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Sasha Waltz
Coreógrafa de ópera

Sasha Waltz aúna con su ópera coreográfica, la danza con la música y el canto. También en su puesta en escena de “Dido & Eneas” de Henry Purcell.
Sasha Waltz aúna con su ópera coreográfica, la danza con la música y el canto. También en su puesta en escena de “Dido & Eneas” de Henry Purcell. | Foto (detalle): © Sebastian Bolesch / Sasha Waltz & Guests

Con un género nuevo, la ópera coreográfica, Sasha Waltz se labra un nombre en la historia en la danza. Al combinar diversas disciplinas, la ópera coreográfica establece un diálogo entre las diversas ramas del arte y enriquece la experiencia del espectador.

De Romy König

“Disolver lo estático”: la ópera coreográfica 

En 1993 Sasha Waltz fundó junto con el director Jochen Sandig la compañía “Sasha Waltz & Guests”, cuyas piezas se ensayaban y solían representarse en el centro cultural Berlinés “Radialsystem V”. Hasta hoy, artistas de diversas disciplinas provenientes de casi treinta países han participado en este proyecto. En 2013 la compañía fue nombrada “Embajadora de la Unión Europea”. En su trabajo, Waltz se dedica sobre todo a la creación de coreografías de ópera: Dido y Eneas (2005) fue la primera producción para la cual Waltz combinó música –en general composiciones de ópera clásica–, canto y danza. La idea de la bailarina y coreógrafa formada en Nueva York y Ámsterdam es que las diferentes artes convivan en igualdad de condiciones, para así disolver lo estático, en su momento, inherente a la ópera. También en los proyectos que siguieron, por ejemplo, en Medea (2007), Romeo y Julieta (2007) o en sus puestas más recientes, Tannhäuser (2014) y Orfeo (2014), los cantantes, los músicos, los bailarines y el coro dieron forma a una obra de arte total.

La serie “Diálogos”: mucho más que estudios previos 

Cuando Waltz investiga para una nueva producción, no es extraño que surjan otros proyectos menores que también lleva a escena ya sea como improvisaciones o como estudios previos. Así surgió la serie Dialoge (Diálogos): encuentros breves e intensos que giran en torno de “el espíritu libre de la improvisación y las ganas de experimentar”. “Hay que juntar a los artistas que de otro modo muy probablemente nunca se encontrarían”, dice Waltz. Así no sólo se establece un diálogo entre los artistas, también se enriquece la mirada del espectador. Sasha realizó la serie Dialoge ’99/II en el Jüdisches Museum de Berlín; con Dialoge – Radiale Systeme, un trabajo previo a su producción operística Medea, su compañía inauguró Radialsystem V. El proyecto Dialoge 09 – MAXXI se puso en escena en 2009 para la inauguración del nuevo museo de arte contemporáneo MAXXI de Roma, una espectacular construcción de la famosa arquitecta Zaha Hadid, fallecida en 2016. El mismo año la compañía presentó Dialoge 09 – Neues Museum en el Neues Museum de Berlín.

El diálogo continúa

En los años siguientes, Waltz se dedicó de modo intensivo a coreografiar collages sonoros que ella misma compone y en los que retoma la estética de sus primeros trabajos. Trabajos como Kreatur (Criatura) (2017), Exodos (Éxodo) (2018) y rauschen (susurrar) (2019) abordaron decididamente temáticas sociopolíticas de actualidad. Entre 2000 y 2004, Waltz fue miembro de la dirección de la Schaubühne am Lehniner Platz y en la temporada de 2019/2020 se hará cargo junto con Johannes Öhmann de la dirección artística del Berliner Staatsballett. Su primer trabajo se llamará Sym-phonie MMXX, una obra por encargo del compositor austríaco Georg Friedrich Haas. También en este caso Waltz sigue fiel a su idea de favorecer el vínculo y el encuentro: la pieza, así se ha anunciado, “irá adoptando su forma gracias a un diálogo intenso y continuo”. 

Texto: Goethe-Institut, Romy König. Este texto possui licença Creative Commons Menção da Autoria – compartilhamento apenas sob as mesmas condições que a Licença 3.0 Alemanha.
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