Especial: Los Angeles

EL ARTE CALLEJERO Y LA METRÓPOLIS EN EXPANSIÓN DE LOS ÁNGELES

Los Ángeles y el arte callejero están hechos el uno para el otro. La segunda ciudad más grande de Estados Unidos es una metrópolis en expansión conocida por su diversidad cultural y sus vínculos con la industria cinematográfica. Desde las playas de Los Ángeles y su clima mediterráneo hasta el ajetreo de sus distintos barrios y distritos, que se unen como el Voltron de un urbanista, los edificios de poca altura, la abundancia de carteles, la publicidad y el generoso uso del concreto han creado un lienzo que rivaliza con la historia de las exposiciones en galerías de “cubo blanco”. La refinada conservación museística, la cual ha impedido que el arte viva en los espacios habitados por el público en general, se ve contrarrestada por el arte callejero que sale a nuestro encuentro allí donde vivimos y trabajamos cada día en Los Ángeles.  

La popularidad del arte callejero ha crecido exponencialmente desde su debut inicial en la década de 1980 como una forma distinta de arte público nacida del grafiti, aunque no se reconocía como forma de arte, a diferencia de los murales y esculturas que salpican nuestros paisajes urbanos y suburbanos. El arte callejero se diferenciaba de los grafitis porque no se centraba tanto en las palabras y las letras.  En su lugar, el arte callejero se basaba más en la imagen y se dirigía más al espectador general, ya que su mensaje y su tema eran fácilmente reconocibles. Sin embargo, los artistas callejeros seguían utilizando pintura en aerosol y su trabajo seguía siendo técnicamente sin encargo (es decir, ilegal), por lo que se situaba entre estos dos géneros artísticos La accesibilidad del arte callejero es la razón por la que creo que funciona tan bien en una ciudad como Los Ángeles. La ciudad se mueve rápidamente a través de una maraña de autopistas y autovías, e imita la capacidad de atención de los residentes de Los Ángeles, que cada año es menor. Afortunadamente, el arte callejero no requiere que el espectador se desplace a ningún sitio para disfrutarlo, y sale a nuestro encuentro en mitad de nuestro día, ya sea en la parte lateral de un semáforo o junto a un edificio donde tenemos una reunión por la tarde. Los artistas callejeros son cuidadosos en la colocación de sus obras, por lo tanto, complementan a menudo el paisaje y piensan estratégicamente en cómo y dónde las verá el público. De este modo, los artistas callejeros toman prestadas muchas de las tácticas de éxito de la publicidad, la industria cinematográfica y la guerra de guerrillas para asegurarse de que el mayor número de personas posible vea su arte. Es una estrategia que recompensa la prisa, el ingenio y el entusiasmo. Los Ángeles alberga una nómina de artistas callejeros que cambia constantemente e incluye desde los gigantes y ya establecidos hasta los recién llegados que pasan por allí como una valla publicitaria siempre cambiante. Shepard Fairey, fundador de OBEY, es el mayor nombre de la cuadra, pero hay una serie de artistas importantes y talentosos que también contribuyen a la escena del arte callejero de Los Ángeles.  Otros artistas callejeros importantes —incluyendo a uno de los maestros de la vieja escuela del género, Kenny Scharf— son David Flores, Tristan Eaton, Retna, ELMAC, Mister Cartoon, Robbie Conal y Christina Angelina, por nombrar algunos. Sin embargo, una ciudad como Los Ángeles también atrae a artistas callejeros de todo el mundo debido a su agradable clima y a la atención y visibilidad que el arte callejero recibe aquí. Entre las contribuciones más significativas de la ciudad se encuentran piezas de Banksy, Herakut, Nychos, How and Nosm y D*Face, además de muestras de cientos de artistas que se han hecho un nombre —o esperan hacerlo algún día— trabajando en Los Ángeles. Sin embargo, nada es eterno en Los Ángeles. El arte callejero puede aparecer sin previo aviso y puede que sólo exista durante unas horas, en las que los elementos naturales, otro artista, los propietarios o las fuerzas del orden pueden destruirlo o pulirlo. La duración desconocida de una obra puede resultar frustrante para algunos, pero forma parte del juego del arte callejero. Incluso los elementos más conocidos de la comunidad desaparecerán tras años de seguridad.

Los Ángeles es la jungla de concreto por excelencia, y el espejo perfecto para el posmodernismo en la narrativa del arte. Siendo el modernismo la filosofía dominante de la creación artística durante el siglo XX, el grafiti y el arte callejero sólo empiezan a ganar popularidad cuando la historia del modernismo llega a su fin en la segunda mitad del siglo XX. El arte callejero suele considerarse antimoderno en el contexto de la historia del arte. Podemos interpretar el arte callejero como una reacción a las paredes blancas, las instituciones poderosas y las personalidades que fueron producto de la era moderna, de la que Los Ángeles tiene mucho. El arte callejero, por el contrario, se crea por una sola entidad, que a menudo carece de poder y cuya obra contrasta con la fría elegancia del paisaje de cemento gris. La diversidad de la población de Los Ángeles y la forma en que está organizada la ciudad es lo que hace y facilita la variedad tan amplia de temas, estilos y soluciones creativas en su arte callejero. Mientras el arte callejero se ha convertido en una forma de arte mucho más populista en los últimos años, algunos de sus practicantes se han convertido en muralistas, una forma considerada por algunos como un tipo de arte más legitimado. La naturaleza efímera del arte callejero es parte de su belleza; a medida que la ciudad cambia año tras año, también lo hace su arte. Como una galería sin curador, el arte callejero es un tablón de anuncios público que representa muchos temas e ideas importantes en una ciudad tan grande y diversa. Aunque ninguna obra podría englobar todo lo que es Los Ángeles, la variedad de arte callejero por toda la ciudad sí capta lo que Los Ángeles significa para nosotros.

 

Autor

G. James Daichendt es autor de Stay Up! Los Angeles Street Art y Shepard Fairey Inc: Artist/Professional/Vandal, además de otros libros. Es catedrático de Historia del Arte y Decano de la Facultad de la Universidad Nazarena de Point Loma. Jim se doctoró en la Universidad de Columbia y obtuvo sus maestrías en las universidades de Harvard y Boston.

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