Industrias creativas
Una plaza pública con espíritu colectivo

Los espacios de coworking en el Agora de Berlín formentan un sentimiento de comunidad
Los espacios de coworking en el Agora de Berlín formentan un sentimiento de comunidad | Foto: © Franz Brueck

Fortalecer comunidades, tematizar el cambio climático o apoyar a cooperativas: en las industrias creativas de Berlín existen numerosos proyectos de valor social añadido.

Cuando Dario mira a su alrededor en el Agora Co-Working Spaces, el despacho compartido en el que trabaja, no ve solo a otros autónomos. Dario los llama su “Berlin family”, su familia berlinesa. Juntos han pintado, en el barrio de Berlin-Neukölln, su escalera y, en verano, han recogido manzanas ante la fachada de ladrillos amarillos del edificio de oficinas. Este desarrollador web italiano incluso ha pasado las Navidades con colegas de Agora.
 
Las experiencias de Dario reflejan las ideas del colectivo artístico Agora, en el que el pensamiento comunitario tiene un papel central. “Queremos ser el prototipo de una colectividad interdisciplinaria –señala Caique Tizzi, uno de los dos fundadores de Agora y presidente de la asociación Agora Collective–. Los pilares de una comunidad son para nosotros: trabajo, comida, aprendizaje y arte”. Y, sobre ello, Agora Collective ha desarrollado, por ejemplo, proyectos como Everything Under the Sun, en el que ha dedicado varios actos a analizar artísticamente diversos aspectos del cambio climático en los países septentrionales.
 
En los espacios de Agora, algunos artistas han trabajado varios meses, gracias a una subvención, en el marco del “Agora Collective Residency Programme”. Así ha surgido, entre otras cosas, un corto cuya cuestión principal es lo que está dispuesta la gente a dejar por conseguir una sociedad mejor. En su proyecto más reciente, I am hungry, Agora ofrece una plataforma en la que los artistas pueden experimentar con nuevas formas de la colaboración artística. Actores aficionados, por ejemplo, guían al público de su performance por un viaje a su yo infantil, un experimento encaminado a mejorar la comprensión de la naturaleza humana.

Personas diversas, proyectos inusuales

Agora no se denomina plaza pública en vano, pues aquí se reúnen personas con bagajes muy diversos: diseñadores, programadores, productores de teatro, desarrolladores de videojuegos y artistas, entre otros muchos, con proyectos, a veces, muy inusitados. Ahora mismo, un equipo trabaja en la recogida de productos sanitarios para Siria. “Queremos ser un lugar en el que se conciban soluciones para cuestiones importantes”, afirma Tizzi. Una vez al mes un miembro de Agora presenta, durante la cena que llaman “Community Dinner”, uno de sus proyectos, para el que quizá esté buscando compañeros de lucha.

La financiación procede, por un lado, de las cuotas del Co-Working Spaces; los proyectos artísticos reciben subvenciones. Así consiguen estos emprendedores de las industrias creativas poner en práctica sus ideas y, a la vez, crear un valor añadido que supera con mucho el económico. Agora es, en realidad, uno de los muchos proyectos con objetivos similares en Berlín. Entre ellos se encuentran también, por ejemplo, la compañía discográfica Bar 25, el colectivo artístico KUNSTrePUBLIK, Denkerei, que se autodefine como “oficina de trabajo en problemas irresolubles”, o el local de reuniones y punto de encuentro creativo Impact Hub Berlin. En todos estos proyectos, el intercambio tiene un papel fundamental.

Participación de marcado carácter digital

En torno a la participación y el intercambio gira también Supermarkt, una plataforma de cultura digital, economía colaborativa y nuevas formas de trabajo. Los miembros del equipo Supermarkt se ganan la vida, entre otras cosas, moderando y apoyando técnicamente eventos, y desarrollando estrategias digitales. Asesoran también a organizaciones y empresas sobre, por ejemplo, cómo desarrollar sus productos y servicios de forma más sostenible. Y se trata, asimismo, de cómo pueden cambiar su organización del trabajo, permitiendo, verbigracia, que sus trabajadores tengan una mayor participación en los beneficios de la empresa.
 
Supermarkt organiza, además, actos propios, centrados en las llamadas “Platform Cooperative”, es decir, cooperativas basadas en plataformas que apuestan por un nuevo cooperativismo, de carácter más digital, y representan un contramovimiento respecto de las plataformas como el portal de alojamiento Airbnb. Mediante el modelo de colectividad no deberían participar en los beneficios solo unos pocos, sino tantos como resulte posible. “Queremos crear un espacio, en el que surjan nuevas discusiones y nuevas redes”, comenta Ela Kagel, cofundadora de Supermarkt.