Vida de Thomas Mann  Premio Nobel de Literatura y demócrata “tardío”

 © Alessandra Weber

Thomas Mann escribió toda su vida gran literatura. Casi tres décadas después de la aparición de Los Buddenbrook, el escritor recibió el 10 de diciembre de 1929 el premio Nobel de Literatura por aquella, su primera novela.

Thomas Mann viene al mundo como segundo hijo el 6 de junio de 1875 en la ciudad hanseática de Lübeck. Crece junto con cuatro hermanos. Los padres no podían ser más diferentes: el padre, un patricio hanseático, representa la Lübeck burguesa. Como comerciante, administra con éxito la empresa familiar, es cónsul y también será senador. Completamente distinta es la madre. Encarna el exacto contrario del padre. Thomas Mann describe a su madre como “extraordinariamente bella, de una soltura innegablemente española”. El temperamento mediterráneo de la madre, su interés por la música y la literatura contrastan con la imagen mercantil del padre.

La antipatía de Thomas Manns hacia la escuela

Thomas Mann describe su niñez como “protegida y feliz”. Al igual que a su hermano Heinrich, a Thomas no le gusta ir a la escuela: “Ya en los últimos años del gimnasio yo era muy perezoso: haragán, porfiado y sentía una ridícula burla respecto a todo, era odiado por los profesores del venerable instituto”. Como su hermano Heinrich, abandona la escuela antes de dar el examen general de enseñanza media. Así también muestra la antipatía que sentía por la Lübeck burguesa. Thomas Mann se opone a la estrechez de las sombrías construcciones góticas, que una y otra vez aparecen reflejadas en sus novelas, pero también a la estrechez de la escuela, que no dejaba espacio al ocio y a la lectura.

Mudanza a Múnich

Dos años después de la muerte de su marido, en 1891, la madre se muda con los tres hijos menores a Múnich. La metrópolis bávara es la “ciudad de las artes” y tiene fama de cosmopolita y de punto de encuentro de los bohemios. En 1893 Thomas Mann sigue a la madre y comienza un voluntariado en una aseguradora contra incendios. Además, publica su primera nouvelle. Como desde la mayoría de edad recibe una renta mensual del capital paterno, no necesita dedicarse a un trabajo fijo. Puede dedicarse por entero a la escritura.
La primera novela de Thomas Mann aparece en 1901 y al principio causa descontento en Lübeck. El 10 de diciembre de 1929, el escritor recibirá por ese texto el premio Nobel de Literatura

Los Buddenbrook surgen en Italia

En 1896 Thomas sigue a su hermano Heinrich a Italia. Allí comienza a escribir su novela más leída, Los Buddenbrook. Decadencia de una familia. Para eso utiliza no sólo fragmentos de conversaciones de salón oídas en su época de Lübeck, también recopila recetas de cocina y currículums de todos los miembros de familia y de amigos y enemigos. Muchos personajes de esta “crónica de ancestros” tienen los rasgos de parientes suyos o de ciudadanos de Lübeck.

Dadas la ironía con que se representa a los retratados y la detallada descripción de la ciudad, aunque Mann no los nombre explícitamente, muchos ciudadanos de Lübeck consideraron la obra “una novela autodenigrante”. Algunos, sin embargo, sintieron como una afrenta precisamente el hecho de que no se mencionara por su nombre a la ciudad. También por eso la relación de Lübeck con el famoso escritor fue tensa durante mucho tiempo.

En 1900 culmina la novela, que aparece en 1901 en la editorial Fischer. La primera edición, de dos tomos, tiene una repercusión limitada. La segunda edición, en un solo volumen, trae el éxito y hace de Thomas Mann un escritor conocido. En 1929 recibe por Los Buddenbrook el premio Nobel de Literatura. El jurado fundamenta su decisión diciendo que la novela “con el correr de los años ha adquirido el reconocimiento, cada vez más firme, de clásico de la literatura contemporánea”.

Matrimonio con Katia Pringsheim

De regreso en Múnich, Thomas Mann trabaja un año para la revista satírica Simplicissimus. Disfruta de la vida de artista en el barrio de Schwabing y desde 1899 cultiva una amistad íntima con el artista Paul Ehrenberg, por el que tiene sentimientos homoeróticos. Pero el pintor resulta inalcanzable para Thomas Mann. Más tarde elaborará literariamente sus vivencias en La muerte en Venecia. En 1905 se casa con Katharina “Katia” Pringsheim, quien pertenece a una distinguida familia de Múnich. Pero de parte de Mann, en este matrimonio hay más voluntad que deseo. A través del matrimonio su vida va por carriles ordenados, Katia y él tienen seis hijos.

A una larga crisis creativa le sigue La montaña mágica

A pesar de haber fundado una familia y haber tenido éxito como escritor, Thomas Mann es una persona frágil. Hacia fuera conserva la fachada de patriarca, los sentimientos sólo los confía a un diario personal. Duda de sí mismo y de su talento, algo que tiene sus efectos en lo literario. Aunque su ambición es alta, su siguiente gran éxito, la novela La montaña mágica aparece sólo más de veinte años después de Los Buddenbrook. Aparece en noviembre de 1924. Hay versiones diferentes en relación con el día exacto: la emisora estatal WDR remite en su serie Zeitzeichen al 20 de noviembre, la editorial S. Fischer menciona el 28 de noviembre como día de aparición.

Evolución a demócrata “tardío” y exilio

En el plano político Mann toma posición tardíamente. Al comienzo apoya la Primera Guerra Mundial y saluda el fortalecimiento de los partidos de derecha a partir de 1920. Pero con el asesinato del ministro de Asuntos Exteriores y político liberal Walther Rathenau en 1922 por asesinos de ultraderecha, ya no quedan dudas para él: con los años, de reaccionario apolítico pasa a ser un demócrata “tardío”. A fines de los años treinta se afirman en él el antifascismo y el socialismo. En 1933, estando en un gira internacional de lecturas, sigue el consejo de sus hijos Erika y Klaus, y no vuelve a Alemania. Pero la emigración les resulta difícil a los Mann. Pierden la ciudadanía alemana y casi todos sus bienes.

En los Estados Unidos, de Princeton a California

Su camino al exilio lo lleva por Sanary-sur-Mer en Francia, Zúrich y, finalmente, en 1938, a los Estados Unidos. La primera parada es Princeton, donde Mann da conferencias en la universidad. Tres años después se produce la mudanza a Pacific Palisades, California. En 1944 Thomas Mann obtiene la ciudadanía estadounidense. En esos años surge su novela tardía Doktor Faustus, símbolo de la perdición de Alemania. Esos años son especialmente productivos para Thomas Mann. Aparecen numerosos ensayos autobiográficos, en los que, como en sus alocuciones radiales dirigidas a los alemanes, asume posturas políticas.

Hablar durante la guerra a los alemanes

A partir de octubre de 1940, Thomas Mann interviene a la distancia en la Segunda Guerra Mundial. Lo hace a través de casi sesenta alocuciones radiales, que con mucho esfuerzo se envían en discos o por teléfono desde California a Nueva York y, finalmente, a Londres, donde la británica BBC transmite esos discursos de cinco a ocho minutos aproximadamente una vez por mes. Allí el premio Nobel pelea de modo emocional con los nazis y le habla a la conciencia de los alemanes, los exhorta a liberarse del régimen nacionalsocialista. Una de las alocuciones más significativas de la serie Deutsche Hörer! (¡Oyentes alemanes!) es el discurso del 27 de septiembre de 1942, en la cual por primera vez Mann menciona directamente el asesinato sistemático de los judíos europeos y les plantea a los alemanes preguntas incisivas. Mann finaliza la serie cuando concluye la Segunda Guerra Mundial, la última entrega se emite el 10 de mayo de 1945.

Regreso a Europa

En 1949 Mann visita Alemania por primera vez después de la Segunda Guerra Mundial. El 28 de agosto, cuando la ciudad de Frankfurt le entrega el premio Goethe, Thomas Mann es acogido con júbilo frenético y de ahí en más se lo considera figura simbólica de un nuevo comienzo y reconciliación.

El regreso triunfal se ensombrece con el suicidio de su hijo, Klaus. Thomas Mann no ve en ese acto una culpa de terceros, sino que lo fundamenta en un “impulso de muerte” de su hijo. No asiste al entierro. Otra vez, los problemas familiares, como la acumulación de suicidios en la propia familia, los confiesa sólo al diario personal.

En 1952, cuando es sospechado de comunismo durante la era McCarthy, Mann regresa definitivamente a Europa. Sella la paz con el Viejo Continente, y también con Alemania. Durante una estancia terapéutica busca una residencia en Suiza. Al principio se establece en Erlenbach, más tarde cerca de Zúrich, en Kilchberg, lugar que ya le era familiar. Mann trabaja sin descanso hasta el final, en 1954 aparecen Confesiones del impostor Felix Krull y todavía en 1955 da dos discursos sobre Schiller.

Ciudadano ilustre

Klaus Schröter, biógrafo de Thomas Mann, califica el 20 de mayo de 1955 de “instante magnífico, conmovedor en esa vida que se acercaba al reposo”: ese día, la ciudad de Lübeck le otorga al casi octogenario escritor la dignidad de ciudadano ilustre. Así también la ciudad natal reconoce los méritos del gran escritor. Según Schröter, un gesto importante de reconciliación: "Se sintió agradecido por ese reencuentro que produjo la paz definitiva con la patria”. Unas semanas después, el 12 de agosto de 1955, Thomas Mann muere en el Hospital Cantonal de Zúrich.

 Este artículo fue tomado de la página de NDR y ha sido ligeramente modificado. Agradecemos a NDR por haber facilitado el artículo original. 

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