Parálisis del sueño
1 p.m., paralizado y asfixiado

Detalle de “El Aquelarre“, de Francisco de Goya, 1797–98, Museo Lázaro Galdiano Foto (Detalle): © Museum Lazaro Galdiano / Public Domain

Acosado por criaturas de las sombras y por Pan, el dios pastor, el cuerpo está dormido, la mente está despierta. Un estado mejor que su reputación.

Johann Voigt

Salté por la ventana.
Los fragmentos crujen bajo mis pies,
afuera está nevando en verano.
Trepé por la valla,
me rasqué la cara e ignoré los disparos.

Desciendo a las alcantarillas a través de una tapa abierta, me escondo en un pequeño hueco junto a la escalera que lleva más abajo. Frente al nicho hay una pequeña cortina, blanca, tranquila, la cierro. No hay olor a excremento, es un estado inodoro.

Mientras las autoridades descienden por la escalera muy cerca de mí, veo sus sombras a través de la cortina. Me tiro en la alcoba en posición fetal, oigo los pasos, oigo la respiración ajena, pero no la mía. Mis miembros están paralizados. El sentido del tacto se me desconecta. Puedo ver, pero no puedo abrir los ojos. No puedo respirar, pero no me asfixio.


Me dormí alrededor del mediodía debido al agotamiento total provocado por el trabajo asalariado y la depresión, me desperté poco después de la una de la tarde con adrenalina en mi cuerpo debido a la asfixia y la parálisis.

Los portales médicos hace tiempo que descubrieron la parálisis del sueño por sí mismos, al igual que Der Spiegel, Deutschlandfunk y los programas juveniles de los medios públicos. La producción de películas de terror por el propio cuerpo es un tema gratificante.
  • Jirones, Rabbit Hole, Parálisis del sueño:
  • aparece una figura negra
  • alucinaciones de terror
  • perseguido por espantosas apariciones
  • castigo divino del dios pastor Pan
  • Según los estudios, hay diferentes apariciones de acuerdo con el origen cultural,
    Italia: brujas y gatos gigantes,
    Egipto: djinns o yinns (genios),
    Dinamarca: criaturas de sombra sin contorno
  • Informes de estados similares, conocidos gracias a las historias de terror de Edgar Allan Poe.
Parece que soy más bien del tipo danés, aunque los gatos gigantes también me interesarían, y Edgar Allan Poe tampoco es, al menos, italiano, pues en los primeros versos de su poema El cuervo escribe:

Una vez, a medianoche, mientras ponderaba, débil y cansado
un raro y curioso volumen de una ciencia olvidada
mientras cabeceaba, casi dormido, se oyeron unos golpecitos
como un gentil llamado a la puerta de mi alcoba
“es algún visitante —murmuré— que llama a la puerta de mi alcoba”
sólo eso y nada más.


Es de suponer que el yo lírico del poema de Poe también haya experimentado una parálisis del sueño, probablemente se ha excedido con los libros extraños. Pero la pregunta es: ¿por qué pensar en Poe cuando se trata de la parálisis del sueño, o de cualquier diabólica criatura caprina y gatos gigantes? ¿Por qué no pensar más bien en Mark Fisher, quien, en El realismo capitalista, escribe que el capitalismo ha colonizado incluso nuestros sueños, y también se ocupa en sus escritos de la falta de acceso a la ayuda psicoterapéutica? ¿O del libro Saisonarbeit (Trabajo estacional), de Heike Geissler, en el que escribe sobre las estructuras de explotación en la fábrica de Amazon en Leipzig y el agotamiento físico y psicológico que conlleva el trabajo asalariado sin sentido?

Porque, ¿qué es la parálisis del sueño? La paralización física mientras la mente está despierta y todo lo que te rodea sigue en movimiento. En otras palabras, posiblemente el único estado de vigilia no restringida que no se puede explotar y que obliga a la gente a no funcionar en absoluto por una vez.

O, dicho de otra manera: los músculos esqueléticos humanos se paralizan durante la fase del sueño de movimientos oculares rápidos (MOR) para que no nos movamos innecesariamente o incluso, quizás, nos lesionemos durante el sueño profundo. El estado de parálisis del sueño es una transición demasiado rápida de la fase MOR al estado de vigilia. La cabeza se despierta más rápido que los músculos esqueléticos —de ahí los síntomas de parálisis, la sensación de falta de aire, el pánico, los seres de las sombras—. Completamente inofensiva, probablemente la experiencia cercana a la muerte más inofensiva de la historia, pero también un síntoma de lo que describen Fisher y Geissler.

Las causas de la parálisis del sueño pueden ser el estrés y las enfermedades mentales. Entonces, ¿por qué no abrazar el horror, verlo como algo positivo, una parada de advertencia, un recordatorio de que descansar o buscar terapia son más importantes que rendirse a la meritocracia y tratar de ser competitivo a toda costa?

Dos temas del álbum de Ziur de 2017, U Feel Anything?, encajan bien con dos posibles percepciones de la estasis por parálisis del sueño. Uno puede percibirlo como algo brutal, algo que no deja escapatoria, un estado de horror del que, sin embargo, hay que escapar a toda costa, como el ingobernable Arise. O puede seguir el tema Body of Light, que también insinúa sonidos de pesadilla, pero que finalmente termina con resonancias hermosas y sintéticas, en un momento de claridad. Sugiere el temido despertar a la una de la tarde de un estado de parálisis. Pero también deja espacio para reflexionar sobre el hecho de que el horror no reside en el breve y súbito paro, sino en la realidad a la que uno se ve arrastrado de nuevo después, y que, en primer lugar y ante todo, debe cambiar.

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Este artículo fue encargado y elaborado en colaboración con Das Wetter – Magazin für Text und Musik.  
 

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