Arquitecturas Colectivas
Tendencias alternativas de la Arquitectura en Barcelona

Eröffnungsperformance AACC: El Periódico, von Episodios Urbanos | © Kathrin Golda-Pongratz
Eröffnungsperformance AACC: El Periódico, von Episodios Urbanos | © Kathrin Golda-Pongratz | © Kathrin Golda-Pongratz

“La ciutat no es ven, es viu – La ciudad no se vende, se vive” fue el lema del encuentro de Arquitecturas Colectivas, celebrado en Barcelona en julio de 2014.

Habla de una preocupación urgente y, al mismo tiempo, de una tendencia en la capital catalana a la que, en la actualidad, no sólo grupos de ciudadanos críticos y alternativos reaccionan: a la venta (liquidación) de la ciudad y a la inminente pérdida de la vida urbana y la calidad de vida en favor de un turismo de masas cada vez mayor. A esto hay que añadirle el impacto de la crisis inmobiliaria en curso, a la que las autoridades municipales –a pesar de un continuo discurso sobre sostenibilidad– responden con la venta indiscriminada y la privatización de los espacios urbanos, y el reclutamiento agresivo de inversores globales para eventos y nuevos grandes proyectos.

Otras formas de hacer ciudad

Arquitecturas Colectivas no quiere nada de esto; el colectivo –en continuo aumento–, que se reúne anualmente desde el año 2007, y formado en su mayoría por jóvenes arquitectos de toda España, de parte de Europa y de América Latina, tiene una meta diferente: consolidarse como una red y generar opinión “para establecer una forma de hacer ciudad que sea diferente de la oficial: desde las personas para las personas”. (Véase el resumen de documentos del encuentro bajo el enlace debajo de este artículo). La lucha por la sostenibilidad real, y sobre todo social, en la arquitectura y el urbanismo es parte de cada debate, el reciclaje y la baja tecnología (low-tech) tienen una alta prioridad y la participación es el principio.

Lo colectivo como identidad

Hasta el nombre es parte del programa: lo colectivo está en primer plano, la experiencia común y el intercambio crítico están por encima de la identidad individual del arquitecto. Hay que añadir que el mundo del trabajo ha cambiado radicalmente para los arquitectos desde el inicio de la crisis inmobiliaria, especialmente para los nuevos en la profesión: encontrar un trabajo en un despacho de una manera convencional se ha convertido prácticamente en imposible en los últimos años, los empleos son escasos, sobre todo los proyectos de obras públicas. La buena reputación de la arquitectura española se ve ensombrecida por los continuos escándalos urbanísticos y el panorama de construcciones abandonadas y ciudades fantasmas de gran tamaño. Por eso hay que reinventarse, oponer la arquitectura cara y poco adecuada al uso colectivo por un lado, y los complejos residenciales de construcciones especulativas y baratas por otro, a algo con visión de futuro, unir fuerzas, definir nuevos valores y formas.

Tours críticos en relación con el barrio:

En el encuentro de una semana en Barcelona, se realizaron tours críticos con los que se visitaron puntos neurálgicos de la ciudad, sobre los que se discutió en situ a través de encuentros con vecinos, usuarios y activistas. Cada día se dedicó a un lugar diferente: el lunes al transformado distrito de la innovación 22@ del Poble Nou, donde el Ateneu Flor de Maig revive el principio de la tradicional cooperativa de vecinos, y donde los huertos urbanos se establecen en solares vacíos; el martes al solar de Germanetes, en el que se ha desarrollado un proyecto comunitario en el marco del programa municipal Pla Buits para revitalizar solares vacíos dentro de la ciudad; el miércoles al distrito de Ciutat Vella, afectado por el rápido aumento del turismo y la comercialización; y de allí al espacio público del Forat de la Vergonya que desafía esa tendencia, y cuya historia de diez años como espacio de resistencia al modelo de Barcelona tiene un poder simbólico para los miembros de Arquitecturas Colectivas; el jueves a la antigua fábrica textil de Can Batlló, por cuya preservación y reutilización como equipamiento público luchan conjuntamente -y con éxito- vecinos y arquitectos; el viernes al polémico proceso de transformación de la plaza de las Glòries y al proyecto de vivienda auto-gestionado y agroecológico de Can Masdeu. El sábado y domingo fueron dedicados a la asamblea anual, celebrada en el Ateneu Samboià, de organización comunitaria, y en la cúpula de Can Peixauet –esta última, construida por tres miembros de Arquitecturas Colectivas y, desde el verano, nueva infraestructura cultural para el barrio de Santa Coloma, situado en la periferia de la ciudad, y con una alta población inmigrante. Allí finalizaron los días colectivos en una colorida fiesta.

¿Qué hacer con los “cadáveres inmobiliarios”?

Fortalecidos por el espíritu comunitario y la imaginación surgidos durante la reunión, los miembros del colectivo convocaron una nueva actividad y encuentro para finales de octubre, con el fin de dedicarse al desafío arquitectónico, urbano y social urgente de urbanizaciones inacabadas, complejos residenciales vacíos y grandes infraestructuras que nunca han tenido uso. La primera cuestión será mapear las consecuencias físicas de la crisis inmobiliaria española, documentarla y registrarla en toda su dimensión. (Véase enlaces a las páginas web de Arquinset y de Basurama). Y, por supuesto, pensar colectivamente acerca de las estrategias para hacer frente a estos cadáveres inmobiliarios del siglo XXI.
 

Golda-Pongratz, Kathrin: Landscapes of Pressure. Barcelona, 2014, Spanisch/ Englisch; 100 Seiten, 18,00 Euro