Historia de la migración  Las huellas borradas en las raíces de Thomas Mann

 © Alessandra Weber

La investigadora Veronika Fuechtner estudia el enorme impacto de Julia Mann –madre de Thomas Mann– en la obra de su hijo, y se pregunta por qué la crítica literaria ha abordado poco o nada este aspecto. En parte, según ella, debido a reservas relacionadas con la cuestión de qué significa ser alemán, pero también debido a prejuicios sobre la relevancia de una mujer en la trayectoria intelectual de un autor de renombre.

Matriarca de la familia Mann, madre de los escritores Thomas Mann (1875-1955) y Heinrich Mann (1871-1950), la escritora brasileña Julia Mann (1851-1923), nacida en Paraty (Río de Janeiro), fue prácticamente borrada de los estudios literarios en Alemania. Esto habría sucedido por dos razones: por un lado, la figura de Julia Mann cuestiona qué significa “ser alemán”; por otra parte, señala el papel de la mujer en la vida intelectual de los hombres. Esta es la conclusión de Veronika Fuechtner, profesora de Literatura Comparada y Estudios Alemanes en el Dartmouth College, Estados Unidos, y quien acaba de escribir la monografía The Magician’s Mother: Julia Mann’s Germany and Thomas Mann’s Brazil (La madre del mago: la Alemania de Julia Mann y el Brasil de Thomas Mann), que se publicará en 2025. Nacida en Río de Janeiro, hija de madre brasileña y padre alemán, Fuechtner vive ahora en Estados Unidos, un itinerario que se hace eco del de su sujeto de investigación: el escritor Thomas Mann.

Pocos días después de recibir el Premio Nobel de Literatura en 1929, Thomas Mann declaró, en una entrevista con Sergio Buarque de Holanda, que la influencia más decisiva en su obra vendría de la “sangre brasileña” heredada de su madre, Julia Mann. En ese momento, Mann ya tenía más de 50 años. ¿Por qué el escritor tardó tanto en hablar del tema?

De hecho, Mann menciona los orígenes brasileños de Julia incluso antes de la Primera Guerra Mundial, al defenderse de un ataque antisemita de Adolf Bartels, un importante intelectual alemán durante el período nazi. En ese momento, Thomas todavía hablaba de sus orígenes en términos de “latinidad”. Había una cierta vergüenza asociada a Brasil, un estigma. Más tarde, en los años de la República de Weimar, abraza un poco más sus orígenes, pero todavía tiene la estrategia de vincularlos al sur de Europa. A Julia la ven como una “española” o una “portuguesa”. La familia Mann conocía las raíces indígenas de su madre, pero hubo un esfuerzo por europeizar y blanquear esos orígenes, considerándolos europeos. Es sólo en el exilio en Estados Unidos que realmente se involucra y adquiere mayor interés por Brasil. Y el significado de lo que significa ser brasileño también cambia para la familia Mann.

¿En qué sentido cambió?

Los orígenes brasileños de Thomas Mann se convierten en algo potencialmente interesante para él en el exilio. Hay un cierto exotismo en Brasil que lo coloca claramente en un nivel similar al de otros escritores exiliados. Compara su origen, por ejemplo, con el de otros escritores judíos exiliados y afirma que sus raíces lo convierten en un “cosmopolita”. En otras palabras, ser brasileño se convierte en algo positivo e interesante en ese contexto. Además, a medida que se identifica y crea conexiones con la vida judía, a través de su esposa, Katia Mann (1883-1980), y sus hijos, considerados judíos en el “Tercer Reich”, se ve obligado a enfrentar el racismo y el antisemitismo, haciendo una conexión con sus propios orígenes.

Las historias de la vida de los miembros de la familia Mann son muy populares entre los lectores en Alemania, pero durante mucho tiempo la vida de Julia no pareció despertar tanto interés. En 2018 se publicó en el país el libro “Julia Mann, die Mutter von Heinrich und Thomas Mann: Eine Biographie” (Julia Mann, la madre de Heinrich y Thomas Mann: una biografía), de Dagmar von Gersdorff, que se presenta como la primera biografía de la matriarca. ¿Cómo explicar este silencio?

Es increíble que hasta ahora no haya existido una biografía sobre ella, dado que existe una vasta bibliografía sobre las mujeres en la vida de Thomas Mann, a excepción de su madre. El recuerdo de Julia Mann ha sido marginado porque socava la imagen de Thomas como un escritor “superalemán”. No era sólo alemán, era muchas cosas: brasileño, americano, suizo... Y también hay un cierto prejuicio contra el papel intelectual de la mujer. Julia fue una figura central en el desarrollo intelectual y estético de sus hijos Thomas y Heinrich, financiando sus primeros pasos artísticos.

Además, Julia también escribió ficción, que sólo se publicó en la década de 1980 y que tuvo un enorme impacto sobre todo en la estética de Thomas: la manía del autor por describir con detalle, por ejemplo, muebles, habitaciones y escenarios enteros, es algo que su madre también hizo en su literatura. Además, escribió pasajes para que sus hijos usaran en sus libros, al igual que lo hicieron otras mujeres de la familia Mann. La ausencia de Julia Mann en la investigación se debe en parte a un prejuicio sobre la cuestión de qué significa ser alemán, pero también a un prejuicio sobre el papel de la mujer en la vida intelectual de un hombre. Estos dos puntos son muy importantes.

Usted escibió la monografía “The Magician’s Mother: Julia Mann’s Germany and Thomas Mann’s Brazil” (La madre del mago: la Alemania de Julia Mann y el Brasil de Thomas Mann). ¿Qué nuevas perspectivas presenta la obra?

En la primera parte del libro busco contextualizar la infancia de Julia Mann en Paraty. Por lo general, la única fuente citada sobre su infancia son sus memorias [reportadas en la autobiografía Aus Dodos Kindheit (“Sobre la infancia de Dodo”)]. Esta autobiografía es problemática porque es una romantización de Brasil. Ella describe el país como un paraíso perdido. Intento situar esta autobiografía en su tiempo y hablo, por ejemplo, de la vida de los esclavos en la Hacienda Boa Vista, de la población indígena y de las empresas del padre de Julia, Johann Ludwig Hermann Bruhns (1821-1893). Los Bruhn estaban bien conectados con la corte brasileña y tenían relaciones con Dom Pedro II.

En segundo lugar, analizo la propia literatura de Julia Mann. Como escritora, se interesa por las relaciones familiares: qué significa ser mujer y qué es la solidaridad femenina, por ejemplo, son temas que le interesan. También escribo sobre la vida póstuma de su literatura en la de sus hijos: hay muchas huellas de la estética de Julia en Zwischen den Rassen (Entre las razas), de Heinrich Mann, pero también en las novelas de Thomas, como Los Buddenbrook y La montaña mágica.

Por último, hablo de cómo Julia Mann se concrentró en el proceso de convertir a sus hijos en “súper alemanes”. Amaba a Goethe, hablaba de Wagner, de Nietzsche y de la literatura romántica. Para ella, esto era la cultura alemana. “Ser alemán” es una asociación cultural y no necesariamente una asociación nacional o racial. Y creo que esa discusión fue central para toda la familia.

Julia fue criada por Ana, una mujer negra esclavizada. ¿Esta herencia afrobrasileña influyó en su educación?

Por supuesto. La relación con Ana, que era de Mozambique, fue central para Julia Mann, quien la consideraba una segunda madre. En sus memorias, Julia describe el dolor que sintió cuando ambas se separaron, en Lübeck, y Ana regresó a Brasil. Para Julia, las canciones que escuchaba de los esclavizados en Paraty eran parte de una formación musical “primitiva”, que le dio la base para luego convertirse en una persona que canta Deutsches Lied y toca el piano. Ana fue muy importante en su formación. Y esta cuestión de haber sido educada por una persona que no se considera del mismo nivel jerárquico se convierte en un tema importante en la literatura de Mann. En Doctor Fausto, por ejemplo, el protagonista Adrian Leverkühn describe la educación musical de la criada que canta con los niños y que tiene esta relación, como él dice, “primitiva” con la música, como base de una educación musical.

Usted define a Thomas Mann como un autor con “trasfondo migratorio”. ¿Qué reacciones provoca esto?

Lo hago en sentido irónico, porque esta terminología es problemática. Es una terminología que surgió después de 1945 y se utiliza en la literatura contemporánea, pero es un término racial. Nadie piensa en una “historia migratoria” de un autor que viene de Suecia, por ejemplo. Es absurdo que se considere que los autores contemporáneos que crecieron en Alemania y que siempre escribieron en alemán tienen un “origen migratorio”, mientras que los escritores que forman parte del canon alemán no.

En Alemania, la idea de la literatura migratoria se considera hoy de modo más crítico, pero esta categoría todavía se utiliza. Cuando uso el término “antecedentes migratorios” para hablar de Thomas Mann, irrito a la gente, pero es legítimo, porque su madre era de Brasil y cantaba en portugués, había otro idioma en la familia, todo este trasfondo. Si este término es importante para la literatura contemporánea, ¿por qué no para la literatura moderna?