Teatro de títeres
Primeros días del Festival FIDENA, en Bochum, Alemania

Miet Warlop (BE), „Mystery Magnet“, Offizielle Eröffnung
© Reinout Hiel

Unos breves comentarios sobre el Festival Figurentheater der Nationen, más conocido como FIDENA, que tuvo lugar del 16 al 24 de mayo de 2014 en Bochum, en la región del Ruhr de Alemania.

Del 16 al 24 de mayo de 2014, tuvo lugar en Bochum, en la región del Ruhr de Alemania, el Festival Figurentheater Der Nationen, más conocido como FIDENA. Se trata del mayor de los que se celebran en el país germano y sin duda uno de los más importantes de Europa. Tuve la oportunidad de asistir al mismo en calidad de observador, invitado por el NRW Kultur de la Región del Ruhr.

El Festival FIDENA se caracteriza por centrarse especialmente en espectáculos interdisciplinares, que se hallan en el cruce de los lenguajes que hoy caracterizan al teatro de títeres Contemporáneo. Eso explica que para la inauguración, Annette Dabs, directora artística, haya escogido a la coreógrafa belga Miet Warlop con un espectáculo, Mystery Maguet, que rompía todos los moldes de todos los géneros.

Estrenado en el Kunsten Festival des Arts de Bruselas, Diet Warlop propone un universo inspirado en el cómic y en la acción pictórica para desarrollar una lucha de materiales, formas y colores. El resultado es una sucesión de escenas que busca sorprender al espectador, llevándolo a él y a sus actores-manipuladores a los límites de lo imaginable.

Las obras más recientes de las principales escuelas de títeres en Alemania

Otra de las características del Festival FIDENA es que suele presentar trabajos recientes de las dos escuelas de títeres principales de Alemania, la de Berlín y la de Stuttgart.

En la Rathausplatz de Bochum, los estudiantes de la Escuela de Berlín presentaron Anti_Korrosions, una acción callejera dirigida por Markus Joss, que compitió con las paradas del pequeño Rastro que hay los domingos en la plaza, y que entretuvo a un público algo atónito de ver a cuatro simpáticos aunque muy raros extraterrestres de cabezas grandes y arrugadas. El elaborado trabajo de los estudiantes en la técnica del clown y en el juego con los objetos variopintos puestos en circulación permitió ver el alto grado de preparación que existe en estas escuelas.

El grupo de estudiantes de Stuttgart, por su parte, presentó Toi-Toi-Toi en el ROTTSTR5 Theater!, de Bochum. El espectáculo fue una brillante exhibición de talento escénico y de energía juvenil, con tres actores a cargo de tres cabinas retrete de plástico, de las que se ponen en la calle. La vibrante energía de los actores, llena de humor y de muy logrados gags cabareteros, conectó de inmediato con el público. Un trabajo de factura coreográfica, casi de malabarismo circense, con una frescura tan inteligente como original.

Tres importantes obras internacionales

Un plato fuerte de los primeros días del Festival fue la obra Gobo. Digital Glossary, del colectivo AKHE Engineering Theatre, de Rusia. Dos únicos actores se adueñan del espacio, que cortan y organizan a su antojo, con una libertad descarada y provocadora. Un humor negro y duro que busca sacudir los asientos del público con acciones que barajan el rock, el teatro de objetos, el video y mil efectos visuales, con el grado de fuerza, libertad y dureza que sólo vemos hoy en los movimientos que se oponen al poder en Rusia, donde las protestas suelen acabar con feroces represiones. Aire fresco de la cercana –y, por los delirios de la política, a veces tan lejana– Rusia, convertida hoy en un lugar de enorme creatividad en el terreno de las artes.

Otro tipo de energía es la que desplegaron las cuatro bailarinas procedentes de Holanda y dirigidas por Boukje Schweigman, en la obra Whips. Una singular creación de corte más coreográfico y circense (unos látigos eran los coprotagonistas  del espectáculo) que sin embargo, a medida que iba avanzando la obra, llegó a convertirse en una verdadera catarsis en la que las cuatro jóvenes bailarinas quedaron literalmente atrapadas por un tránsito feroz. Situadas en un espacio cuadrado con el público a su alrededor, nos vimos de pronto transportado a vivencias arcaicas y viscerales, como si tuviera delante a unas jóvenes bacantes (del siglo XXI, eso sí) en estado de furor, bien armadas con látigos, que marcaban el ritmo de su frenesí.

En clave muy diferente se presentó la obra Count to One, dirigida e ideada por la directora iraní Zarha Sabri, y que propone un trabajo de construcción figurativa hecha con barro de modelar por tres titiriteros en escena. El resultado, con una música realizada al vivo con instrumentos tradicionales, es altamente poético y sugestivo, con pequeñas escenas que simbolizan la lucha por la vida y el absurdo de las guerras y de la opresión.

El último espectáculo que este observador pudo ver en la sala PACT Zollverein, de Essen, fue Pulling Strings, una propuesta de teatro de objetos de la alemana Eva Meyer-Keller. Su objetivo fue utilizar los elementos técnicos que uno encuentra en cualquier escenario –cables, focos, extintores, el suelo de goma para los bailarines, las “burras” para colgar vestuario, escobas, aspiradoras…– y concentrarse pura y simplemente en su manipulación para crear así una sorprendente sucesión de efectos visuales. Un trabajo coreográfico en el que el lugar de los bailarines estaba ocupado por los objetos.