El Modernismo brasileño y la Bauhaus  “Las ideas de la Bauhaus existían también en otros lugares”

 © Juan Camilo Roa 2018

​La arquitecta y urbanista Sônia Marques habla sobre posibles influencias de la Bauhaus en la arquitectura brasileña, tomando como punto de partida obras realizadas por el arquitecto Luiz Nunes, en Recife, en la década de 1930.

¿Es posible identificar alguna influencia directa de la Bauhaus en la arquitectura latinoamericana?

En el caso de la arquitectura, con frecuencia se usa el concepto de influencia para señalar semejanzas visuales. Siempre es peligroso atribuir influencias directas de cualquier escuela o movimiento sobre otro. Sin embargo, es obvio que se pueden detectar influencias en casos precisos, a través de datos históricos, como las biografías que dan testimonio de que determinadas personas participaron de tal o cual experiencia. Esto no puede encontrarse en el caso de la Bauhaus y los arquitectos brasileños. Pero pienso que debe considerarse que la experiencia de la Bauhaus (1919-1933), aunque singular y excepcional, fue parte de un movimiento más amplio de renovación de los parámetros estéticos. Es decir, las ideas de la Bauhaus existían en otras partes.

La difusión de ideas o de cánones en arquitectura puede hacerse por diferentes medios: una imagen, una publicación, intercambios, viajes. Un ejemplo más reciente: ¿en cuántos lugares no encontramos la "influencia" de Brasilia en realizaciones de arquitectos que nunca estuvieron en la ciudad brasileña? Teniendo en cuenta esto, no pienso que se pueda atribuir una influencia directa sobre la arquitectura latinoamericana a personas y corrientes que participaron de la Bauhaus, pero sí pueden encontrarse referencias ubicuas y difusas. Estas referencias se manifiestan en la adopción de cánones de las artes plásticas, de ismos y en el experimentalismo constructivo. En el caso de la arquitectura brasileña moderna, ese experimentalismo usó mucho la plasticidad del concreto, ya que era el material moderno de que se disponía. Las experiencias con los demás materiales, como los metales y las maderas curvas tratadas, hasta poco antes eran inexistentes en el lenguaje arquitectónico brasileño, dadas la mano de obra extensiva y la poca industrialización de la construcción civil.

Influidas directamente o no por la Bauhaus, las construcciones modernistas brasileñas muestran una audacia y un vanguardismo increíble si se las compara con el panorama internacional de la época. Me gustaría destacar cuatro obras pioneras: el Pavilhão de Óbitos, de Luiz Nunes (1909-1937), en Recife; la Igreja da Pampulha, de Oscar Niemeyer (1907-2012); la Caixa D’água de Olinda y la Escola Alberto Torres, en Recife; ambas también de Nunes.

¿Entonces de alguna manera podemos relacionar las obras de Luiz Nunes, sobretodo las de Recife, con la Bauhaus? ¿Y qué importancia tiene su arquitectura para la ciudad?

Nunes sigue siendo un misterio en muchos aspectos. Sus obras testimonian el vanguardismo que tenía el medio profesional de Recife en aquella época. La importancia de sus obras es enorme y va mucho más allá de los parajes de Recife. Cuando fui directora de DOCOMOMO (Documentación y Conservación del Movimiento Moderno) Brasil, hicimos un evento con la presencia de Agnes Caillau, entonces presidenta de DOCOMOMO France. Se quedó muy sorprendida cuando visitó el Pavilhão de Óbitos de Nunes: una obra de 1937 ¡y ya todo estaba ahí! Cuando se hizo el proyecto del Pavilhão, la Villa Savoy de Le Corbusier no tenía diez años, un tiempo que para la difusión de la arquitectura no es nada, y su repercusión en Francia era muy escasa.

¿Cuál es el comportamiento del poder público respecto a la conservación de esas construcciones?

Desde muy temprano el IPHAN (Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico Nacional) se ocupó de la preservación de las obras modernistas, pero el instrumento de protección es limitado. Cuando hicimos el primer evento de DOCOMOMO Brasil en 2015, abrimos con una mesa redonda con periodistas. En particular recuerdo un video chocante hecho por el periodista Júlio Cavani que mostró material sobre una bella residencia modernista que quedaba en la ciudad; esto terminó desencadenando la demolición inmediata de la casa a petición del propietario, quien temía que se cayera bajo las leyes de protección. Los propios arquitectos, ávidos de nuevos proyectos, son muchas veces los que desclasifican las construcciones modernistas, o de la primera Modernidad, todavía ecléctica, como fue el caso del edificio Caiçara, en Boa Viagem (“son despojados de valor", para decirlo en la jerga).

El Hospital da Brigada Militar y la Usina Higienizadora de Leite (1934-1935), también proyectos de Nunes, con losas planas, superficies lisas y sin ornamentos, ¿pueden ser vistos como una referencia a la Bauhaus?

Las losas planas, las superficies lisas y sin ornamentos pueden encontrarse antes y fuera de la Bauhaus. En la Robie House (1906-1909), del arquitecto estadounidense Frank Lloyd Wright, las losas planas de las terrazas resultaban impresionantes tanto por su técnica como por su condición de elemento compositivo. En 1908, por ejemplo, Adolf Loos escribía "Ornamento y delito", que es una teoría sobre la relación entre arquitectura y decoración, entre medios constructivos y decorativos. El mismo Loos, en la misma época, desarrolló la teoría del Raumplan, que se relaciona con las losas planas a diferentes alturas. Le Corbusier desarrolló la Teoría del Plano Libre en 1926.

No digo esto para disminuir la importancia de la Bauhaus, sino, por el contrario, para valorizar una institución que supo canalizar, en un momento único, las ideas que estaban circulando. Walter Gropius fue el primero en combatir la idea de un “estilo Bauhaus” como algo a ser copiado, imitado, capaz de influir. La influencia es un concepto complicado y por eso mismo da lugar a textos sin consistencia que, en mi opinión, demuestran un desconocimiento total de lo que es un proyecto de arquitectura. Es posible aproximarse a las actitudes de la Bauhaus y la D.A.U., donde Nunes trabajaba, en lo que se refiere a la organización del trabajo. Sus equipos contaban con la participación de maestros de obras y obreros que influían en las decisiones de los proyectos, donde el saber empírico se sumaba al conocimiento más académico de los arquitectos e ingenieros.

¿Podría explicar eso mejor?

No conozco ningún documento que pruebe que era Nunes el encargado de pensar la organización del trabajo de la D.A.U. (Dirección de Arquitectura y Urbanismo). En mi opinión, esa era más una competencia de los ingenieros. Pero sin duda puede decirse de modo general que la experiencia de la D.A.U., incluyendo la fabricación del famoso cobogó, fue justamente fruto de la racionalización que ponían en práctica esos ingenieros que con su experimentalismo tuvieron una actitud semejante a la primera fase de la Bauhaus, no a la segunda. En seguida muchos arquitectos experimentaron con la racionalización de los lugares de trabajo y con elementos prefabricados, por ejemplo el grupo Arquitetura Nova, motivado en gran parte por razones políticas.

¿Es posible entonces identificar hoy en Recife legados de Luiz Nunes en las formas de trabajar y de pensar la ciudad?

Nada me indica que Luiz Nunes "pensara la ciudad", en el sentido de una totalidad en evolución, porque incluso el arquitecto Lúcio Costa (1902-1998), en mi opinión, no lo hacía, y esto puede verse claramente en el memorial de su proyecto para Brasilia, donde es obvia la evocación del bulevar decimonónico de la París de Hausmann. En 1937, el saber urbanístico era más competencia de los ingenieros y el pensamiento sobre la ciudad se daba en términos de embellecimiento (ámbito de los arquitectos), saneamiento, infraestructura y sistema vial. Por eso no creo que haya tales herencias. Hay mucha reivindicación de la herencia, incluso se ha inventado una supuesta Escuela de Recife. Muchos podrán decir que son miembros de ese linaje, pero eso, en mi opinión, es una construcción de los historiadores.
 
Sônia Marques se doctoró en la E.H.E.S.S (École des Hautes Études en Sciences Sociales). Dio clases en diversas universidades de Brasil y del exterior. Fue presidenta del Instituto de Arquitectos de Pernambuco (1979-1980) y Directora Técnica Regional (1994-1996) del IPHAN. En 2004, se desempeñó como miembro del Comité Internacional de Educación de DOCOMOMO. En 2014-2015 fue coordinadora general de DOCOMOMO Brasil. Actualmente investiga la relación entre las artes visuales y la arquitectura contemporánea.

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