Competencias mediáticas
Tras la pista de las informaciones falsas

Aprendiendo a reconocer informaciones falsas en talleres de comunidad social
Aprendiendo a reconocer informaciones falsas en talleres de comunidad social | Foto (Detalle): © PrivatJacob Lund - Fotolia.com

Las informaciones falsas publicadas en internet juegan un rol cada vez mayor en las posiciones políticas de las personas, poniendo en peligro a la democracia. Las bibliotecas pueden ejercer un importante papel en la lucha contra las fake news.

En la primavera de 2016, se compartió un posteo en Facebook con la velocidad del rayo. “Mi hija Marie H. (6 años) está desaparecida desde el 27.03.2016, todos los esfuerzos realizados para encontrarla han sido en vano“, decía el texto acompañado de la foto de una niña. La nota continuaba: “La última vez fue vista con dos niños refugiados, según me informaron testigos oculares.” Quien tuviera alguna información, debía enviarla a la “madre, Bertha Hofmann”, que también aparecía consignada como la autora del posteo.

a menudo, no se cuestiona la veracidad

Poco después, sin embargo, se comprobó que el aviso de desaparición era fake. Se trataba de una información falsa, colocada expresamente en la red como una trampa para atraer suscriptores. Quienes cliqueaban el link eran derivados a una página porno y de juegos de azar. La información, aparte de ficticia, era perversa, porque de paso difamaba a los refugiados. Si bien el portal informativo austriaco mimikama.at descubrió la mentira rápidamente, muchos usuarios de Facebook compartieron el posteo sin dudar de su veracidad.

Ese tipo de informaciones falsas ha aumentado mucho en los últimos años. Cada vez más personas se informan a través de los canales de los medios sociales, en los que los contenidos pueden compartirse a gran velocidad. En este vertiginoso traspaso, con frecuencia no se duda de la veracidad de las informaciones. Las fake news constituyen un peligro para la democracia cuando influyen en la opinión o en la intensión de voto de los usuarios de internet. La campaña por la presidencia de Estados Unidos estuvo marcada por noticias falsas, lo mismo que el debate alemán sobre los refugiados. También en las elecciones del parlamento alemán, en otoño (septentrional) se habrían producido manipulaciones a través de informaciones falsas.

BIBLIOTEcas v/s fakes

Las bibliotecas pueden cumplir una función importante en la lucha contra las informaciones falsas, por una parte, proveyendo fuentes confiables que permitan chequear la veracidad de las noticias, y por otra, a través del fomento de las competencias mediáticas de niños, jóvenes y adultos.

Un ejemplo destacable en este sentido es la biblioteca municipal de Múnich, que desde 2012 ofrece cursos de comunidad social a niñas y niños a partir del 5° de primaria. En estos talleres se abordan temas como la esfera privada, la protección de datos, el derecho de autor y –desde 2016- también las informaciones falsas. En julio de 2017, la biblioteca organizó además “circuitos informativos” sobre las elecciones parlamentarias alemanas. Estos eventos fueron realizados en conjunto con la organización  Kultur- & Spielraum e. V. y estaban dirigidos a cursos de colegio. Su finalidad era contribuir a la formación de opinión de niños y jóvenes en materia política, y entre otros temas, los participantes reflexionaron sobre las fake news. “Las bibliotecas son lugares de información y de formación de opinión democrática. Estaba a la mano abordar esos temas“, señala Astrid Meckl, quien junto a su colega Raphaela Müller se encargó de la organización de los circuitos.

aprender con ejemplos concretos

Meckl insiste en la importancia de trabajar estos temas a partir de la práctica: “Hablar sobre estos temas no es suficiente. La biblioteca tiene que ofrecer también talleres prácticos.” En los cursos de comunidad social se trabaja con ejemplos concretos. “Les damos a los chicos y chicas un caso para que lo examinen, por ejemplo, la nota de Bertha Hofmann sobre la desaparición de su hija”, explica Meckl. “Al principio discutimos en conjunto sobre si consideran que el posteo es verdadero o falso.”

Después, los y las jóvenes reciben herramientas teóricas y se dividen en grupos de trabajo para analizar la veracidad de la nota. Ingresan a Facebook, por ejemplo, y revisan si la persona “Bertha Hofmann” existe verdaderamente. O buscan si ya hay alguna información en relación a que se trata de una fake new. A menudo este tipo de informaciones contienen elementos formales que delatan su fraudulencia, por ejemplo que no haya referencia a una autoría, que hayan errores ortográficos o que se indiquen enlaces a páginas o nombres dudosos que solo se diferencien mínimamente de fuentes serias. Otra cosa muy útil es la búsqueda de imágenes en Google, dice Astrid Meckl. Esto permite chequear la fuente de internet de la que proviene originalmente una imagen y si eventualmente fue manipulada.

chequear la veracidad en forma lúdica

Entre los jóvenes hay claridad sobre la posibilidad de que los contenidos de internet no correspondan a la verdad y sobre la necesidad de verificarlos, dice Meckl. Sin embargo, esto se refiere sobre todo a contenidos ajenos a la política, como, por ejemplo, videos chistosos en Youtube o advertencias de virus para whatsapp. En temas políticos, son “muy confiados. Dicen: ¿por qué no va a ser verdad? Está en internet.” Por ello resulta especialmente importante discutir con los jóvenes sobre las posibles razones que puede haber tras un intento de manipulación política y explicarles algo sobre los social bots, programas que permiten el envío automático de noticias a través de los medios sociales para influir sobre la opinión política.

La central de bibliotecas del estado de Schleswig-Holstein (BZSH por su sigla en alemán) está desarrollando actualmente un interesante proyecto, cuyo objetivo es el diseño de un juego de simulación, que bajo el nombre de Fakes-Jäger (cazadores de fakes), estará disponible a partir de 2018 en todas las bibliotecas públicas de Schleswig-Holstein. El juego permitirá aprender en forma lúdica a niñas y niños a partir del primero de secundaria a verificar la veracidad de las fuentes de internet y a reconocer informaciones falsas: Los jugadores se transforman en personajes de una historia, concretamente, en empleados de una agencia de< detectives. Esta agencia ha sido contratada por un diario serio, que investiga cuidadosamente el material que publica y cuya existencia está siendo amenazada por un portal internet sensacionalista. Los detectives deben averiguar si el portal publica informaciones falsas, para poder poner fin a las actividades ilícitas de sus responsables.

recepción crítica de las informaciones de internet

“La idea es poner a disposición de alumnas y alumnos distintas herramientas”, explica Kathrin Reckling-Freitag, encargada del proyecto. “Por ejemplo, la verificación de las fuentes y la lectura entre líneas.” Los jóvenes tienen que investigar ellos mismos en la biblioteca y descubrir que en determinadas circunstancias los libros pueden ser más confiables que las fuentes de internet. Reckling-Freitag piensa que sería posible desarrollar proyectos similares con adultos: “Hay pocas cosas más importantes actualmente que entrenar a los y las jóvenes y adultos en un abordaje crítico de las informaciones de internet.”


Astrid Meckl comparte esta opinión: “Los adultos con frecuencia tienen menos herramientas tecnológicas.” Por ello, la biblioteca municipal de Múnich ofrece cada vez con mayor frecuencia talleres para padres y madres. Para sensibilizar aún a más personas en el tema de las informaciones falsas, Meckl y Müller están capacitando actualmente a empleados de las bibliotecas públicas de Múnich. A partir del otoño de 2017, se realizarán también allí talleres de comunidad social.