Privacidad y digitalización
“Facebook no es como la sala de una casa”

¿Puede seguir existiendo la esfera privada en un mundo interconectado? |
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Redes sociales, smartphones, Internet de las cosas: ¿dónde queda la esfera privada? ¿O la esfera privada es ya una idea anticuada? Una conversación Jan Philipp Albrecht, férreo defensor de la protección de datos.

Tomamos selfies, posteamos comentarios, estamos siempre online y de buen grado compartimos públicamente nuestra vida cotidiana. ¿Vivimos en un mundo de la post-privacidad?

Estoy convencido de que, aunque estemos en la edad digital, la mayoría de las personas quiere tener una esfera privada. Sobre todo la gente quiere poder determinar por sí misma cuándo y quien se entera de qué cosa sobre ellos. Es absolutamente posible garantizar la esfera privada y la protección de datos en el mundo interconectado. Sólo se necesita la regulación adecuada.

Pero nuestra idea de la privacidad se ha modificado sustancialmente. La separación estricta entre una esfera íntima, hogareña y una privada no existe más.

El concepto de privacidad siempre ha cambiado a través de los siglos, el cambio no empezó con la digitalización. Como sea, hoy seguimos distinguiendo entre lo que le cuento a mi abuela, a mi patrón, a mi hermana menor y a mi seguro de salud. Las esferas diferentes existen hoy como siempre. Y muchos usuarios piensan muy bien qué cosas de ellos mismos exponen en Internet. Esos usuarios buscan opciones que se ajusten a la protección de datos o, podría decirse, que respeten la esfera privada.

“Muchos usuarios se mueven con mayor cuidado”

En este sentido, ¿ve usted un cambio en los últimos años, una consciencia mayor en la población europea? ¿El deseo de privacidad se ha vuelto más fuerte?

¡Ciertamente! Es un hecho observable. Hace unos años, cuando Facebook introdujo el timeline, que permitía recorrer los propios posts a través de los años, mucha gente se espantó. No eran en absoluto conscientes de la exposición pública. Hoy muchos usuarios se mueven con mayor cuidado porque saben que Facebook no es como la sala de una casa. También aumentó el uso de extensiones anti-tracking para los buscadores y de servicios de comunicación encriptados.

No siempre podemos reducir la cantidad de datos que entregamos. Los usuarios de smartphones, por ejemplo, a menudo se resignan a que las aplicaciones toman cantidad de datos. ¿Somos demasiado cómodos?

En conjunto nos hemos vuelto más sensibles respecto a la esfera privada y a la protección de datos, pero esto no lleva automáticamente a estar mejor preparados para la digitalización. En cuanto sociedad estamos muy atrás del desarrollo tecnológico y esto significa que tenemos por delante una tarea común. Las leyes solas no nos van a proteger. Tenemos que formarnos y prepararnos para ese nuevo mundo. Pues el desarrollo siempre avanza. Por ejemplo, ¿qué haremos con los autos de piloto automático que, probablemente, nos filmarán de modo ininterrumpido? ¿O con las páginas web inteligentes, que nos hablarán y registrarán nuestros diálogos?

Dependemos de algunas plataformas

A menudo el usuario individual no tiene elección. Debe aceptar las condiciones de uso que le imponen las plataformas… o renunciar a su uso. ¿No es responsabilidad de los políticos dictar a las empresas otras reglas de juego?

Hubo una época en la que era imposible comprar en el supermercado un alimento que hubiera sido sometido a las leyes del comercio justo. Quien quería comprar café, tenía que elegir lo que estaban en los estantes. Las ofertas alternativas surgieron de modo paulatino. Esas alternativas también llegarán al mundo digital. Lamentablemente hoy todavía estamos en una situación en la que dependemos mucho de algunas plataformas y sistemas operativos. La política debe quebrar esos monopolios y fomentar que haya proveedores alternativos.

¿Por qué la esfera privada es tan importante para la democracia?

Se debe garantizar la libertad de expresión y de comunicación. El discurso democrático se deteriora si las personas viven con el temor de que sus manifestaciones privadas después serán expuestas y utilizadas en su contra, por ejemplo, cuando pidan un crédito en el banco o se postulen a un empleo. Ese tipo de discriminación ya existe. También las publicidades ya se orientan por lo que el usuario buscó o compró antes.

“El individuo tiene ahora más derechos”

En los últimos años usted participó activamente en la nueva regulación europea de protección de datos. ¿Cuál es la situación política actual?

En la primavera de 2016 logramos la aprobación de la regulación en ambas cámaras por una amplia mayoría, tanto en el Parlamento Europeo como en el     Consejo de Ministros. A partir de mayo de 2018 la regulación será válida para todos los países de la Unión Europea, es decir, para todas las empresas que vengan al mercado europeo, sean proveedores de Silicon Valley o China. Todas esas empresas deberán atenerse a las reglas europeas de protección de datos, si quieren evitar multas horrendas. Esto ya está llevando a que muchas empresas, en aras de la sencillez, aplique parata todos sus negocios internacionales las reglas severas europeas.

¿Cuáles son las innovaciones importantes para los ciudadanos?

Lo más importante es que las empresas deben tomar en serio la protección de datos, ya que por fin puede ser impuesta de modo consecuente. Por otro lado, el usuario tiene muchos más derechos. Las empresas deben informarle en detalle sobre qué pasa con sus datos. ¡Y deben hacerlo de forma comprensible! No con explicaciones largas que sólo entienden los juristas. Posiblemente haya un sistema con símbolos simples, estandarizados.

Esfera privada a pesar de una interconexión total. ¿Cuál es su visión del futuro?

Mi deseo es que todos en nuestra vida cotidiana seamos capaces manejar nuestros datos con la misma autonomía con que, por ejemplo, hacemos las compras. Ahí también siempre tomamos decisiones: elijo este producto o aquel otro, pago en efectivo con tarjeta, evito o frecuento tales tiendas. En algún momento tendremos que poder movernos en el mundo digital con la misma independencia y autonomía.
 

Jan Philipp Albrecht Jan Philipp Albrecht | Photo (detail): © Fritz Schumann Jan Philipp Albrecht(1982) , es diputado del Partido Verde en el Parlamento Europeo. Allí es vicepresidente de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior y miembro suplente de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor. Jan Philipp Wagner tuvo a su cargo las negociaciones del Parlamento Europeo para la nueva regulación de la protección de datos.