El largometraje Fukushima, mon amour tiene lugar en una región de nuestro planeta que ha sido golpeada por una gran catástrofe y que aún sufre de los efectos a largo plazo. Marie y su esposo se separan el mismo día de la boda. La joven desea irse lo más lejos posible del escenario de su desgracia y viaja a Japón con la organización "Clowns4Help" para ayudar a los sobrevivientes de la catástrofe de Fukushima. Pero, muy pronto, Marie se da cuenta de que no es capaz de realizar esa tarea. Sin embargo, no desea tirar la toalla, y acompaña a Satomi, una madura geisha, hasta su casa destruida, que se encuentra en la zona contaminada por radiaciones desde 2011. A pesar de las diferencias, entre las dos mujeres surge pronto una sorprendente amistad de la que ambas sacarán provecho.
Una película de la colección de nuestra cinemateca.
Marie está preocupada. Se pregunta: “¿Soy acaso feliz?“ y lucha contra su miedo a la pérdida. El mismo día de la boda, se separa de su marido, al que ha engañado con su mejor amigo. Quiere alejarse lo más pronto posible del escenario de su desgracia y viaja con la organización "Clowns4Help" para ayudar a los sobrevivientes de la catástrofe de Fukushima. Pero Marie es demasiado infeliz como para divertir a otros. Sus intentos de hacer comedia fracasan rotundamente, a pesar de la ayuda de Moshe, un payaso estadounidense. En medio de la noche, presa del pánico de un posible terremoto, sale corriendo de su alojamiento de emergencia y se topa con un monje, que estoicamente comparte su sake con ella. Marie llora: "¡Lo arruiné todo!"
La huida de Marie al fin del mundo fracasaría si ésta no se encontrara con Satomi, una madura, en ocasiones gruñona y ruda geisha, que obliga a la joven alemana a llevarla en coche hasta la zona contaminada, pues quiere ver el estado de su casa, que está parcialmente destruida. Marie no quiere permanecer demasiado tiempo en la zona contaminada y pronto escapa, pero inmediatamente regresa a buscar a Satomi. "¿Usted qué haría", le pregunta entonces la geisha, "si todo su mundo hubiera desaparecido?" Cuando Marie se entera de que ha llegado hasta la zona contaminada en un coche robado por Satomi, quiere volver a partir. Llega hasta la estación ferroviaria, pero una vez más regresa a buscar a la mujer, a la que encuentra limpiando su casa de escombros: una actividad casi simbólica, que parece demostrar a Marie cómo es posible superar las catástrofes del pasado cuando se lo libera de aquello que es irreparable. Durante la primera noche, las dos mujeres deben dormir sobre el suelo. Desde fuera, Marie escucha una suave música. Por la mañana, Satomi reza y sirve té, pero la alemana quiere tomar café, y es criticada por la japonesa por sentarse con las piernas abiertas. Marie aprende a aceptar a la mujer, que de pronto habla sorprendentemente bien inglés. Trae camas de otra casa destruida y abandonada, deja que Satomi le enseñe la ceremonia del té y ayuda con entusiasmo a retirar escombros. Poco a poco, las dos mujeres se acercan, y se confiesan mutuamente sus más oscuros secretos. Marie reconoce que engañó a su novio, y también Satomi carga con una pesada culpa: durante la noche del tsunami, se había subido a un árbol junto con Yuki, su alumna, y ahora está convencida de ser la responsable de que ésta cayera al agua. La misteriosa música nocturna es la música de los espíritus que regresan, explica Satomi, y Marie los atrae porque es infeliz. Por la noche, la alemana se encuentra con el espíritu de Yuki y, dentro de la casa, Satomi pide perdón a su alumna muerta.
"La mujer joven aprende de la mujer madura algo muy japonés: el dominio de sí misma. El dominio de sí misma frente a su propio dolor. Al mismo tiempo, la historia trata de que la mujer madura, que es muy severa, recibe de la joven alemana algo así como una invitación a romper las reglas, una posibilidad de ser menos dura consigo misma". (Doris Dörrie)
Al comienzo, era Marie quien quería ahorcarse; ahora es Satomi quien quiere hacerlo. La alemana la salva a último momento. Juntas pasan una noche en la ciudad y Satomi vuelve a ver a su hija después de mucho tiempo. Hace una muñeca para Yuki, para que la acompañe en su camino con los espíritus: Marie la entrega y Yuki desaparece. Con la ayuda del monje, Satomi recibe una nueva alumna. La vida continúa y Marie puede regresar a su patria.
En FUKUSHIMA, MON AMOUR, Doris Dörrie emprende un nuevo camino, en el que prescinde de los momentos cómicos característicos de sus películas anteriores, pero también del sentimentalismo del que había hecho gala en LAS FLORES DEL CEREZO, también ambientada en Japón. Hacía muchos años que ninguna película alemana empleaba el blanco y negro de manera tan creíble o usaba el formato cinemascope de forma tan acertada. Los medios estilísticos van desde el realismo documental de las imágenes de archivo hasta las mágicas secuencias nocturnas en las que Marie se encuentra con los espíritus del pasado de Satomi.
Doris Dörrie wurde 1955 in Hannover geboren. 1973 studierte sie Schauspiel und Film im kalifornischen Stockton, anschließend ging sie an die New School of Social Research in New York. Ab 1975 besuchte sie die Hochschule für Fernsehen und Film in München. Nach diesem Studium arbeitete sie für mehrere deutsche Fernsehanstalten und realisierte zahlreiche Dokumentarfilme. Ihr früher, fürs Fernsehen gedrehter Spielfilm MITTEN INS HERZ wurde 1983 bei den Festspielen in Venedig gezeigt und gewann den Publikumspreis beim Festival in Saarbrücken. Der große Durchbruch gelang Doris Dörrie mit ihrer Kinokomödie MÄNNER, seither hat sie zahlreiche Filme inszeniert und sich als Schriftstellerin etabliert. Doris Dörrie erhielt viele Auszeichnungen, unter anderem den Deutschen und den Bayerischen Filmpreis, den Grimme-Preis, das Bundesverdienstkreuz Erster Klasse und die Carl-Zuckmayer-Medaille.