Entrevista con Deniz Utlu
Identidad entre las culturas

El autor de habla alemana Deniz Utlu
El autor de habla alemana Deniz Utlu | Foto: © Marianna Salzmann

El autor en idioma alemán Deniz Utlu escribe directa y poéticamente sobre migración e identidad. En esta entrevista, nos cuenta por qué sus raíces turcas desempeñan un papel más importante para otros que para él mismo, y cómo define su identidad.

Usted estuvo en una gira de lectura en Perú en mayo del 2017. ¿Su origen desempeñó un papel allí?

El Goethe-Institut me invitó a lecturas en Lima y Arequipa durante las Semanas de Europa, en las cuales la migración fue tema central. Me presentaron allí como un autor de habla alemana, acorde a la verdad. El interés de la audiencia, principalmente la joven, era enorme. Me sorprende ver cómo la literatura puede conectar a personas que provienen de contextos tan diferentes, y, a veces, de tiempos diferentes.

¿Pero usted se define como turco o alemán?

La pregunta binaria sobre la identidad nacional no tiene nada que ver conmigo mismo, en cuanto persona con múltiples sentidos de pertenencia. En mi opinión, esta pregunta se refiere ante todo a la sociedad mayoritaria. Si duda, hay personas con sentido de pertenencia migratoria que han internalizado esta inseguridad, que se les aplica desde afuera, y que convierten en su gran tema.

…y hay quienes se enojan cuando se les pregunta sobre su origen. ¿Cómo reacciona a esa pregunta?
 
No me molesta, lo percibo principalmente como una impotencia de la sociedad mayoritaria. Es un intento convulsivo de encontrar una esencia de identidad. Cuando me preguntan qué soy y cómo me siento –si turco o alemán– trato de ser amable. Cuando los políticos intentan definir de manera esencialista lo que es alemán y lo que determina a la cultura alemana, la impotencia a menudo se convierte en algo ridículo, y se vuelve evidente cuán imposible es mantener la separación binaria.

Esa es la palabra clave: “cultura alemana”. ¿Qué papel tuvo la cultura durante su socialización e integración? Al fin y al cabo, a los 19 años de edad, en Hanover, usted creó con “freitext” una revista sobre cultura y sociedad, que además editó durante mucho tiempo.

En mi escuela, muchos profesores, así como padres de los alumnos, provenían de la generación de los años 68. En mi año, solo dos de cien alumnos tenían, como yo, una relación con Turquía. Esta es una situación completamente diferente a la actual en Berlín-Kreuzberg y Berlín-Neukölln. En la escuela había una cultura del debate muy fuerte, muy abierta a las artes. Teníamos una compañía de teatro que era muy importante para mí. Además, tuve la suerte de tener maestros que me animaron, a diferencia de lo que había sucedido en la escuela primaria y el nivel de orientación. Aún mantengo una amistad intensa con uno de los maestros.

Ya entonces usted estaba recopilando las primeras experiencias como autor.
 
Sí, siendo niño ya había empezado a escribir. Y cuando, en el noveno grado, publiqué en un periódico estudiantil –que yo mismo editaba– dos artículos de protesta contra el director de la escuela, aprendí que escribir puede tener consecuencias. Un texto titulado “¿Qué es de izquierda?”, tal vez mi primer ensayo, provocó grandes discusiones y fue examinado en clase. Incluso hubo eventos al respecto, pues ante todo estudiantes de grados superiores tenían la necesidad de lidiar con eso. Yo no había contado con ninguna reacción.

Actualmente está escribiendo su segunda novela. ¿Qué papel desempeña la migración en su trabajo?

El mundo migrante es el contexto de mi primera novela, pero no el tema. Sin embargo, no todos los contextos migratorios deben ser ignorados para que otras facetas del texto sean visibles. No creo que la migración pueda desaparecer de la literatura contemporánea, independientemente de las referencias biográficas de los autores. Ya no podemos pretender que este fenómeno no existe.

Este fenómeno, sin embargo, no se refleja en la mayor presencia de literatos y creadores culturales con antecedentes migratorios. ¿Requieren estos grupos de un apoyo especial?
 
En el sector cultural sucede lo que ocurre en todos los demás sectores, como la economía y la política: debe garantizarse que las personas con antecedentes migratorios se conviertan en elementos obvios. La industria cultural debe hacerlo posible y también garantizar que las personas con múltiples identidades sean tomadas en serio en su trabajo artístico literario y no sean reducidas al tema del origen.