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Carola Lentz

Presidenta Goethe-Institut

Prof. Dr. Carola Lentz © Goethe-Institut / Loredana La Rocca
Excelentísima Sra. Embajadora Gosse,
distinguido Sr. Meyer (vicepresidente de la Asociación Amigos del Goethe-Institut España),
estimados miembros de la Asociación Amigos del Goethe-Institut España,
estimados socios y amigos del Goethe-Institut,
apreciados Señores y Señoras:

Estoy encantada de poder celebrar hoy con todos ustedes el 65+1 aniversario del Goethe-Institut Madrid y, con ello, más de seis décadas de intercambio cultural entre Alemania y España colmadas de éxitos.

Querría empezar con un poema del maravilloso poeta español Antonio Machado (1875-1939) que me acompaña desde hace muchos años y que cuelga del tablero de notas de mi cocina:

Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino:
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar.

En la traducción de Susanne Lange, que ha colaborado en la antología en cuatro volúmenes recientemente publicada por C. H. Beck en Múnich Spanische und hispanoamerikanische Lyrik, el poema dice así:

Wanderer, du setzt den Fuß
und die Spur wird dir zum Weg;
Wanderer, kein Weg ist da,
Wege wachsen unterwegs.
Unterwegs erwachsen Wege
und der Blick zurück trifft nur
auf den Pfad, den man niemals
mehr ein zweites Mal begeht.
Wanderer, kein Weg ist da,
nur die Spur des Kiels im Meer.

Machado, republicano convencido, que falleció en 1939 a consecuencia de la represión y el exilio en el marco de la guerra civil española, escribió este poema en 1917 —o en todo caso se publicó entonces, como 29º poema de Proverbios y cantares—. Es una contundente manifestación de la renovación de la lírica española, que Machado impulsó.

Este poema ha sido para mí un consuelo constante a lo largo de más de cuarenta años, cuando en el contexto de distintos giros biográficos en mi vida no sabía cómo seguiría el camino. No obstante, también podría servir de inspiración al examinar la historia de las instituciones; por ejemplo, la del Goethe-Institut Madrid. Y es que a menudo también en esas trayectorias solo al echar la vista atrás podemos reconocer el camino que se ha andado. Y lo que en retrospectiva se nos puede aparecer como una senda discernible fue durante el «andar» una búsqueda del camino idóneo, llena de esperanzas, pero también plagada de riesgos e incertidumbre. Esto también se me hizo muy patente hace dos años, cuando escribí un libro sobre la historia del Goethe-Institut con motivo de su 70º aniversario.

El Goethe-Institut Madrid se fundó en 1957, es decir, durante la dictadura, y siempre quiso ser, a pesar del contexto político represivo, un espacio para la libertad de expresión —un objetivo que no fue fácil de alcanzar—. También durante la época de la Transición tras la muerte de Franco, el Goethe-Institut ofreció un espacio protegido donde poder polemizar. Desde entonces, ha pasado a ser parte importante de la vida de la ciudad de Madrid y punto de encuentro de intelectuales, artistas, científicos y científicas, estudiantes de alemán y personas interesadas en Alemania. Junto a la recuperación de la memoria histórica, tanto entonces como hoy, temas como la migración, la injusticia social, Europa y el populismo tienen una enorme trascendencia para la labor del Goethe-Institut con sus instituciones asociadas españolas y europeas. La cuestión fundamental fue y sigue siendo poner en común ideas que nos permitan fomentar la pluralidad, la participación, la creatividad y la sostenibilidad en nuestras sociedades.

Precisamente con la mirada puesta en la situación mundial actual, los espacios para el intercambio abierto, el pensamiento creativo y el respeto por la diversidad de opiniones son más importantes que nunca. Percibimos cómo se van estrechando los espacios de libertad en muchas partes del mundo, cómo aumentan las cifras de personas refugiadas y migrantes debido a conflictos bélicos y cómo, también en Europa, crecen los nacionalismos excluyentes y las tendencias antiliberales. El intercambio cultural internacional puede hacer una aportación decisiva para encontrar respuestas al sinnúmero de interrogantes urgentes de alcance mundial a los que nos enfrentamos. Solo si cooperamos con respeto podremos agudizar nuestros respectivos puntos de vista particulares y, asimismo, dar visibilidad a la complejidad y los matices.

Por supuesto, hasta el día de hoy, la historia del Goethe-Institut no ha estado únicamente protagonizada por la libertad política y los debates, sino también, y sobre todo, por las manifestaciones artísticas y la enseñanza de la lengua alemana. En este sentido, el Goethe-Institut Madrid puede enorgullecerse de haber logrado unos cuantos hitos importantes a lo largo de sus sesenta y seis años de historia. Así pues, gracias a las ayudas del programa de fomento de la traducción del Goethe-Institut se han llevado a cabo 1000 traducciones al español en los últimos cuarenta años. Con su cinemateca, el Goethe-Institut ha contribuido desde 1970 a que la cultura cinematográfica alemana llegue a todos los rincones de España. En la década del 2000, el Goethe-Institut impulsó la promoción de nueva música que hasta entonces era poco conocida en España. Además, la cooperación europea tiene un papel fundamental en el trabajo del Goethe-Institut: desde el año 2008, el Goethe-Institut Madrid es miembro fundador de EUNIC España, una red de instituciones culturales europeas, y seguirá apostando por la cohesión europea en el futuro. Por otro lado, en el ámbito lingüístico, la actividad de los cursos de idiomas del Goethe-Institut ha ido creciendo de forma considerable a lo largo de su historia, y solo en la última década han aprendido alemán más de 30 000 personas.

Espero y deseo que el Goethe-Institut siga teniendo tanto éxito en el futuro con estos programas y proyectos tan diversos, tanto en el ámbito cultural como en el lingüístico, y que con ellos siga estimulando el intercambio cultural hispano-alemán.

Querría aprovechar la ocasión para dar las gracias al equipo del Goethe-Institut por su compromiso incansable y su gran dedicación. En los últimos años habéis hecho un trabajo magnífico y os transmito mucha energía y ánimo para el futuro.

Asimismo, querría agradecer a todos los socios la confianza y la cooperación que nos han brindado a lo largo de todos estos años.
Y, last but not least, querría dar las gracias a la Asociación Amigos del Goethe-Institut España, sin cuyo apoyo esta celebración no hubiera sido posible.

Y ahora solo me queda desearles y desearnos disfrutar de unas estimulantes jornadas de celebración de nuestro aniversario llenas de interesantes actos y buenas charlas.
Carola Lentz
Discurso con motivo del acto de celebración de los 65+1 años del Goethe-Institut Madrid
3 de marzo de 2023
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