Ha obtenido reconocimiento internacional en los últimos años y es actualmente la más famosa actriz alemana. En un año, se transformó en tres personajes diferentes en la pantalla y ahora podría ganar un Oscar por su papel en Anatomía de una caída.
Sandra Hüller lleva más de veinte años presente en los escenarios teatrales alemanes y la revista Theater heute le ha concedido tantas veces el título de “Actriz del año” que probablemente Hüller ya se haya acostumbrado. Más recientemente, en 2020, fue homenajeada por su papel de Hamlet en el teatro Bochum Schauspielhaus. Sin embargo, cuando en otoño de 2023 la publicación estadounidense Hollywood Reporter preguntó en primera plana si Sandra Hüller era la actriz del año, se trató de un honor poco común. Con todo, su éxito internacional llegó hace ya un tiempo, como una mujer al borde de un ataque de nervios en la película Toni Erdmann (2016) de Maren Ade. Pero en 2023, Sandra Hüller logró algo sorprendente incluso para sus estándares: estuvo representada en competición en Cannes con dos películas, Anatomía de una caída y La zona de interés. La primera ganó la Palma de Oro y Sandra Hüller está ahora nominada al Oscar por su papel. La segunda, La zona de interés, obtuvo el Gran Premio en Cannes.En solo un año, Sandra Hüller se ha transformado tres veces en personajes muy diferentes de la pantalla con Sisi y yo, Anatomía de una caída y ahora La zona de interés. Como la condesa Irma, se enamora en Corfu de la emperatriz, la cual le responde: un papel bastante cómico. Anatomía de una caída, de la directora francesa Justine Triet, es la disección de un matrimonio roto. Hüller interpreta a una escritora que tiene mucho más éxito que su marido y que es examinada después de la muerte de éste. No es claro si la muerte fue un accidente, un suicidio o si su esposa ayudó. La verdad no logra ser revelada. En La zona de interés, de Jonathan Glazer, actualmente en cines, Hüller interpreta a una mujer extrañamente fría: Hedwig, la esposa del comandante del campo de concentración alemán Auschwitz, Rudolf Höss (Christian Friedel). La familia vive al lado del campo, lo que siempre percibe mientras Hedwig cuida sus macizos de flores. Está obsesionada con disfrutar del idilio burgués, como si no hubiera ningún mundo a su alrededor, sólo ella misma y sus deseos en la vida. Sandra Hüller crea la transformación desde dentro de sí misma. A menudo juega con el rostro casi desnudo, como si demasiada máscara y disfraz obstaculizaran su expresividad. The Hollywood Reporter utilizó una expresión alemana para ella: „Mut zur Hässlichkeit“, “valentía para la fealdad”. Pero esto no es del todo cierto, porque Hüller también puede parecer muy suave y delicada.
Sandra Hüller es una actriz especial, lo cual se notó rápidamente en el teatro. Hüller nació en Suhl, estado federado de Turingia, en 1978 y comenzó a hacer teatro cuando era estudiante. En Berlín asistió a la escuela de teatro Ernst Busch y fue miembro de varios colectivos. En 2012 llegó al Kammerspiele de Múnich. También encontró éxito en el cine: interpretó su primer papel importante en 2006, Michaela Klingler en la película Réquiem de Hans-Christian Schmid. La historia de Schmid se basó en un caso real, un exorcismo en Franconia en la década de 1970. Hüller interpretó a la joven estudiante Michaela, proveniente de un estricto hogar católico. Sufre epilepsia y comienza a creer que está poseída por el diablo. La película se proyectó en aquel entonces en competición en la Berlinale y la carrera cinematográfica de Sandra Hüller arrancó inmediatamente con el Oso de Plata a la mejor actriz. Schmid dijo entonces lo impresionado que quedó cuando Hüller hizo la audición para el papel porque “en su rostro se veía todo, incluidas las lágrimas. Ya durante el casting se notaba que a ella siempre se le ocurrían nuevas ideas: alguien con menos talento interpreta en cuatro tomas casi lo mismo. Sandra tiene mucha imaginación, siempre se le ocurrían nuevas cosas”.
¿Promete a Sandra Hüller la nominación al Oscar a la mejor actriz una carrera fuera de Europa? Por supuesto, eso es lo que le preguntaron cuando Hollywood Reporter la presentó en otoño. La respuesta fue maravillosamente contenida. Dijo que ya sabía lo que sus publicistas en Estados Unidos esperaban de ella, pero no cumplió con sus expectativas: “Realmente me gustaría trabajar en Estados Unidos y tengo una larga lista de personas excelentes con las que me gustaría trabajar. Pero soy una actriz europea. Una actriz europea de habla alemana. Esa será siempre mi base”. Además, agregó, ella también es madre y eso tiene prioridad. “Cada premio, cada cumplido, cada oferta es maravillosa, pero hay que ver si de ahí sale algo”.
marzo 2024