Isolation Berlin y AnnenMayKantereit
Nuevos grupos de rock desde el punto de vista de la crítica

La banda AnnenMayKantereit, de colonia, proviene de una cultura pop indie autodidacta
La banda AnnenMayKantereit, de colonia, proviene de una cultura pop indie autodidacta | Foto (recorte): © Fabien J Raclet

Isolation Berlin y AnnenMayKantereit se reclaman continuadores de tradiciones musicales semejantes. Sin embargo, mientras Isolation Berlin recibe grandes elogios en los suplementos culturales, AnnenMayKantereit ha sabido tocar la fibra sensible de los oyentes.

El dictamen de los críticos no tardó en llegar. Corría aún febrero de 2016 cuando el reseñante de la revista sobre música pop Musikexpress negaba a cualquier otro músico alemán la capacidad de sobrepasar al grupo Isolation Berlin. “Cierto que no estamos más que en febrero, pero parece inimaginable que en 2016 vaya a publicarse otro LP mejor en alemán”, escribía Christian Ihle. Otorgando al álbum de debut Und aus den Wolken tropft die Zeit (i.e., Y de las nubes gotea el tiempo) la calificación máxima de seis puntos, el crítico vaticinaba que el “mejor grupo de la capital” iba a convertirse pronto en el “mejor grupo del país”.

La opinión general también es unánime: Isolation Berlin es en este momento el “grupo de consenso” de la prensa especializada y cultural. La banda maneja letras repletas de desgarro y momentos profundamente reflexivos; un sonido que ha sabido apropiarse lo mejor de distintas décadas: órganos psicodélicos, riffs de guitarra nuevaoleros, bajos funk y disco; todo ello, por último, sin olvidar que, en su melancolía, la voz cantante recuerda a Rio Reiser, fallecido en 1996.

Primero se celebra su aparición, luego se critica su ingenuidad

Esta última comparación podría ser fatal para el grupo formado en torno al vocalista Tobias Bamborschke. El lírico politizado que fue Reiser, en efecto, dejó el listón bastante alto. Bamborschke, sin embargo, parece superar la prueba con sus letras, en las que ejerce la crítica y se desmenuza a sí mismo lo bastante como para no quedar por debajo de las pautas que estableció el cantante de los Ton Steine Scherben.
 


Caso distinto es el de la banda AnnenMayKantereit, de Colonia, calificada también de gran esperanza antes de que se publicase en 2016 su primer LP. En los artículos sobre el grupo es también raro que falte la referencia a Rio Reiser. Pero el disco “Alles Nix Konkretes” (i.e., Todo nada concreto) hizo que AnnenMayKantereit perdieran algo de crédito en las páginas culturales de los principales periódicos alemanes. Si en sus comienzos recibieron alabanzas por su autenticidad y despreocupación, hoy están considerados el prototipo de una generación adaptada, ingenua, autosatisfecha, incluso con rasgos de sentimentalismo burgués.

El periodismo cultural echa en falta rebelión e ira

Difícil encontrar algún crítico que haya renunciado a valorar el estribillo de su canción “3. Stock” (i.e., Tercera planta). En ella, el vocalista Henning May canta sobre la vivienda de una pareja en un edificio antiguo: “dos habitaciones, cocina, baño y un balcón”. El tema, seguramente, no está entre los momentos más felices de un primer disco bastante reconfortante pese a todo. No es fácil de entender el furor de los periodistas culturales que echan en falta rebelión, protesta e ira.
 


Para empezar, los mismos críticos fueron quienes se lo pusieron muy difícil al grupo al hacer referencia a Rio Reiser. Además, examinan las letras de May aplicando criterios que el autor en ningún momento se ha fijado para sí mismo. Y tampoco el joven vocalista con voz raspada de extraordinaria madurez se ha designado nunca a sí mismo portavoz generacional. Sus temas, antes bien, tratan de la separación, la amistad y los años estudiantiles e intentan tocar la fibra sensible de un público al que le gusta escuchar canciones que tengan que ver con la propia vida. ¿Y quién reprocharía no ser rebeldes a intérpretes de baladas como Elton John, Keane o Billy Joel?

Una contraposición artificiosa

La contraposición, por tanto, establecida entre grupos como Isolation Berlin y AnnenMayKantereit parece ser artificial en bastante medida. Ambas bandas proceden de un cultura indie autónoma y autodidacta a la que prepararon el camino los grupos de la Escuela de Hamburgo en la década de 1990 (Blumfeld, Tocotronic, Die Sterne) y el indie pop de la década de 2000 (Wir sind Helden, Mia., Kettcar).

Lo que hasta hoy sigue resultando fascinante en los apenas cinco años de historia de AnnenMayKantereit es la fuerza de voluntad y la determinación total que demostraron los tres entonces bachilleres Christopher Annen, Henning May y Severin Kantereit para ensayar en parques públicos, pulir el estilo en actuaciones callejeras en el centro antiguo de Colonia y, por último, hacerse populares mediante vídeos en YouTube. En 2014 se les unió al bajo Malte Huck.

Una escena autónoma de grupos de pop indie

En cambio, Isolation Berlin, grupo favorito de la crítica, pasó mucho tiempo desapercibido para el gran público. Por diferentes que puedan llegar a ser las letras, las dos bandas no están demasiado lejos en cuanto a su tradición musical. En temas más reposados, AnnenMayKantereit toman como modelo el pop baladístico ya mencionado; en las canciones rápidas, el revival folk cuyo camino marcan los británicos Mumford & Sons. En cuanto a Isolation Berlin, han escuchado largo y tendido a Joy Division. Por lo demás, ambos grupos suelen actuar en festivales semejantes, con la única diferencia de que a AnnenMayKantereit los están contratando más como cabeza de cartel.

Durante esta década de 2010, se ha ido formando ya imperceptiblemente una escena con entidad propia formada por grupos de pop indie. La variante más inusual de este estilo es en este momento la que llega desde la capital de Austria. Grupos como Wanda, Kreisky o Bilderbuch aus Wien parecen aún más radicales y hedonistas y menos dispuestos a hacer concesiones que sus compañeros alemanes. Y con ello logran algo en lo que aún trabajan Isolation Berlin y AnnenMayKantereit: gozar del mismo favor entre público y crítica.