Juntos pero no revueltos
Pioneros del cohousing en España
Este modelo de vivienda, a medio camino entre el alquiler y la propiedad, gana adeptos. A los primeros complejos para mayores en funcionamiento, se han sumado otras iniciativas multigeneracionales que están a punto de colocar su primer ladrillo de espaldas a especuladores y burbujas inmobiliarias.
De Marta Molina
Tiemblan las piernas. El precio de la vivienda, en propiedad y de alquiler, vuelve a estar por las nubes este 2018. Las ventas se han disparado y de nuevo se ven grúas sin ton ni son en los skylines españoles, al tiempo que los alquileres suben un 9,4% de media en España, en cálculos del Colegio de Registradores.
La especulación nos ha puesto el cohousing en bandeja, una nueva manera de entender la vivienda, a medio camino entre la propiedad y el alquiler, que además pretende ser un modelo que aplique prácticas éticas en el acceso a un techo.
Cohousing no es edificar casas sino construir una comunidad que tiene un proyecto de casa. Entrepatios colocará el primer ladrillo del primer bloque de viviendas con derecho de uso de España en el verano de 2018. La iniciativa -con esta primera promoción a punto de arrancar en el madrileño barrio Usera, otra a la espera de hacerlo en el de Vallecas y una última a la búsqueda de suelo- ha puesto una pica en un terreno dominado por las grandes promotoras y los fondos de inversión.
Legislación desactualizada
Concebida como una tarea participativa desde el principio al fin, levantar una vivienda colectiva del tipo cohousing en España conlleva no pocos esfuerzos. La legislación entiende el modelo solo de manera tangencial. El cohousing está regulado por la Ley de Cooperativas. En estos casos, la vivienda es propiedad de una cooperativa que cede el uso por tiempo indefinido a la persona. Se trata de un derecho heredable y transmisible. En el caso de que el socio abandone cooperativa, recibe asimismo el dinero que ha aportado.Pese al desarrollo de estas iniciativas, las condiciones del Plan Estatal de Vivienda 2018-2021, que regula las ayudas y subvenciones a la adquisición y alquiler, todavía las ignora. Cualquier otro tipo de trámite administrativo es igual de difícil para los cooperativistas, que se enfrentan a una administración ignorante de sus particularidades. “Tampoco las empresas están preparadas para asumir este modelo, la negociación ha sido larga con las compañías suministradoras de electricidad”, explica Leo Bensadón, director de Lógica’eco, detrás de Entrepatios. “No están familiarizadas”, se resigna.
Cooperativas contra la especulación inmobiliaria
Julio Rodríguez López, exdirector del Banco Hipotecario y experto en vivienda, también acusa la falta de sostén público a prácticas que, dice, “pueden contribuir a paliar los múltiples problemas de habitabilidad de España”. A su juicio, “nada impide que ayuntamientos y comunidades autónomas fomenten este tipo de iniciativas que, en el caso de los mayores, contribuyen además a hacer su vida más llevadera”.Trabensol es un ejemplo real de esto último. Jaime Moreno, su portavoz, procede de la tradición cooperativista de los años setenta cuando, además de bloques de viviendas, bajo esta fórmula se construía “hasta el colegio de los hijos”. Situado al noreste de la Comunidad de Madrid y en funcionamiento desde 2013, este conjunto de viviendas “bioclimáticas, geotérmicas, con poco impacto medioambiental y reducido consumo energético” aloja a 80 personas en 54 apartamentos con cocina-salón, dormitorio y terraza.
Cada socio de Trabensol terminará por aportar 145.000 euros, entre cuota inicial y mensualidades. “No podemos decir que sea la panacea”, matiza Jaime Moreno, quien reside en uno de estos apartamentos junto a Marisa, 56 años de casados, “pero es nuestra respuesta al problema de la vivienda y del envejecimiento de la sociedad”, apunta. “Esperamos, no obstante, que nuestra experiencia sirva de punto de referencia a otras iniciativas”, alienta.
Y quizá haya sido así. Trabensol, Residencial Santa Clara en Málaga, Profuturo en Valladolid y Convivir en Cuenca son los prototipos made in Spain de viviendas colaborativas para seniors, un concepto nacido en Dinamarca hace 50 años, donde hasta el 10% de las casas se plantea bajo esta fórmula. En Suecia, llega al 35%.
Contagiado por este espíritu, Equipo Bloque Arquitectos se ha especializado en el diseño de viviendas colaborativas. Rogelio Ruiz y sus compañeros acompañaron a la cooperativa Trabensol desde 2007 en la búsqueda, diseño y ejecución de sus viviendas colaborativas. En 2013, con el aval de la experiencia acumulada en esta obra, fundan ecoHousing, desde la que prestan servicios de asistencia, planificación, construcción y asesoría técnica a administraciones. “El despacho se pone al servicio de los cooperativistas y son ellos quienes deciden”, aclara.
También desde Cohousing Verde, una idea de Lógica’eco, la matriz de Entrepatios, lo entienden así. “Solo una vez que los socios han diseñado sus espacios, los profesionales entran en acción para hacer realidad los deseos del grupo”, cuenta Leo Bensadón. Entrepatios, la asociación de personas que da sentido a sus proyectos de viviendas colaborativas, ha logrado acortar los tiempos en la iniciativa de Vallecas, gracias a haber ganado experiencia tras poner la primera piedra en Las Carolina, en Usera, lo que a juicio de Leo Bensadón, es una muestra de que el modelo empieza a ser entendido por la sociedad, “también por la administración pública”.