La rosaleda
del Parque de Cervantes

La rosaleda

En mayo merece la pena acercarse a la rosaleda del Parque de Cervantes, al final de la Diagonal. En esa época florecen las rosas de todos los colores y tamaños y huele de maravilla. El parque fue creado por los arquitectos Lluís Riudor y Joaquim Maria Casamor e inaugurado en 1965. En más de 87.000 m² se pueden admirar 2.000 variedades diferentes de rosas, en total hay más de 10.000 rosales. Cada año se incorporan nuevas variedades, ya que desde 2001 se celebra aquí un concurso internacional en el que se elige un nuevo cultivo como ganador. Las rosas silvestres y las nuevas variedades, las rosas perfumadas y las exuberantes rosas trepadoras deleitan los sentidos. Si uno se fija en los carteles, se encontrará muchas rosas con un nombre alemán, "Gärtnerfreude" (la alegría del jardinero) o "Mein schöner Garten" (mi bonito jardín), por ejemplo...

CIUDADES Y PERSONAS

...., pero también las rosas que llevan el nombre de una ciudad o una región de Alemania, como "Karlsruhe", "Westerland" o "Schwerin". Y, por supuesto, los personajes famosos también han sido honrados con una rosa que lleva su nombre: Mozart y su hermana Constanze han recibido una rosa, al igual que Schubert y Händel. La rosa que lleva el nombre de Johann Wolfgang von Goethe es una rosa fragante de color rosa oscuro. Es reconfortante que todavía exista el homenaje a la desconocida "bella berlinesa" de 1985.

TARDE DE VERANO, NIÑO DE SOL Y BESITO DE NIEVE

El hecho de que podamos admirar tantas rosas con nombre alemán en la rosaleda se debe, por supuesto, a que sus floricultores proceden de Alemania. Por ejemplo, de las familias Kordes o Tantau. La rosa de la foto se llama "Sommerabend" (tarde de verano). Con su mar de flores de color rojo oscuro y el verde intenso de las hojas, transmite el ambiente de un atardecer en un jardín de verano.

Mientras que la "Schneeküsschen" (besito de nieve), con sus flores blancas, recuerda a los copos de nieve, la "Sonnenkind" (niño de sol) brilla en un cálido amarillo. La mayoría de estas rosas se encuentran en la parte superior del jardín.

ROSAS DEL MUNDO DE LOS CUENTOS

También crecen en la parte superior del jardín la rosa pálida "Märchenland" (mundo de cuentos) y la deslumbrante rosa blanca florida "Schneewittchen" (Blancanieves) de 1958, que es probablemente la rosa blanca más famosa del mundo. En inglés, la misma rosa se llama "Iceberg" y ganó el título de Rosa Mundial en 1983 por sus flores blancas como la nieve. Este título lo concede cada tres años la Federación Mundial de Sociedades de la Rosa. La última rosa galardonada con este título ha sido "Knock out" en 2018. Y quien se acerque al Parque Cervantes cuando está en flor, podrá disfrutar de la seductora fragancia de la rosa "Duftwolke" (nube de perfume), que ya fue nombrada Rosa Mundial en 1981.

Rose "Schneewittchen"

ROSAS SILVESTRES

Por supuesto, hay rosas silvestres en el parque. Las rosas silvestres son rosas "naturales". Entre los antiguos griegos la rosa estaba dedicada a la diosa Afrodita, entre los romanos a la diosa Venus. Incluso Homero escribió sobre las rosas, y la poeta griega Safo cantó a la rosa como la "reina de las flores". En la antigua Roma, la rosa se consideraba un bien de lujo, se producía perfume y se utilizaba como planta medicinal.
Las rosas silvestres en Europa eran blancas, rosas o rojo claro. La variedad llegó con las rosas de Oriente Medio y Asia. Hacia 1570, los caballeros de las cruzadas trajeron la rosa de Damasco de Oriente a Europa Occidental. En 1580, la primera rosa amarilla fue traída a Europa desde Asia Menor. Con las primeras rosas chinas, en 1752, llegaron a Europa aún más colores: no sólo estaban disponibles en colores delicados, sino también en amarillo intenso y en bermejo brillante.

 

 EL ARTE DE CULTIVAR ROSAS

Durante siglos, el cultivo de rosas fue más una cuestión de azar que de cultivo en sí. La mayoría de las veces, el cultivo consistía en encontrar mutaciones naturales y luego los floricultores las propagaban. Este fue también el caso de la rosa más antigua cultivada en Alemania, la "Perla de Weissenstein". Fue encontrada en 1773 y el floricultor Daniel August Schwarzkopf la bautizó con el nombre del lugar donde fue encontrada, el castillo de Weissenstein.
No fue hasta principios del siglo XIX cuando se empezaron a cultivar rosas de forma selectiva, primero en Francia y pronto en todo el mundo. El primer híbrido de té -el cruce de rosas europeas con chinas- se creó en Francia en 1867: la rosa "La France". De Alemania se conocen 11 variedades de rosas cultivadas durante este periodo.
Alrededor de 1900 se inició una fase viva del cultivo, cuando se redescubrieron y aplicaron las reglas de la herencia de Mendel, que este ya había publicado en 1866.
Hoy en día, las nuevas variedades de rosas se crean mediante cruces y selecciones sistemáticas. Una rosa recién cultivada tarda unos 10 años en llegar al mercado. Durante este tiempo, se observan las nuevas rosas para ver si sobreviven bien al calor, al frío, a la humedad y a las enfermedades. Sólo entonces el nuevo híbrido de rosa recibe un nombre y el floricultor lo pone en el mercado.
Hoy existen más de 13.000 variedades.

Por cierto

 
Si tienes suficiente dinero, puedes comprar tu propia rosa a algunos floricultores por unos 10.000 euros. Junto con el floricultor puedes elegir la rosa de tu preferencia según el color, la forma y la fragancia y darle un nombre.
 
Fuentes y más información:
Mundo de las rosas: historia de las rosas 
Parque Cervantes y rosaleda
Reportaje de NDR : historia de la rosa
© texto: Annette Gutmann, traducción: Cristina Molina