Dirección Christian Schwochow 2016, Farbe, 95 min
Jena 1990: Los jóvenes casi no tienen perspectivas. Tampoco Beate Zschäpe, una joven ultraderechista, conoce a Uwe Mundlos y Uwe Böhnhardt. Los tres neonazis, ya convertidos en un inseparable trío, pasan a la clandestinidad.
Un rastreo de huellas: la trilogía para televisión “En plena Alemania: NSU” de la ARD.
Cuando en noviembre del 2011 se descubren dos asaltantes de bancos muertos en una casa rodante en llamas, salta a la vista de todos la ola de asesinatos que llevó a cabo la NSU. Sus miembros fueron acusados de asesinar a nueve personas de origen turco o griego, así como de una oficial de la polícia, más varios atentados con explosivos y por lo menos 15 asaltos a mano armada. Es difícil de imaginar, pero por casi 10 años, personas con origen migratorio fueron prácticamente “ejecutados”, sin que ninguna agencia de investigación descubriese que les subyacía una motivación basada en el pensamiento de la extrema derecha. Eso tiene que llevar a hacerse preguntas. Volker Herres, Director de Programa, ARD.
Jena 1990. Desde la Segunda Guerra Mundial no se daba una situación similar en Alemania que en tan corto tiempo dejara a tanta gente de una vez sin trabajo. Muchos jóvenes en el este de Alemania experimentan la inseguridad de sus padres y maestros, notan la impotencia de la policía y el Estado. Se sienten desorientados, rechazados y ofendidos. Instintivamente se ven como personas de segunda clase, intentan amoldarse y rápidamente se dan cuenta de que no se puede esperar mayor ayuda de parte de la sociedad. La gente joven en masa deriva del colegio al desempleo. Algunos logran dar un salto mudándose al oeste de Alemania. Pero esta película presta atención a aquellos que se quedan – y enfurecidos se dan a la rebelión.
Entre ellos se cuenta Beate Zschäpe quien, subyugada por un grupo de jóvenes ultraderechistas en Jena Winzerla, entabla amistad con Uwe Mundlos y Uwe Böhnhardt. Muy pronto los tres amigos se coligan en pandilla. Su sentimiento de impotencia e inseguridad es el patrón de experiencia básica que comparten con miles de jóvenes del este de Alemania. Pero en este trío se opera un particular desarrollo: la rabia y rebelión se transforman en odio y violencia. Buscando la verdad, descubren el horror.
Se organizan y radicalizan en un ambiente neonazi de ultraderecha, seguidos y rodeados no sólo de aliados, sino de “camaradas nazis” que entretanto trabajan de agentes infiltrados para la Oficina Federal de Protección de la Constitución. Tanto la policía como esta Oficina Federal están al tanto de sus actos y sin embargo no los arrestan. Tras un fallido atentado con bombas a finales de 1998, y tras el hallazgo de explosivos en un garaje alquilado por Beate Zschäpe, los tres neonazis, ya convertidos en un inseparable trío, pasan a la clandestinidad. Lo que sigue es la más grave y estremecedora cadena de asesinatos de la historia alemana de postguerra.
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