Conversa con Nina da Hora
“La opacidad existe debido a las lagunas que hay en la educación”
Nina da Hora, estudiante de Ciencia de la Computación, procura hacer de la tecnología algo menos complicado para atraer a una mayor cantidad de jóvenes de las periferias hacia este campo científico.
De Tânia Caliari
Nacida en una familia de mujeres docentes, Nina da Hora supo tempranamente que el conocimiento es algo para compartirse. Sus ganas de ser científica desde niña, aliadas a su disposición autodidacta para entender las computadoras en su adolescencia, la llevaron a seguir Ciencia de la Computación. Actualmente ella es una referente entre jóvenes interesados en dicha área del conocimiento, a quienes incentiva a ser más que usuarios y a desarrollar el pensamiento crítico con relación a las herramientas digitales.
El mensaje de Nina es claro: la computación es multidisciplinaria. Y no es exclusividad de los varones. Y no se necesita mucho dinero para estudiarla. Cuando aún era estudiante de la carrera de grado, ella creó el canal Computação sem Caô [La computación sin vueltas], en Youtube, con videos rápidos que abordan conceptos e ideas referentes a ese universo tecnológico. Produjo también el pódcast Ogunhê, con episodios sobre la trayectoria de científicos de diversos países de África, con la impronta de su activismo antirracista. Su trabajo de divulgación científica incluye también clases, charlas y la participación en eventos, siempre en busca de combatir la opacidad que signa los procesos de producción, distribución y consumo de la tecnología que invade nuestra cotidianeidad.
Parece que la opacidad es una característica inherente a los procesos tecnológicos que estamos viviendo. Nunca sabemos a ciencia cierta cómo funcionan las herramientas digitales, debido a las especificidades del lenguaje técnico y a los secretos del modelo de negocio del sector. ¿Es necesario que sea así?
No, no es necesario. Creo que se hace cada vez más necesario que el lenguaje del área de la computación se vuelva más accesible, pues las intervenciones que estamos sufriendo son muy fuertes y muy rápidas. Hay tecnologías de seguridad digital que interfieren en nuestra ciudadanía y tecnologías de reconocimiento facial que interfieren en la seguridad, por ejemplo. La opacidad, el hecho de que no sepamos cómo funcionan los sistemas, afecta nítidamente a nuestra privacidad y existe a causa de las lagunas que hay en nuestra educación.
El anhelo de explicarle a tu abuelo qué son y cómo funcionan los algoritmos te llevó a producir Computação Sem Caô. ¿De qué manera tus videos ayudan a combatir la opacidad en el área de la computación?
La fuerza del conocimiento se plasma cuando se lo comparte. Pero dentro del sistema educativo que tenemos, el acceso a ciertos contenidos todavía no se ha convertido en una realidad. Por eso la idea de los videos consiste en salir de ese lugar de inercia frente a la tecnología y explicar algunos conceptos de la computación que incluso ya se han difundido y se han popularizado, pero que aun así no quedan claros para la masa.
En tu actuación de difusión científica mediante charlas y videos, buscas incentivar a la gente para que se involucre en la comprensión de la computación y de sus herramientas. ¿Cuál es la importancia de esa comprensión?
Como estamos viviendo en un mundo cada vez más digital, de no hacerse un esfuerzo colectivo para que cada vez más gente y en distintos contextos tenga acceso a los conceptos y a los procesos de esa transformación, perpetuaremos en el mundo digital la desigualdad que existe en nuestro mundo físico.
¿Cuál es la importancia del pensamiento computacional para superar la inercia?
El pensamiento computacional es un proceso que ayuda a entender las creaciones tecnológicas en el medio digital desde una perspectiva más humana y social. Este proceso contribuye al desarrollo del pensamiento crítico necesario en medio de las transformaciones que estamos viviendo, y hace que salgamos del lugar de programadores o desarrolladores de tecnologías rumbo al lugar de cuestionar y repensar sus impactos sobre la sociedad.
Cuando observamos el ascenso de las Big Tech, pensamos que no existe alternativa de interacción tecnológica por fuera del patrón que estas imponen. ¿Cómo puede ser que herramientas que nos empoderan en el día a día nos puedan llevar a la inercia, a la adhesión acrítica y a la no superación de ese patrón?
Es una pregunta compleja, pues el ascenso de las Big Tech ocurre en medio de las fragilidades y lagunas existentes en el proceso de construcción de nuestras vidas en el ambiente digital. Estas lagunas nos dejan poco críticos con relación a las tecnologías que, por otra parte, nos abastecen con respuestas rápidas y soluciones a corto plazo, y que causan la sensación de desarrollo colectivo. Y es esa la sensación que queremos tener, al fin de cuentas, ¿no es cierto? Queremos tener soluciones rápidas ante problemas que nos molestan sobremanera. Y allí reside la dificultad para superar el patrón de las grandes empresas de tecnología. Por eso abogo intensamente por el desarrollo del pensamiento computacional pautado en la filosofía, en el cuestionamiento, pues aun cuando genera una solución que es solo a largo plazo, abrirá al menos nuestras mentes con relación a cómo podremos salir de ese patrón en distintos contextos.
Tu pódcast, llamado Ogunhê, rescata la trayectoria de científicos negros de distintos países. ¿De qué manera la opacidad ha dejado su marca en la historia del pueblo negro, y cuál es la consecuencia de esto?
La consecuencia de esto es precisamente la supresión de los aportes de los científicos africanos al conocimiento en diversas áreas con impacto sobre nuestras vidas. Esta eliminación se vuelve nítida cuando necesitamos hacer referencia a algunas personas de esa área y las primeras que nos surgen son blancas, pues fueron las que aparecieron en el decurso de nuestra formación. Ogunhê es una forma de rescatar y compartir los conocimientos y las creaciones de científicos del continente africano que generaron impactos positivos en el mundo, y de percatarnos acerca de cómo interrelacionaron siempre a las ciencias exactas, humanas y biológicas, haciendo un conjunto y no separándolas, tal como las vemos hoy en día. Mucho de la opacidad y de la inercia social y tecnológica parte del hecho de que no conocemos nuestros orígenes.