Hubertus Siegert, 92 min., 2001
Berlín, segunda mitad de los años noventa: el boom de la construcción después de la caída del muro ha llegado a su punto álgido. En medio del conflicto entre conservación y cambio, entre tradición y modernidad, conocidos arquitectos, urbanistas, políticos, funcionarios y propietarios actúan a una velocidad vertiginosa. Durante años, Hubertus Siegert observa y documenta el desarrollo, sin hacer comentarios, fascinado y escéptico.
La cita anterior entra un poco en contradicción con las grandiosas imágenes de la película, en las que la cámara contempla con una evidente fascinación, como es tradicional en la industria cinematográfica, el trabajo en las obras, en el aire, en las calles e incluso bajo el agua: la Cancillería Federal, la ampliación del Museo de Historia Alemana, el Sony Center y Potsdamer Platz, el Ministerio de Asuntos Exteriores, el edificio Kranzlereck, las nuevas construcciones alrededor de la Puerta de Brandemburgo, el reformado Parlamento y muchos edificios más. Se trata sobre todo de proyectos de prestigio, la mayoría de ellos en la antigua zona Este de la ciudad. La cuestiones del derecho a conservar lo antiguo y del sentido de lo nuevo permanecen siempre en el trasfondo.
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