Mundos virtuales en el museo
Vivir la historia

Google Arts Culture Hoederath
© Google Arts Culture Hoederath

La realidad virtual hace posible transportarse en tres dimensiones a lugares y entornos, por más que aún los veamos casi siempre en estética pixelada. Los museos, sin embargo, tienen ya a su disposición aplicaciones apasionantes que proporcionan un modo completamente nuevo de experimentar contenidos históricos.

La inauguración solemne de la Filarmonía del Elba en Hamburgo fue todo un espectáculo, y no solo para los presentes. Las personas interesadas de todo el mundo pudieron asistir al evento en directo y en primerísima fila gracias a la realidad virtual. Para ello bastaba con unas “gafas Cardboard”: una caja de cartón en la que el usuario introduce su teléfono inteligente; a continuación se la pone a modo de gafas, de modo que la pantalla del móvil queda directamente ante sus ojos. Y en esa pantalla se proyectaba en directo la grabación de la sala de conciertos en forma de imágenes para los ojos derecho e izquierdo. Así, el espectador podía experimentar un “panorama” tridimensional. Pero ya antes de aquello era también posible “volar” por el edificio ya terminado disfrutando de visión en 360°, de la mano de un dron que recorría todas las plantas del mismo.

La historia como experiencia directa, no como narración

Tras la explosión promocional de las gafas de RV durante los últimos años, la realidad virtual va ya introduciéndose lentamente en instituciones culturales y museos. Ahora bien, ¿dónde puede tener sentido verdaderamente ampliar la visita con una experiencia de inmersión? No es algo que se dé en todos los casos, según asevera Thorsten S. Wiedemann. “Por usar este medio no quiere decirse que se esté contando una historia mejor. Antes bien, la historia se experimenta mejor si la interacción maneja un argumento narrativo”, declara Wiedemann, fundador y director artístico de A MAZE, un festival de videojuegos “indies” centrado en contenidos de RV. Y él debe saberlo bien, pues el último año pasó 48 horas seguidas dentro de la realidad virtual en el marco de una “performance”. No se quitó las gafas ni siquiera para dormir. Los visitantes podían contemplar en una pantalla lo que él iba viviendo a cada momento.

Punto clave: la experiencia. Contar historias en la RV, prosigue Wiedemann, no tiene ya el sentido de “storytelling”, sino de “story experiences”. “El usuario vive su historia propia. Se encuentra en cuerpo y alma en la RV y percibe el espacio.” El director cinematográfico de contenidos de RV no puede ya orientar la atención ni la mirada del usuario en la pantalla que este tiene delante. Ahora, en cambio, es el usuario quien tiene la posibilidad de mirar alrededor por todas partes y descubrir por sí mismo el mundo que se le ofrece. En palabras de Thorsten S. Wiedemann: “Hay que darle más envergadura al argumento. En los museos es una posibilidad magnífica, porque así se puede hacer vivible como una experiencia lo que antes estaba allí sin más, rígido e inmutable. Ahora es posible crear una nueva experiencia de la educación, pensemos por ejemplo en lo que sucede en una zona de combate. En la RV, ese acontecer está mucho más cerca que, pongamos, en el canal de noticias N24. Si se pretende transmitir contenidos de crítica social, la RV sería un medio maravilloso para ello.”
 

La transformación del espacio


Es exactamente así: la realidad virtual pone en manos del periodismo nuevos recursos de los cuales también pueden beneficiarse los museos. En ellos, en efecto, el visitante puede embarcarse en viajes virtuales de exploración en los que las piezas expuestas cobran, literalmente, vida digital. El Museo de Ciencias Naturales Senckenberg de Fráncfort proporciona un buen ejemplo de la experiencia que puede ofrecer la RV diseñada a medida de la exposición. En la galería superior de la gran sala de saurios hay instalada una estación de RV. El visitante, al colocarse allí unas gafas de RV, verá cómo la sala se transforma en un paisaje jurásico: el esqueleto de un diplodocus se hace carne y empieza a moverse. Del suelo de la sala brotan árboles, y el techo se abre, convirtiéndose en un cielo en el que vuelan pterosaurios. Según explica Bernd Herkner, director de esta sección del Museo: “Es algo que solo puede experimentarse aquí en nuestra sala, pues la metamorfosis que se produce solo puede verse desde esta posición. Porque la realidad virtual no tiene que reemplazar el objeto, sino complementarlo. Tiene que dar ganas de prestar atención a los originales.” Para Herkner, la única desventaja está en la falta de interacción, pues con el estado actual de la tecnología las gafas de RV solamente puede usarlas una persona cada vez.


Saurios en el aula


Sin embargo, el punto álgido de la realidad virtual es otro: poder llevarse el museo a casa. Tal es el concepto que se aplica en el Museo de Historia Natural de Berlín: poseedor de más de 30 millones de unidades en su colección, facilita desde otoño a cualquier interesado el acceso a dos piezas de su exposición en forma de aplicación de realidad virtual a través de las gafas Cardboard y el teléfono móvil. Con este fin, Google Arts & Culture, que coopera con el Museo, ha desarrollado una aplicación virtual del braquiosaurio giraffatitan, que ha publicado asimismo en YouTube en forma de recorrido en 360°. En ella, a partir del esqueleto del dinosaurio se muestra qué aspecto tenía el animal verdadero y cómo se desplazaba con pesadez.

Con la iniciativa, el Museum pretende dirigirse ante todo a un grupo destinatario de personas más bien jóvenes con afinidad por Internet y llamar su atención sobre cuestiones de historia natural tales como la diversidad de las especies y la destrucción de ámbitos vitales, tal como explica Mathias Paul, encargado de RRPP Online y Marketing en el Museo de Historia Natural de Berlín. “El último mes –añade– produjimos en exclusiva 'Expediciones' de Google, un formato de realidad virtual para grupos escolares; en ellas se puede visitar partes de nuestra colección que no está accesibles para el público.” Este nuevo formato está pensado para mostrar en clase a los escolares contenidos concretos de RV mediante gafas Cardboard.
 
  • Filarmonía del Elba Foto: © Elbphilharmonie
    La Filarmonía del Elba en Hamburgo
  • La sala de la Filarmonía del Elba vista en 360° Foto: © Elbphilharmonie
    La sala de la Filarmonía del Elba vista en 360°
  • Google Arts Culture Hoederath Foto: © Google Arts Culture Hoederath
    Google Arts Culture Hoederath
  • Google Arts Culture Hoederath Foto: © Google Arts Culture Hoederath
    Google Arts Culture Hoederath
  • Google Arts Culture Hoederath Foto: © Google Arts Culture Hoederath
    Google Arts Culture Hoederath
  • El Senckenberg se hace virtual Foto: © Alexander Oster
    El Senckenberg se hace virtual
  • Codo a codo con el diplodocus Foto: © Alexander Oster
    Codo a codo con el diplodocus
  • La jungla primigenia en el museo Foto: © Alexander Oster
    La jungla primigenia en el museo
  • Dresde en 360 grados Foto: © Dresden 360 Grad
    Dresde en 360 grados
  • Dresde en 360 grados Foto: © Dresden 360 Grad
    Dresde en 360 grados
  • Dresde en 360 grados Foto: © Dresden 360 Grad
    Dresde en 360 grados

Una experiencia digital de la ciudad

Por supuesto, la realidad virtual no es un medio emocionante para conocer de tú a tú solamente animales extinguidos. El mero hecho de transportarse a otro lugar abre nuevas perspectivas. En el marco del proyecto “Dresden 360”  (http://dresden360.com/), por ejemplo, la ciudad de Dresde puso a disposición del público ya en 2016 13 monumentos, edificaciones y lugares históricos en forma de recorridos en 360° en RV. En la página web del proyecto, los interesados pueden navegar y conocer de cerca desde el puente histórico de la ciudad hasta el concurrido mercado navideño.

Es posible visitar todas las localizaciones usando si se desea las gafas en caja de cartón con el móvil, pero también se puede usar unas gafas “de verdad” para RV, la versión técnica y profesional de la herramienta. Los recorridos se hicieron mediante drones y trípodes elevados, refiere Christoph Simon, de la agencia 360° SACHSEN, explicando cómo se virtualiza la ciudad de Dresde. Está previsto añadir durante este año muchos otros lugares de interés de la ciudad y el entorno. A la hora de obtener un impresión visual ambiental de lo que sería una visita de la ciudad misma, la RV es un recurso magnífico, y de momento tampoco es que pretenda ser nada más.