© Wilson Borja
Trudruá Dorrico
Para vivir hay que ser oficial
“En verdad, nuestro mundo nace de los árboles sagrados del llamado Monte Roraima, que es el comienzo, nuestro centro, nuestro ombligo”, escribe la autora sobre los últimos pueblos en ser admitidos como ciudadanos brasileños y los primeros en habitar estas tierras antes de que fueran transformadas por líneas, mapas y documentos alfabéticos.