acerca de la vida en la RDA, que además se aleja de cualquier clase de discurso ideológico.

Barbara llega a la ciudad provincial en autobús. Se sienta en un banco frente al hospital en el que va a trabajar, se enciende un cigarrillo y parece notar cómo desde una ventana todas las miradas se centran en ella. Se trata del médico André y otro hombre, que pronto se sabe que trabaja como oficial de la Stasi, y están hablando sobre la mujer que espera abajo. “¿Es ella?”, pregunta el médico. “Sí”, responde el señor, “no entrará ni un segundo antes de tiempo. ¡Ella es así!”. Él ya se ha hecho una idea sobre ella por lo que ha leído en los informes judiciales; el médico espera y observa. El médico trabaja desde el principio con el espía, pero se deja en el aire tanto si podría haber evitado esta colaboración, como sus convicciones políticas.

Barbara presentó una solicitud de salida, estuvo en prisión y después fue trasladada como medida disciplinaria del prestigioso “Charité” en Berlín al pequeño hospital provincial. Ya el primer día, André, su nuevo jefe, la lleva en coche a su casa. Barbara, indignada, se da cuenta de que este sabe exactamente a dónde debe dirigirse. El hombre ya había sido debidamente informado. La conserje insiste con determinación, con su montón del llaves en mano cual vigilante de prisión, en que Barbara baje a ver el sótano y que pida carbón para el invierno. Unos hombres en uniforme llevan a una joven a la clínica por cuarta vez: “porque no quiere ir a trabajar”. Stella vive en el correccional Torgau, que en su momento tuvo mala fama, y está embarazada. La médica tratará de ayudarla y pide a André que Stella permanezca el mayor tiempo posible en el hospital.

Barbara se mueve constantemente en su bicicleta, tanto en la pequeña ciudad como, sobre todo, por el campo. Un fuerte viento sopla constantemente, como si la agitación interior de esta se reflejara también en su entorno. En un encuentro secreto, Barbara recibe un sobre con una gran cantidad de dinero procedente de la República Federal. Es de Jörg, su novio que está en el oeste y es para financiar su huída a Dinamarca a través del Mar Báltico. Esconde el dinero al aire libre, en una cruz de campo. En una ocasión se encuentra en secreto con él en el bosque, pero su momento de amor pronto se verá interrumpido por un conductor. La Stasi investiga la casa de Barbara y no encuentra nada, tampoco tras un registro. Supuestamente, se trata tan solo de meterle miedo. André le cuenta en el hospital por qué fue a parar a la provincia y Barbara no sabe si creer la trágica historia o no. Ingresan a un joven, Mario, que tiene una contusión cerebral sufrida tras un intento de suicidio. Barbara vuelve a encontrarse con su pareja, Jörg, en un hotel. Este le dice que, en caso de que no haya otra opción, se irá a la RDA con ella. Barbara rechaza esta opción: “¡Aquí no se puede ser feliz!”. Así que la única salida que les queda es huir. El día antes de la noche en la que recogerán a Barbara en un bote, los sucesos se precipitan. Mario debe ser operado de urgencia y André encarga a Barbara la anestesia, a pesar de que esta tenía oficialmente el día libre. Ella le visita en su casa, le besa y se va. Por la tarde no aparecerá para la operación. Cuando sale de su casa, aparece de nuevo la fugitiva Stella. Barbara lleva a la joven perdida a la playa nocturna, la deja ocupar su puesto para que huya y se queda en la RDA. A la mañana siguiente, la Stasi vuelve a pasar por su casa una vez más y Barbara aparece junto a la cama de Mario, que acaba de ser operado con éxito. Está sentada frente a André. Ambos se miran; la alegría mutua es palpable.

“Nuestro objetivo no era rodar un retrato de un Estado oprimido y oponer a esto el ejemplo del amor puro, inocente y liberador. No buscábamos símbolos. Si se decodifica, no sobra nada, solo aquello que ya se sabía de antemano. Queríamos reflejar lo que sucedía entre personas, lo que se iba guardando y acumulando, lo que las hace desconfiar o confiar, aceptar o mantener las distancias.” (Christian Petzold). Al comienzo de la película apenas se hacen referencias a la época y el lugar: 1980 en la RDA. Destaca la ausencia total de pancartas y eslóganes, de uniformes, de imágenes de Honecker y de los edificios destruidos, elementos que se han encargado de la exagerada sobredosis de simbolismos en las películas de las últimas dos décadas sobre la RDA.

Resulta desconcertante la postura de observación en secreto que parece adoptar la cámara al principio y que después se va situando entre las personas de una manera cada vez más consecuente. Solo un reportaje de radio, que parece ser secundario, establece el año: un reportero informa sobre los Juegos Olímpicos de verano en Moscú 1980. Justo estos momentos, que aparecen de forma tan casual, son los que muestran que Petzold narra su historia de una forma muy consciente. BARBARA es probablemente una de las películas más precisas, más claras estéticamente y más intensas sobre el principio de los últimos años de la RDA. La caída ya se puede intuir, pero aún no es manifiesta. Petzold, cuyos padres huyeron en su día de la RDA, no se centra en ideologías y sistemas; él habla prácticamente cada minuto sobre la vida y la muerte, ni más ni menos.

Christian Petzold

Nació en 1960 en Hilden (Renania del Norte-Westfalia). Entre 1981 y 1989 estudió Filología Germana y Ciencias del Teatro en la FU de Berlín (Universidad Libre de Berlín) y a continuación estudió en la Academia de Cine y Televisión (DFFB), también de esta ciudad. En 1994 rodó su película de graduación PILOTINNEN.

Filmografía (selección)


1987 MISSION
1989/90 SÜDEN
1990/91 OSTWÄRTS
1994 PILOTINNEN
1995/96 CUBA LIBRE
1997/98 DIE BEISCHLAFDIEBIN
2000 DIE INNERE SICHERHEIT
2001 TOTER MANN
2002/03 WOLFSBURG
2004/05 GESPENSTER
2006/07 YELLA
2008 JERICHOW
2010/11 ETWAS BESSERES ALS DEN TOD
2011/12 BARBARA


Hans Günther Pflaum
 

Regresar