Fotografía
La historia se detiene

Collage hecho a partir de los resultados principales de una búsqueda en Google de “luna”, “presa” y “Marilyn Monroe“. Collage: Verena Hütter

Las imágenes técnicas como la fotografía interrumpen el flujo de la Historia, se convierten en un dique. El progreso lineal de las cosas se detiene en ellas. Circulan por el lugar, permanecen disponibles de forma atemporal: Marilyn Monroe o La llegada del hombre a la Luna para toda la eternidad.

Andreas Ströhl

Incluso antes de la invención del fonógrafo, la fotografía fue el primer sistema de registro indexado. El concepto de indexicalidad fue acuñado por Charles Sanders Peirce en 1893. Según él, los índices son signos “que muestran algo sobre las cosas porque están físicamente relacionados con ellas”. El humo de un incendio, por ejemplo, o las huellas en la arena son señales que indican aquello que las causó.

Dado que la fotografía, al menos la analógica, es indiciaria, los teóricos de la fotografía se han ocupado principalmente de la fotografía como medio de representación, es decir, de la relación entre la imagen y lo representado, entre los signos y los objetos que significan. Esto también dio lugar a otro tema favorito de los teóricos de la fotografía, el del tiempo o las complejas relaciones entre el momento congelado y la transitoriedad, entre la memoria personal y la colectiva, y entre el estancamiento y la Historia. En el caso de los teóricos de la fotografía quizá más interesantes, Walter Benjamin, Roland Barthes y Susan Sontag, se trata de motivos centrales de observación —o más bien: de meditación melancólica—.

Utilizando el ejemplo de una fotografía de un joven condenado a muerte de 1865, Barthes explica la paradoja de la contemplación fotográfica:

Leo al mismo tiempo: “esto será” y “esto ya fue”; con horror percibo un futuro consumado cuya apuesta es la muerte. Al presentarme el pasado completo de la pose [...], la fotografía me sitúa la muerte en el futuro. Lo que me cautiva es el descubrimiento de esta equivalencia. La fotografía de la infancia de mi madre ante mis ojos; me digo: “va a morir” y me estremezco [...] ante una catástrofe que ya se ha producido.

Mientras que para Barthes la fotografía es el punto de partida de un memento mori de duelo anticipado (“así es como habrá sido”), el fenomenólogo de la comunicación checo-brasileño, Vilém Flusser, se interesa sobre todo por la perturbación que la fotografía inflige a nuestra noción de un curso lineal ordenado de la Historia, la cual está conformada por la escritura. Según Flusser, las imágenes técnicas como la fotografía interrumpen el flujo de la historia; se convierten en su dique. La progresión lineal de las cosas se detiene en ellos. Las fotografías no están dirigidas.

Circulan por el lugar; permanecen disponibles de forma atemporal. Uno puede mirar a Marilyn Monroe o La llegada a la Luna por toda la eternidad. Las imágenes técnicas acumulan acontecimientos dramáticos en escenas fijas: nature morte, naturaleza muerta. Los tableaux vivants también simulan la muerte en un punto inmóvil.

Por este efecto, pero también por su origen en el pensamiento formalmente calculador, la fotografía puede considerarse la primera imagen posthistórica:

Ciertamente, la fotografía ha conseguido llevar la imagen a la Historia; pero, al hacerlo, ha interrumpido la corriente de la Historia. Las fotografías son diques colocados en el camino de la corriente de la Historia, atascando los acontecimientos históricos. Así, la fotografía puede considerarse la primera imagen posthistórica. (Flusser, 2002)

Flusser varía y parafrasea incansablemente esta idea central de su filosofía: “La comunicación humana [...] se produce con la intención de olvidar el sinsentido y la soledad de una vida hasta la muerte y hacer así la vida vivible”. (Flusser, 1996)

Aunque todo ser humano muere, tiene la posibilidad de dejar huellas, preferiblemente imágenes o textos que existan más allá de él, lo que le permite en cierto sentido vivir eternamente aunque de manera estática: “En su inútil lucha contra la muerte, excava información en los objetos para almacenarla en la memoria cultural. La cultura es una memoria en la que el hombre se esconde del olvido”. (Flusser, 1993) Pone su esperanza, podríamos añadir, en la inmovilidad.

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– Friedrich Kittler, Aufschreibesysteme 1800/1900 (Sistemas de grabación 1800/1900), Múnich 1985
– Friedrich Kittler, Grammophon Film Typewriter (Máquina de escribir con gramófono), Berlín 1986
– Charles Sanders Peirce, “The Art of Reasoning” (El arte del razonamiento), en: Bernd Stiegler (editor) Texte zur Theorie der Fotografie (Textos de teoría de la fotografía), Stuttgart 2010, página 77.
– Roland Barthes, Die helle Kammer. Bemerkungen zur Photographie (La cámara luminosa. Observaciones sobre la fotografía), Frankfurt 1989, página 106.
– Vilém Flusser, “Photography and History” (Fotografía e Historia), en: Andreas Ströhl (editor) Flusser: Writings (Escritos), Minneapolis y Londres 2002, página 128.
– Vilém Flusser. “Umbruch der menschlichen Beziehungen?” (¿Una revolución en las relaciones humanas?), en: Stefan Bollmann y Edith Flusser (editores) Flusser: Kommunikologie, Mannheim 1996, página 16.
– Vilém Flusser, “Gespräch, Gerede, Kitsch. Zum Problem des unvollkommenen Informationskonsums” (Conversación, charla, kitsch. Respecto al problema del consumo imperfecto de información), en: Vilém Flusser, Nachgeschichte. Eine korrigierte Geschichtsschreibung (Posthistoria. Una escritura corregida de la Historia), Bensheim y Düsseldorf, 1993, página 226 y siguientes.

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