Wilhelm Genazino
Wilhelm Genazino nace en 1943 en Mannheim. Como novelista, en 1977 Genazino causa sensación con su trilogía Abschaffel y desde entonces es uno de los autores alemanes contemporáneos más significativos. El proyecto de una “fenomenología de lo cotidiano”, desde el punto de vista de un empleado, supone también una queja ante la alienación, la crisis de identidad y la pérdida del sentido de la realidad.
Genazino ha sido galardonado en numerosas ocasiones, ha obtenido, entre otros, el premio literario de Berlín, el Premio Georg Büchner y el Premio Kleist.
Obras traducidas al castellano:
Un poco de nostalgia; Desvarío amoroso; Una mujer, una casa, una novela; Mujeres cantando suavemente; Un paraguas para este día; El amor a la simplicidad
Genazino ha sido galardonado en numerosas ocasiones, ha obtenido, entre otros, el premio literario de Berlín, el Premio Georg Büchner y el Premio Kleist.
Obras traducidas al castellano:
Un poco de nostalgia; Desvarío amoroso; Una mujer, una casa, una novela; Mujeres cantando suavemente; Un paraguas para este día; El amor a la simplicidad
Wilhelm Genazino nace en 1943 en Mannheim. Después de hacer prácticas en el periódico Rhein-Neckar, estudia Germánicas, Filosofía y Sociología en Frankfurt, y finalmente trabaja como periodista y redactor independiente. Hasta 1971 escribe para la revista satírica Pardon, al mismo tiempo se da a conocer como autor de piezas radiofónicas. Wilhelm Genazino vive en Frankfurt.
Como novelista, en 1977 Genazino causa sensación con su trilogía Abschaffel y desde entonces es uno de los autores alemanes contemporáneos más significativos. Con las denominadas “novelas de empleados” de los años setenta entronca con la tradición del realismo crítico. El proyecto de una “fenomenología de lo cotidiano”, desde el punto de vista de un empleado, supone también una queja ante la alienación, la crisis de identidad y la pérdida del sentido de la realidad. Con Der Fleck, die Jacke, die Zimmer, der Schmerz (1989) Genazino adopta una versión más individualista de la vida cotidiana. Los protagonistas de sus novelas actuales, tal y como explica el mismo autor, “saben lo difícil que es ser independiente, pero a pesar de todo lo intentan con cierto éxito.” Genazino es un observador agudo de la cotidianidad y del sentimiento de “total extrañeza ante la vida”.
Los marginados de Genazino son hombres abatidos, hombres que “sin las mujeres estarían desesperadamente perdidos”. Leise singende Frauen (1992) trata de la belleza poética del destino que puede suceder en cualquier parte y en cualquier momento. En su novela Ein Regenschirm für diesen Tag (Un paraguas para este día), de 2001, el protagonista gana su dinero probando al andar zapatos de lujo, pero le recortan el sueldo y sobre el flaneur se abaten no solo problemas financieros. Eine Frau, eine Wohnung, ein Roman (2003) narra de un joven solitario que quiere ser escritor e intenta situarse, poéticamente, más allá de su insignificante presente. Die Liebesblödigkeit (2005) trata de un apocalíptico independiente. Como experto en situaciones sin solución imparte seminarios de fin de semana en Suiza. Pero también la catástrofe se acerca a su vida privada con sus dos amantes: el horror a envejecer. Mittelmäßiges Heimweh (2007) es una novela sobre un triste héroe que progresivamente pierde partes de su cuerpo y, peor aún, sentimientos. Das Glück in glücksfernen Zeiten (2009) narra de un filósofo que tiene que ganarse el sueldo en una tintorería, de modo que la felicidad no necesariamente hace feliz. Außer uns spricht niemand über uns (2016) es la historia de un actor fracasado que sufre a causa de su insignificancia, cuando su novia le abandona, su madre reacciona e intenta salvarlo, pero ¿desea él realmente eso?
Genazino ha sido galardonado en numerosas ocasiones, ha obtenido, entre otros, el premio literario de Berlín (1996), el Premio Georg Büchner (2004) y el Premio Kleist (2007).
Copyright: Goethe-Institut Barcelona
Texto: Ilka Haederle/ Traducción: Rosina Nogales Tudela
Como novelista, en 1977 Genazino causa sensación con su trilogía Abschaffel y desde entonces es uno de los autores alemanes contemporáneos más significativos. Con las denominadas “novelas de empleados” de los años setenta entronca con la tradición del realismo crítico. El proyecto de una “fenomenología de lo cotidiano”, desde el punto de vista de un empleado, supone también una queja ante la alienación, la crisis de identidad y la pérdida del sentido de la realidad. Con Der Fleck, die Jacke, die Zimmer, der Schmerz (1989) Genazino adopta una versión más individualista de la vida cotidiana. Los protagonistas de sus novelas actuales, tal y como explica el mismo autor, “saben lo difícil que es ser independiente, pero a pesar de todo lo intentan con cierto éxito.” Genazino es un observador agudo de la cotidianidad y del sentimiento de “total extrañeza ante la vida”.
Los marginados de Genazino son hombres abatidos, hombres que “sin las mujeres estarían desesperadamente perdidos”. Leise singende Frauen (1992) trata de la belleza poética del destino que puede suceder en cualquier parte y en cualquier momento. En su novela Ein Regenschirm für diesen Tag (Un paraguas para este día), de 2001, el protagonista gana su dinero probando al andar zapatos de lujo, pero le recortan el sueldo y sobre el flaneur se abaten no solo problemas financieros. Eine Frau, eine Wohnung, ein Roman (2003) narra de un joven solitario que quiere ser escritor e intenta situarse, poéticamente, más allá de su insignificante presente. Die Liebesblödigkeit (2005) trata de un apocalíptico independiente. Como experto en situaciones sin solución imparte seminarios de fin de semana en Suiza. Pero también la catástrofe se acerca a su vida privada con sus dos amantes: el horror a envejecer. Mittelmäßiges Heimweh (2007) es una novela sobre un triste héroe que progresivamente pierde partes de su cuerpo y, peor aún, sentimientos. Das Glück in glücksfernen Zeiten (2009) narra de un filósofo que tiene que ganarse el sueldo en una tintorería, de modo que la felicidad no necesariamente hace feliz. Außer uns spricht niemand über uns (2016) es la historia de un actor fracasado que sufre a causa de su insignificancia, cuando su novia le abandona, su madre reacciona e intenta salvarlo, pero ¿desea él realmente eso?
Genazino ha sido galardonado en numerosas ocasiones, ha obtenido, entre otros, el premio literario de Berlín (1996), el Premio Georg Büchner (2004) y el Premio Kleist (2007).
Copyright: Goethe-Institut Barcelona
Texto: Ilka Haederle/ Traducción: Rosina Nogales Tudela
TRADUCIDO AL CASTELLANO
Un poco de nostalgia
Trad. de Carmen Gauger
Galaxia Gutenberg, Barcelona 2008
Desvarío amoroso
Trad. de Carmen Gauger
Galaxia Gutenberg, Barcelona 2006
Una mujer, una casa, una novela
Trad. de Carmen Gauger
Galaxia Gutenberg, Barcelona 2004
Mujeres cantando suavemente
Trad. de José Luis Reina Palazón
Bassarai, Vitoria-Gasteiz 2002
Un paraguas para este día
Trad. de Beatriz Galán Echevarría
Galaxia-Gutenberg, Barcelona 2002
El amor a la simplicidad
Random House Mondadori, Barcelona 1993
EN LENGUA ALEMANA
Novelas
Außer uns spricht niemand über uns
Hanser, München 2016
Bei Regen im Saal
dtv Verlagsgesellschaft, München 2015
Tarzan am Main
Spaziergänge in der Mitte Deutschlands.
Hanser, München 2013
Idyllen in der Halbnatur
Hanser, München 2012
Aus der Ferne. Auf der Kippe
dtv Taschenbuchverlag, München 2012
Wenn wir Tiere wären
Hanser, München 2011
Das Glück in glücksfernen Zeiten
Hanser, München 2009
Mittelmäßiges Heimweh
Hanser, München 2007
Die Liebesblödigkeit
Hanser, München 2005
Fremde Kämpfe
Hanser, München 2004
Die Ausschweifung
Hanser, München 2004
Eine Frau, eine Wohnung, ein Roman
Hanser, München 2003
Ein Regenschirm für diesen Tag
Hanser, München 2001
Auf der Kippe
Rowohlt, Reinbek 2000
Die Kassiererinnen
Rowohlt, Reinbek 1998
Das Licht brennt ein Loch in den Tag
Rowohlt, Reinbek 1996
Die Obdachlosigkeit der Fische
Rowohlt, Reinbek 1994
Leise singende Frauen
Rowohlt, Reinbek bei Hamburg 1992
Die Liebe zur Einfalt
Rowohlt, Reinbek 1990
Der Fleck, die Jacke, die Zimmer, der Schmerz
Rowohlt, Reinbek bei Hamburg 1989
Fremde Kämpfe
Rowohlt, Reinbek bei Hamburg 1984
Beruf Künstler
Fischer, Frankfurt/Main 1983
Die Ausschweifung
Rowohlt, Reinbek bei Hamburg 1981
Falsche Jahre (Abschaffel-Trilogie 3)
Rowohlt, Reinbek bei Hamburg 1979
Die Vernichtung der Sorgen (Abschaffel-Trilogie 2)
Rowohlt, Reinbek 1978
Abschaffel (Abschaffel-Trilogie 1)
Rowohlt, Reinbek bei Hamburg 1977
Laslinstraße
Middelhauve, Köln 1965
Obras de teatro
Lieber Gott mach mich blind / Der Hausschrat
Zwei Theaterstücke
Ed. Akzente
Hanser, München 2006
Ensayos
Die Belebung der toten Winkel.
Frankfurter Poetikvorlesungen
Hanser, München 2006
Achtung Baustelle
Schöffling, Frankfurt a.M. 1998
Un poco de nostalgia
Trad. de Carmen Gauger
Galaxia Gutenberg, Barcelona 2008
Desvarío amoroso
Trad. de Carmen Gauger
Galaxia Gutenberg, Barcelona 2006
Una mujer, una casa, una novela
Trad. de Carmen Gauger
Galaxia Gutenberg, Barcelona 2004
Mujeres cantando suavemente
Trad. de José Luis Reina Palazón
Bassarai, Vitoria-Gasteiz 2002
Un paraguas para este día
Trad. de Beatriz Galán Echevarría
Galaxia-Gutenberg, Barcelona 2002
El amor a la simplicidad
Random House Mondadori, Barcelona 1993
EN LENGUA ALEMANA
Novelas
Außer uns spricht niemand über uns
Hanser, München 2016
Bei Regen im Saal
dtv Verlagsgesellschaft, München 2015
Tarzan am Main
Spaziergänge in der Mitte Deutschlands.
Hanser, München 2013
Idyllen in der Halbnatur
Hanser, München 2012
Aus der Ferne. Auf der Kippe
dtv Taschenbuchverlag, München 2012
Wenn wir Tiere wären
Hanser, München 2011
Das Glück in glücksfernen Zeiten
Hanser, München 2009
Mittelmäßiges Heimweh
Hanser, München 2007
Die Liebesblödigkeit
Hanser, München 2005
Fremde Kämpfe
Hanser, München 2004
Die Ausschweifung
Hanser, München 2004
Eine Frau, eine Wohnung, ein Roman
Hanser, München 2003
Ein Regenschirm für diesen Tag
Hanser, München 2001
Auf der Kippe
Rowohlt, Reinbek 2000
Die Kassiererinnen
Rowohlt, Reinbek 1998
Das Licht brennt ein Loch in den Tag
Rowohlt, Reinbek 1996
Die Obdachlosigkeit der Fische
Rowohlt, Reinbek 1994
Leise singende Frauen
Rowohlt, Reinbek bei Hamburg 1992
Die Liebe zur Einfalt
Rowohlt, Reinbek 1990
Der Fleck, die Jacke, die Zimmer, der Schmerz
Rowohlt, Reinbek bei Hamburg 1989
Fremde Kämpfe
Rowohlt, Reinbek bei Hamburg 1984
Beruf Künstler
Fischer, Frankfurt/Main 1983
Die Ausschweifung
Rowohlt, Reinbek bei Hamburg 1981
Falsche Jahre (Abschaffel-Trilogie 3)
Rowohlt, Reinbek bei Hamburg 1979
Die Vernichtung der Sorgen (Abschaffel-Trilogie 2)
Rowohlt, Reinbek 1978
Abschaffel (Abschaffel-Trilogie 1)
Rowohlt, Reinbek bei Hamburg 1977
Laslinstraße
Middelhauve, Köln 1965
Obras de teatro
Lieber Gott mach mich blind / Der Hausschrat
Zwei Theaterstücke
Ed. Akzente
Hanser, München 2006
Ensayos
Die Belebung der toten Winkel.
Frankfurter Poetikvorlesungen
Hanser, München 2006
Achtung Baustelle
Schöffling, Frankfurt a.M. 1998
Nacido el 22 de enero de 1943 en Mannheim
Estudios de Filología Alemana, Sociología y | |
Filosofía en Fráncfort del Meno | |
desde 1971 | Actividad como escritor autónomo |
Fundador de la agencia literaria Literaturcop | |
1980 - 1986 | Coeditor de la revista "Lesezeichen" |
1986 | Premio de Literatura Westermann |
1990 | Premio de Literatura de Bremen |
1998 | Gran Premio Literario de la Academia Bávara |
de Bellas Artes | |
2001 | Premio Literario de Kranichstein del Fondo Alemán |
de Literatura por el conjunto de su obra | |
2003 | Premio Theodor Fontane de Literatura de la |
Academia de las Artes de Berlín | |
2003 | Premio Hans Fallada de la ciudad de Neumünster |
2004 | Premio Georg Büchner |
2006 | Docente invitado de poética en la Universidad |
de Fráncfort del Meno | |
2007 | Premio CORINE de la editorial ZEIT |
Premio Kleist | |
2010 | Premio Rinke de la fundación Rinke |
2013 | Premio de Literatura para humor grotesco |
de Kassel | |
2014 | Docente invitado de poética en Heidelberg |
Premio Samuel Bogumil Linde | |
Medalla Goethe de Fráncfort del Meno | |
Reside en Fráncfort del Meno |
De: Un poco de nostalgia (Mittelmäßiges Heimweh)
Empieza a atardecer y todavía hay claridad. La ciudad está casi vacía. La mayor parte de la gente se ha marchado de vacaciones o está sentada en alguna terraza. El calor gravita sobre los tejados. Podría irme a mi apartamento, pero allí hace casi tanto calor como en la calle. Anoche deambulé por las calles hasta que con el cansancio me sentí como muy ligero. Al final me senté en un banco y allí acabé durmiéndome. Veinte minutos después unos adolescentes me despertaron con su al¬boroto, eso fue desagradable. No es fácil vivir solo. En la calle hay tirado un zapato, con la suela para arriba. De una calle lateral llega el ruido de un coche que pasa sobre una botella de plástico. Me adelanta un emplea¬do con una maleta colgada al hombro. La maleta tira tanto hacia abajo que la correa también tira para aba¬jo por la parte de atrás de la chaqueta y da al hombre un aspecto de desdicha ambulante. Siento un poco de asco ante los labios inferiores, muy descolgados, de al¬gunos aficionados al footing que pasan jadeando. Las puertas de muchos establecimientos están abiertas de par en par. Entro un momento en alguno de ellos y me doy media vuelta al instante. Dentro de poco ya no ten¬dré ganas de eso y me limitaré a sentarme en una silla en cualquier sitio y pedir una jarra de cerveza. Me meto por la Wormser Strasse y veo, a cierta distancia, el Sportlereck. La semana pasada estuve dos veces en ese bar. La segunda vez, el dueño alzó amistosamente la mano cuando me reconoció. La puerta y las ventanas de esa minúscula cervecería también están abiertas de par en par, el estruendo de la clientela llega hasta la calle y se mezcla con el ruido de otros establecimientos. Desde hace cosa de una semana se transmiten por television los partidos del campeonato de fútbol de Europa. En la mayyoría de los establecimientos está n encendidos los televisores. Mis pasos me llevan de modo casi automático a franquear la puerta abierta del Sportlereck, aunque no me interesa el fútbol. Busco incluso la mirada del dueño, para que reconozca de nuevo en mí al extraño que ya va dejando de serlo. En el Sportlereck han instalado en la pared derecha una gran pantalla y en la pared delantera, casi colgando sobre la barra, otro televisor de tamaño normal. La algarabía es enorme cuando transmiten a la vez dos partidos distintos.
En la pantalla grande juega esta noche Alemania contra la República Checa. El local está lleno, aunque todavía no ha comenzado el partido. Aún puedo encontrar un asiento delante del todo, muy cerca de la pared. Entran unos hombres en camiseta y, por el espacio que queda entre los percheros y el mostrador, se abren paso hacia delante y se dejan caer sobre un banco de madera. Un corpulento mestizo aparece en el bar, algunos gritan: «¡Una cerveza para Hansi, marchando!». Pido un vaso de vino blanco y un agua mineral. Algunas mujeres masajean la espalda de sus maridos. Las mujeres son las que más vociferan. Da comienzo el partido, el dueño le pone delante al hombre llamado Hansi una gigantesca cerveza. La mayoría de los clientes están enseguida descontentos con los jugadores alemanes. «Cómprate unas gafas de ciego», le grita un hombre a un jugador. «Así no es posible», dice el hombre que está a mí lado. Al cabo de media hora dice el reportero: «Alemania se está esforzando poco». Una solterona dice, en la mesa vecina: « A veces el peligro acecha donde nadie se lo imagina». De vez en cuando hay hom¬bres que salen a la calle y van y vienen un rato, cuando están muy excitados. Yo estoy sentado ahora en medio del griterío general. El dueño trae más cervezas y dice: «Si los alemanes no marcan ahora un gol, les meterán uno en el minuto ochenta, y entonces, apaga y vámo¬nos». «Aumenta el nerviosismo», dice el reportero. En el descanso pienso un momento si no debería irme a casa.
Un poco de nostalgia, p. 7-9. Trad. de Carmen Gauger
© Galaxia Gutenberg, Barcelona 2008
Empieza a atardecer y todavía hay claridad. La ciudad está casi vacía. La mayor parte de la gente se ha marchado de vacaciones o está sentada en alguna terraza. El calor gravita sobre los tejados. Podría irme a mi apartamento, pero allí hace casi tanto calor como en la calle. Anoche deambulé por las calles hasta que con el cansancio me sentí como muy ligero. Al final me senté en un banco y allí acabé durmiéndome. Veinte minutos después unos adolescentes me despertaron con su al¬boroto, eso fue desagradable. No es fácil vivir solo. En la calle hay tirado un zapato, con la suela para arriba. De una calle lateral llega el ruido de un coche que pasa sobre una botella de plástico. Me adelanta un emplea¬do con una maleta colgada al hombro. La maleta tira tanto hacia abajo que la correa también tira para aba¬jo por la parte de atrás de la chaqueta y da al hombre un aspecto de desdicha ambulante. Siento un poco de asco ante los labios inferiores, muy descolgados, de al¬gunos aficionados al footing que pasan jadeando. Las puertas de muchos establecimientos están abiertas de par en par. Entro un momento en alguno de ellos y me doy media vuelta al instante. Dentro de poco ya no ten¬dré ganas de eso y me limitaré a sentarme en una silla en cualquier sitio y pedir una jarra de cerveza. Me meto por la Wormser Strasse y veo, a cierta distancia, el Sportlereck. La semana pasada estuve dos veces en ese bar. La segunda vez, el dueño alzó amistosamente la mano cuando me reconoció. La puerta y las ventanas de esa minúscula cervecería también están abiertas de par en par, el estruendo de la clientela llega hasta la calle y se mezcla con el ruido de otros establecimientos. Desde hace cosa de una semana se transmiten por television los partidos del campeonato de fútbol de Europa. En la mayyoría de los establecimientos está n encendidos los televisores. Mis pasos me llevan de modo casi automático a franquear la puerta abierta del Sportlereck, aunque no me interesa el fútbol. Busco incluso la mirada del dueño, para que reconozca de nuevo en mí al extraño que ya va dejando de serlo. En el Sportlereck han instalado en la pared derecha una gran pantalla y en la pared delantera, casi colgando sobre la barra, otro televisor de tamaño normal. La algarabía es enorme cuando transmiten a la vez dos partidos distintos.
En la pantalla grande juega esta noche Alemania contra la República Checa. El local está lleno, aunque todavía no ha comenzado el partido. Aún puedo encontrar un asiento delante del todo, muy cerca de la pared. Entran unos hombres en camiseta y, por el espacio que queda entre los percheros y el mostrador, se abren paso hacia delante y se dejan caer sobre un banco de madera. Un corpulento mestizo aparece en el bar, algunos gritan: «¡Una cerveza para Hansi, marchando!». Pido un vaso de vino blanco y un agua mineral. Algunas mujeres masajean la espalda de sus maridos. Las mujeres son las que más vociferan. Da comienzo el partido, el dueño le pone delante al hombre llamado Hansi una gigantesca cerveza. La mayoría de los clientes están enseguida descontentos con los jugadores alemanes. «Cómprate unas gafas de ciego», le grita un hombre a un jugador. «Así no es posible», dice el hombre que está a mí lado. Al cabo de media hora dice el reportero: «Alemania se está esforzando poco». Una solterona dice, en la mesa vecina: « A veces el peligro acecha donde nadie se lo imagina». De vez en cuando hay hom¬bres que salen a la calle y van y vienen un rato, cuando están muy excitados. Yo estoy sentado ahora en medio del griterío general. El dueño trae más cervezas y dice: «Si los alemanes no marcan ahora un gol, les meterán uno en el minuto ochenta, y entonces, apaga y vámo¬nos». «Aumenta el nerviosismo», dice el reportero. En el descanso pienso un momento si no debería irme a casa.
Un poco de nostalgia, p. 7-9. Trad. de Carmen Gauger
© Galaxia Gutenberg, Barcelona 2008
Außer uns spricht niemand über uns
Wilhelm Genazino ha logrado una hazaña magnífica, escribir una historia de amor sobre el duelo y la muerte. De lo que significa sentirse aturdido por el dolor: “como una vieja y vacía caja de cartón”. Hasta que el suelo aparece. Y mientras que, tímidamente esperas que al final empiece la vida, recobrar el valor, siempre queda Genazino: su narrar leve hace feliz.
Anne Haeming, Spiegel online kultur 2016
Glück in glücksfernen Zeiten
Aquí lo cómico aparece acompañado de lo trágico con más fuerza de lo que es habitual en Genazino, sin caer en lo solemne. También lo trágico resulta esta vez ligero como una pluma barrida por la brisa antes de que nos hayamos podido dar cuenta de su valor. Pero en los libros no corren vientos que el autor no haya soplado de su aliento. Lo trágico en Genazino es tan exacto y premeditado como lo cómico, lo absurdo, lo satírico, lo ridículo, lo emotivo, y todo lo demás que uno encuentra reunido en estas 150 páginas magistralmente escritas.
Hubert Spiegel, FAZ 2009
Mittelmäßiges Heimweh (Un poco de nostalgia)
La capacidad de observar escrupulosamente las escenas cotidianas, el gusto por la comedia de situación y la tendencia a ver en lo más incidental una expresión de la condición humana: todo ello distingue inconfundiblemente a Genazino.
Ulrich Greiner, Die Zeit 2007
Eine Frau, eine Wohnung, ein Roman (Una mujer, una casa, una novela)
Wilhelm Genazino expone en este libro no solo el despertar de un hombre joven a la literatura, sino que en su historia, ligeramente teñida de melancolía y con una encantadora displicencia, introduce una reflexión sobre lo más profundamente humano del arte de narrar, creando, en último lugar, un magnífico autorretrato: Wilhelm Genazino nos cuenta cómo se aprende a escuchar y a observar la realidad, y nos lo cuenta como lo hace una persona que no ha hecho nunca otra cosa, que se pasa la vida observando y cuestionándose sobre los fenómenos de la vida y convirtiéndolo todo en arte con una afección que nunca remite.
Roman Bucheli, NZZ 2003
Ein Regenschirm für diesen Tag (Un paraguas para este día)
...un libro filosófico fabuloso, escrito con una gran admiración infantil y profunda..."
Iris Radisch, Das literarische Quartett, ZDF 2001
Wilhelm Genazino ha logrado una hazaña magnífica, escribir una historia de amor sobre el duelo y la muerte. De lo que significa sentirse aturdido por el dolor: “como una vieja y vacía caja de cartón”. Hasta que el suelo aparece. Y mientras que, tímidamente esperas que al final empiece la vida, recobrar el valor, siempre queda Genazino: su narrar leve hace feliz.
Anne Haeming, Spiegel online kultur 2016
Glück in glücksfernen Zeiten
Aquí lo cómico aparece acompañado de lo trágico con más fuerza de lo que es habitual en Genazino, sin caer en lo solemne. También lo trágico resulta esta vez ligero como una pluma barrida por la brisa antes de que nos hayamos podido dar cuenta de su valor. Pero en los libros no corren vientos que el autor no haya soplado de su aliento. Lo trágico en Genazino es tan exacto y premeditado como lo cómico, lo absurdo, lo satírico, lo ridículo, lo emotivo, y todo lo demás que uno encuentra reunido en estas 150 páginas magistralmente escritas.
Hubert Spiegel, FAZ 2009
Mittelmäßiges Heimweh (Un poco de nostalgia)
La capacidad de observar escrupulosamente las escenas cotidianas, el gusto por la comedia de situación y la tendencia a ver en lo más incidental una expresión de la condición humana: todo ello distingue inconfundiblemente a Genazino.
Ulrich Greiner, Die Zeit 2007
Eine Frau, eine Wohnung, ein Roman (Una mujer, una casa, una novela)
Wilhelm Genazino expone en este libro no solo el despertar de un hombre joven a la literatura, sino que en su historia, ligeramente teñida de melancolía y con una encantadora displicencia, introduce una reflexión sobre lo más profundamente humano del arte de narrar, creando, en último lugar, un magnífico autorretrato: Wilhelm Genazino nos cuenta cómo se aprende a escuchar y a observar la realidad, y nos lo cuenta como lo hace una persona que no ha hecho nunca otra cosa, que se pasa la vida observando y cuestionándose sobre los fenómenos de la vida y convirtiéndolo todo en arte con una afección que nunca remite.
Roman Bucheli, NZZ 2003
Ein Regenschirm für diesen Tag (Un paraguas para este día)
...un libro filosófico fabuloso, escrito con una gran admiración infantil y profunda..."
Iris Radisch, Das literarische Quartett, ZDF 2001