Reciclaje y separación de basura Alemania, ¿reciclar como campeones?
A primera vista, lxs alemanxs reciclan su basura como campeonxs del mundo. Pero, ¿es realmente así? ¿Cómo se separa correctamente la basura? ¿Reparar residuos significa también proteger el clima? Sobre aquello que generamos a diario: la basura.
Contenedores para vidrio, orgánicos, bolsas amarillas, residuos no reciclables, papel. El sistema de gestión de residuos en Alemania parece más complicado que algunos trámites burocráticos. Aun así, separar la basura forma parte del día a día y es uno de los temas medioambientales más importantes para lxs alemanxs.
En comparación con 36 países analizados, Alemania tiene la tasa de separación de residuos per cápita más alta. Y eso no es casualidad: para lxs alemanxs, una de las prioridades en la protección del medio ambiente es reducir los residuos plásticos en la naturaleza y fomentar la economía circular.
Pero, ¿qué hay realmente detrás del fenómeno del reciclaje alemán? Echemos un vistazo entre bastidores.
La razón es que los residuos están frecuentemente demasiado sucios o no han sido separados correctamente. Esto puede ilustrarse con el ejemplo de un envase de yogur: debe estar vacío (aunque no perfectamente limpio) para poder reciclarse. Sin embargo, la tapa de aluminio debe separarse del vaso, para que ambos materiales —aluminio y plástico— puedan reciclarse por separado.
Para frenar el cambio climático es necesario reducir los gases de efecto invernadero. Por ejemplo, fabricar plástico nuevo requiere mucha más energía que reciclar plástico usado. Además, cuando los residuos se incineran, se libera dióxido de carbono (CO₂), un gas de efecto invernadero. Y cuando la basura se descompone en los vertederos, se genera metano, un gas aún más agresivo. Por eso, el reciclaje ayuda a reducir emisiones, tanto en la producción, como en la incineración y en los vertederos.
Separar correctamente los residuos, por tanto, es importante. Pero lo que realmente ayuda al medio ambiente es evitar generar basura en primer lugar. En Alemania se producen anualmente 632 kg de residuos por persona, una cifra muy por encima del promedio de la Unión Europea. Parte de esta basura incluso se exporta a centros de reciclaje en otros países, donde se procesa, incinera o acaba en vertederos.
La basura que no se genera no necesita ser incinerada, ni puede terminar en el mar por otros medios. Y aquí no solo están implicados lxs consumidorxs, también las empresas y la política tienen responsabilidad. Porque aún existen envases que no se pueden reciclar. Y además: ¿realmente es necesario envolver un pepino ecológico en plástico?
En comparación con 36 países analizados, Alemania tiene la tasa de separación de residuos per cápita más alta. Y eso no es casualidad: para lxs alemanxs, una de las prioridades en la protección del medio ambiente es reducir los residuos plásticos en la naturaleza y fomentar la economía circular.
Pero, ¿qué hay realmente detrás del fenómeno del reciclaje alemán? Echemos un vistazo entre bastidores.
¿Alemania, campeona mundial del reciclaje?
Sobre el papel, la situación parece prometedora: uno de cada dos alemanxs afirma separar su basura regularmente. Esto permite que, por persona, se destinen al reciclaje unos 302 kg de residuos al año. ¿Entonces lxs alemanxs sí reciclan como campeonxs? No del todo. Aunque mucha basura llega a los centros de reciclaje, solo una pequeña parte se recicla realmente. En el caso de los residuos de envases de plástico y aluminio, por ejemplo, en 2020 apenas se recicló el 35 % del material separado. La mayor parte termina en plantas incineradoras.La razón es que los residuos están frecuentemente demasiado sucios o no han sido separados correctamente. Esto puede ilustrarse con el ejemplo de un envase de yogur: debe estar vacío (aunque no perfectamente limpio) para poder reciclarse. Sin embargo, la tapa de aluminio debe separarse del vaso, para que ambos materiales —aluminio y plástico— puedan reciclarse por separado.
¿Y qué va en cada contenedor?
En la vida cotidiana se generan, de forma general, cinco categorías de residuos: (1) envases de plástico y aluminio, (2) vidrio, (3) papel, (4) residuos no reciclables y (5) residuos orgánicos. Una regla básica para separar correctamente es que los materiales no estén demasiado sucios. Una caja de pizza con algunas manchas de grasa puede ir al contenedor de cartón; un pañuelo usado, no. En el caso de los envases de plástico y aluminio, es importante tener en cuenta que se trata de envases, no de cualquier objeto de plástico. Un cepillo de dientes usado o un tazón roto van, por lo general, al contenedor de residuos no reciclables. No obstante, en algunas localidades existen los llamados “contenedores de materiales reciclables” donde se pueden depositar cepillos de dientes y tazones junto con los envases. Así que, pese a todo, sigue siendo un poco complicado.¿Separar la basura también significa proteger el clima?
De entrada, se puede decir que separar la basura es bueno para el medio ambiente. Se reutilizan materiales valiosos, lo que evita extraer recursos naturales escasos. Para el 80% de lxs alemanxs, una mejor separación de residuos también es un aporte importante en la lucha contra el cambio climático. Pero, ¿cómo protege el clima separar la basura?Para frenar el cambio climático es necesario reducir los gases de efecto invernadero. Por ejemplo, fabricar plástico nuevo requiere mucha más energía que reciclar plástico usado. Además, cuando los residuos se incineran, se libera dióxido de carbono (CO₂), un gas de efecto invernadero. Y cuando la basura se descompone en los vertederos, se genera metano, un gas aún más agresivo. Por eso, el reciclaje ayuda a reducir emisiones, tanto en la producción, como en la incineración y en los vertederos.
Separar correctamente los residuos, por tanto, es importante. Pero lo que realmente ayuda al medio ambiente es evitar generar basura en primer lugar. En Alemania se producen anualmente 632 kg de residuos por persona, una cifra muy por encima del promedio de la Unión Europea. Parte de esta basura incluso se exporta a centros de reciclaje en otros países, donde se procesa, incinera o acaba en vertederos.
La basura que no se genera no necesita ser incinerada, ni puede terminar en el mar por otros medios. Y aquí no solo están implicados lxs consumidorxs, también las empresas y la política tienen responsabilidad. Porque aún existen envases que no se pueden reciclar. Y además: ¿realmente es necesario envolver un pepino ecológico en plástico?