The Hidden Cameras, cuyo único miembro permanente, el canadiense Joel Gibb, se trasladó hace ya tiempo de Toronto a Berlín, han plasmado con Bronto una visión consecuente y nocturna de la música disco. Quedan atrás las incursiones anteriores en el indie pop, el goth e incluso el folk: siempre sostenida por secuenciadores palpitantes, esta última encarnación de The Hidden Cameras se desarrolla en un continuo de club-hopping queer, a la estela de Arthur Russell, Pet Shop Boys y Hercules and Love Affair. Un revival hedonista como remedio house contra tiempos oscuros. No durará mucho, pero por un rato es simplemente perfecto.
Ya han lanzado dos EPs llamativos, producidos por gente como Olaf Opal (The Notwist) y Chris Cody (Beach House), han tocado en los festivales más selectos de Alemania (Immergut, Fusion) y luego giraron por Inglaterra con los Sleaford Mods: Lawn Chair han preparado bien su álbum debut, optimistamente titulado You Want It! You Got It! Y cumple con lo prometido. Pegajoso, enérgico y con una perfección casi inquietante, el quinteto liderado por la vocalista Claudia Schlutius manifiesta su rabia contra el tardocapitalismo, los restos del patriarcado y la masculinidad tóxica. Rock alternativo para el presente.
Rap experimental, grime minimalista y avant-pop (y una mezcla aparentemente sin esfuerzo de estas influencias), son el sello de Sasha Perera, londinense radicada en Berlín, también conocida como Perera Elsewhere. Apoyada por colaboradores y colaboradoras cuidadosamente seleccionadas, como la genial rapera Andy S de Costa de Marfil, se muestra segura, serena y reflexiva en Just Wanna Live Some, su cuarto álbum. El título del álbum encierra una verdad triste: para demasiadas personas, satisfacer las necesidades básicas ha vuelto a ser una tarea de vida o muerte; el esfuerzo es existencial. Pero los 12 breves temas son más que un manifiesto para sobrevivientes urbanos: la melancolía nerviosa de Perera Elsewhere tiene la energía subversiva de un nuevo comienzo, una esperanza utópica cuya fuerza optimista se lee entre líneas.
La rapera de Bonn, conocida como la reina del rap alemán, Die P, ha lanzado cinco álbumes en los últimos cuatro años, dos de ellos este mismo año. A ese ritmo, uno pensaría que aparecería cierto agotamiento. Pero con ella es diferente. Su nuevo álbum Magazin parece el punto culminante de todo su trabajo reciente. Suena incluso más fresca que en su debut: la energía desenfrenada de sus rimas y el típico aire old-school se mantienen en lo más alto y han madurado hasta alcanzar un estado de absoluta atemporalidad.
En su tercer álbum, el compositor y percusionista muniqués Simon Popp, junto a Flurin Mück y Sebastian Wolfgruber (también percusionistas), emprende una exploración meditativa de ritmo, repetición, melodía y sonido. Apoyado en la milenaria tradición de la percusión, el canto, el movimiento, la expresión artística y la conexión humana, Trio es un acto lúdico de improvisación. Las baterías tradicionales son más bien excepcionales en los arreglos encantadores, donde bucles rítmicos generan diminutos fragmentos melódicos que giran brevemente en torno al groove antes de desaparecer sin dejar rastro. Como ya lo hizo en su fantástico álbum anterior Blizz, Popp logra evadir cualquier categoría, y así el Trio gira libremente entre el jazz, los experimentos tonales y las tradiciones africanas y europeas de los últimos diez mil años.
