Periodismo de realidad virtual
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Empathetic Media: escena de realidad virtual de un campamento guerrillero de las FARC
Empathetic Media: escena de realidad virtual de un campamento guerrillero de las FARC | Foto: Youtube

¿Surgirá en el futuro un modo de periodismo completamente diferente? Con los videos de 360º y las crónicas de realidad virtual el público se sumerge en los escenarios y vive los hechos de cerca. También en Alemania están surgiendo muchos formatos nuevos.

La agitada travesía en bus por la selva termina cuando hombres fuertemente armados detienen el vehículo y controlan a los pasajeros. Con las lentes de realidad virtual Oculus, los espectadores se ven lanzados al medio de la guerra civil en Colombia: en la crónica de realidad virtual realizada por la empresa de medios estadounidense Empathetic Media pueden experimentar en 3D la violencia cotidiana de Colombia. Están entre los frentes del ejército y la guerrilla, ven patrullajes militares y observan la vida de colombianos pobres que tienen que darles víveres a los guerrilleros.
 


El periodismo inmersivo (por ejemplo, el ingreso al mundo de píxeles de la realidad virtual o los videos de 360º) tal vez revolucione el modo de informar: los espectadores se sumergen en los sucesos. Recorren la realidad sobre la que se está informando, cambian la perspectiva y en parte se transforman en protagonistas que pueden examinar objetos o interactuar con personas.

Pero ¿hasta dónde ha llegado del crecimiento del periodismo de realidad virtual en Alemania? Las crónicas de realidad virtual son complejas, difíciles de hacer y costosas y por eso no se las ve con tanta frecuencia en el paisaje mediático alemán como, por ejemplo, en los Estados Unidos. Sin embargo, casi todos los medios alemanes ya están experimentando con los videos de de 360º, el formato más simple de acceso al periodismo de inmersión. Y es lógico que así sea, ya que en este punto el público se ha adelantado a los medios: ciertos estudios estiman que en 2018 uno de cada tres alemanes tendrá lentes de realidad virtual.

Sala de interrogatorios de la Stasi y buceo profundo en el océano

“El usuario se queda muy sorprendido”, dice Linda Rath-Wiggins, cofundadora y CEO del emprendimiento berlinés Vragments. “Lo que más me fascina es la posibilidad de hacer experimentar sucesos históricos de modos completamente diferente.” En efecto, Vragments ha diseñado junto con Deutschlandradio Kultur una sala de interrogatorios de la Stasi virtual, en la que puede vivirse la tortura psicológica mediante registros sonoros originales. Rath-Wiggins escuchó las grabaciones durante el proceso de producción, pero “entrar en el espacio virtual y escucharlas allí produce un efecto totalmente distinto”.
 

También logran un efecto importante los videos de 360º, que a la vez son menos difíciles de hacer y menos costosos. Las cámara para videos en 3D cuestan tan sólo algunos cientos de euros y con herramientas gratis, como el software Fader, desarrollado por Vragments, los periodistas pueden producir historias e incorporarlas a páginas web. Con Fader pueden subir fotos y videos de 360º, agregar textos y hacer que los espectadores naveguen por la historia a través de hotspots interactivos. “Este medio es accesible para todos, incluso para personas que no dispongan de muchos recursos, tiempo o dinero”, dice Rath-Wiggins. Muchos estudiantes, fotógrafos independientes o redactores de medios regionales han demostrado gran interés en el software. La emisora ARTE ha incorporado desde hace tiempo el periodismo inmersivo a su repertorio de formatos y publica regularmente videos de 360º. Con la aplicación ARTE360, los espectadores pueden, por ejemplo, explorar el mundo submarino junto a apneístas en una serie de buceo. Para 2018 está planeado un proyecto con los canales ZDF y ARTE sobre la situación de los nuba en Sudán.
 
Embedded Code

Aunque los presupuestos para proyectos de realidad virtual son mucho más generosos en los Estados Unidos que Alemania, Kay Meseberg, director del proyecto ARTE 360/VR observa una gran receptividad para las crónicas inmersivas: “Veo que aquí hay una abordaje muy entusiasta de esta tecnología. Si miro producciones alemanas, sea de los canales ZDF, ARD o de periódicos como Die Welt o el Süddeutsche Zeitung, veo producciones muy dignas.

Ahora bien, el periodismo de realidad virtual no es simplemente una renovación tecnológica. Los periodistas también tienen que inventar nuevas formas de narrar. Como el espectador se encuentra en el medio del suceso, hay que orientar su mirada de modo diferente y el hilo narrativo debe modificarse. “El trabajo con este nuevo medio exige un cambio mental a la hora de crear. Por ejemplo, un guión de realidad virtual se diferencia mucho de uno de producciones tradicionales y clásicas”, dice Kay Meseberg. “Y hay que estar dispuesto a cambiar.” El experto en realidad virtual es, sin embargo, optimista, en cuanto a que el nuevo medio se insertará más fuerte en Alemania. “Si uno observa lo rápido que se difundieron estos medios en apenas tres años, resulta lógico estar expectante por lo que sucederá en el futuro”, dice él.

Entre máquina de empatía y voyeurismo

Cierto desencanto ha sufrido, por otra parte, la esperanza de que la realidad virtual funcione como una “máquina de empatía”. Algunos expertos en medios habían esperado que los espectadores que viajaban virtualmente a zonas de terremotos o a la guerra civil colombiana pudieran conocer mejor los acontecimientos y cambiaran su postura. Pero la realidad virtual tiene sus límites. “Estar presente no significa automáticamente sentir empatía”, explica Ainsley Sutherland, que investigó el tema como miembro del BuzzFeed-Open-Lab. Cuando el director de Facebook, Mark Zuckerberg, utilizó la herramienta de realidad virtual Facebook Spaces para realizar con cara sonriente un paseo por un Puerto Rico devastado por el huracán, hubo muchas quejas en los medios porque la mayoría vio allí sólo voyeurismo e ignorancia, y ciertamente nada de empatía.

Sin embargo, Linda Rath-Wiggins, de Vragments, cree que los periodistas no deberían apresurarse a juzgar qué sentido darle a la realidad virtual. En lugar de eso, deberían probar nuevos límites, formatos y modos de narrar. “Tenemos que tener cuidado y no cargarnos de reglas antes de salir de la fase de experimentación”, dice. Por supuesto, la ética periodística y los principios clásicos de la buena práctica rigen también en la época de la realidad virtual. Rath-Wiggins está convencida de que la relación de los espectadores con la realidad virtual se transformará cuando se acostumbren a la nueva forma de representación y a la inmersión en escenas, aunque estas sean dramáticas.