Cine alemán El cielo sobre Berlín, de Wim Wenders

El cielo sobre Berlín © Wim Wenders Stiftung

Mié, 24.04.2019

19:30

Goethe-Institut Perú

En recuerdo a Bruno Ganz

El cielo sobre Berlín (tb Las alas del deseo) - Der Himmel über Berlin. De Wim Wenders.
Alemania, 1987 / Ficción / S/W &Color / BLURAY HD / 128 min,  restaurado en 4k por la Fundación Wim Wenders
Intérpretes: Bruno Ganz, Peter Falk, Solveig Dommartin, Otto Sander.

https://wimwendersstiftung.de/en/film/wings-of-desire/

Los ángeles Damiel (Bruno Ganz) y Cassiel (Otto Sander) se desplazan por el Berlín dividido, observan a las personas y escuchan sus pensamientos. Cuando Damiel se enamora de la trapecista Marion, se despierta en él el deseo de ser mortal y renuncia a su inmortalidad para poder sentir lo que a los ángeles se les niega: la existencia terrenal y la experiencia sensorial del ser humano.
Esta película marca “el regreso a casa” de Win Wenders, quien después de 8 años en los Estados Unidos, tiene nuevamente una película en Alemania, la cual es premiada entre otros con la Palma de Oro, el Premio al Cine Europeo y el Premio al Cine de Baviera como mejor dirección y luego se abrió paso a nivel mundial como una película de culto.
La trama es narrada desde la perspectiva del ángel, quien ve el mundo en blanco y negro. Recién cuando Damiel se convierte en hombre, se le aparecen los colores. Él deja a su amigo Cassiel solo, quien sigue al viejo Homer, el “Narrador de la Humanidad”.
 

“Si en mis películas existiera algo así como un héroe”, explicó Wenders sobre una de sus películas, “su nombre tendría que ser ’Odiseo’ y los personajes de mis películas serían sus amigos, que intentan encontrarlo para decirle que todavía es demasiado pronto para volver a casa”. En CIELO SOBRE BERLÍN, uno de sus héroes celebra ahora la vuelta, o al menos una llegada. Aquí, Wenders da por primera vez una respuesta optimista a una de las preguntas centrales de su obra: si realmente son posibles las relaciones verdaderas entre dos seres. En los trabajos anteriores de Wenders la posibilidad de la culminación nunca había estado tan cerca como en este.
 
Intangibles y raramente conmovidos al principio, los ángeles observan a sus pies, desde las alturas, la vida de la fragmentada ciudad de Berlín. En realidad no pueden intervenir y sólo los perciben los niños. Pero Damiel se enamora de Marion, la acróbata que en el trapecio parece en ocasiones liberarse de la gravedad terrenal y que, además, a veces actúa con alas de ángel. Para acercarse realmente a ella, incluso físicamente, el hombre tiene que renunciar a su existencia divina. La realización del amor empieza con la encarnación.
 
Wenders narra este cuento para adultos con una naturalidad y una seguridad maravillosas, como si esta historia y los textos líricos de Peter Handke “Canción de la niñez” no se hubieran enfrentado a los innumerables riesgos de desviarse hacia un mero sentimentalismo cursi. El director de fotografía de Wenders, el veterano francés Henri Alekan, también realizó una enorme contribución a la poesía de las imágenes, sobre todo en las secuencias en blanco y negro, que son predominantes.
 
Wenders rodó este film de forma cronológica y sin contar realmente con un guión. El director describe su modo de dirigir como “ir a tientas continuamente de escena a escena”. Esto también explica el hecho de que la estructura de CIELO SOBRE BERLÍN sea mucho más lírica que narrativa: en las secuencias prima el principio poético sobre el dramatúrgico. Los poemas de Rilke, según Wenders, le influyeron en ello. La cámara, a menudo desde un helicóptero, está continuamente en movimiento con los infatigables ángeles, recorre siempre Berlín y a veces incluso parece atravesar paredes.
 
Pese a toda la poesía, CIELO SOBRE BERLÍN lanza también una mirada realista a la ciudad, en ese momento todavía dividida. A Wenders le habría gustado superar fílmicamente el Muro y rodar también en la parte de la RDA, pero se le denegó toda licencia de rodaje; por ello, del Este sólo aparecen unas pocas imágenes rodadas de forma ilegal y llevadas de contrabando al Oeste. Para algunas secuencias, Wenders incluso encargó construir una réplica del muro de Berlín de unos 200 metros. Si la comparamos con el film sobre Berlín de Wenders ¡TAN LEJOS, TAN CERCA!, se hace patente la rapidez con la que ha cambiado la ciudad en tan sólo seis años. Vemos, por ejemplo, la rapidez con la que se ha llenado la tierra baldía de Potsdamer Platz, uno de los escenarios principales de CIELO SOBRE BERLÍN. El cambio es tan radical que la película parece, desde una mirada actual, un verdadero yacimiento arqueológico. Es justo esta dimensión tan concreta y realista, cercana a lo poético, la que finalmente evita cualquier tinte kitsch.
 
Al final, el ángel llegado del más allá a este mundo reconoce: “No hay historia mayor que la que existe entre un hombre y una mujer. (…) He encontrado mi hogar. (…) El asombro entre el hombre y la mujer me ha hecho humano. Yo sé ahora lo que ningún ángel sabe”. Entre las metáforas de Wenders, eso también significa que Odiseo, al fin, ha encontrado la patria perdida al amar a una mujer. El maravilloso actor, ya anciano, Curt Bois, que encarna al “eterno narrador” como un leitmotiv personificado a lo largo del film, se llama, según los títulos de crédito, “Homero”.
 
CIELO SOBRE BERLÍN obtuvo el premio a la mejor dirección en el Festival de Cannes de 1987. Pocos años después, un productor de los Estados Unidos compró los derechos sobre la historia. La versión hollywoodiense CITY OF ANGELS / UN ÁNGEL ENAMORADO (1998) resultó en comparación apresurada, trivial y mucho menos poética.
 
H.G. Pflaum
 
Link a la página web de la Fundación Wim Wenders (en alemán)
http://wimwendersstiftung.de
Link a la página web de la Fundación Wim Wenders (en inglés)
http://wimwendersstiftung.de/en/

 

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