Aprender alemán en Friburgo

Friburgo es culturalmente diversa. Conjuntos, coros y orquestas de fama internacional fascinan con su excelencia musical en la sala de conciertos, mientras que en el teatro tradicional de la ciudad se presentan producciones de todo tipo. Además, la ciudad, cercana a la frontera francesa, ofrece un espacio para el arte alternativo en el E-Werk, un centro creativo para la danza y el teatro. En el Jazzhaus se puede disfrutar de conciertos emocionantes durante todo el año. Los clubes nocturnos de moda invitan a celebrar hasta el amanecer y a sumergirse en la dinámica escena cultural de Friburgo.

Friburgo vive al aire libre. La región que rodea a la ciudad más verde de Alemania es conocida por su clima soleado y sus condiciones ideales para el cultivo de vino. Por ello, las fiestas tradicionales del vino, en las que se pueden degustar especialidades locales como la famosa tarta Selva Negra, son una parte fija del calendario anual. Los numerosos parques y prados de la ciudad invitan a disfrutar del buen tiempo con un picnic. Quienes prefieren la actividad física pueden recorrer en bicicleta la ribera del río Dreisam o explorar la Selva Negra haciendo senderismo. También merece la pena visitar la cercana región de Alsacia, Estrasburgo o Basilea.